Lorenzo Silva presenta “Sereno en el peligro” en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

Por Elena Rosillo. Fotografías de Ángela Tezanos.

Lorenzo Silva, ataviado con una corbata verde en un claro homenaje al hilo conductor de su nueva novela, Sereno en el peligro, la aventura histórica de la Guardia Civil,- ganadora del Premio Algaba de Biografía, Autobiografía, Memorias e Investigaciones Históricas-; ha contado con la compañía de personajes tan ilustres como el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y el célebre poeta y escritor Andrés Trapiello.

Trapiello, el único en el que no pudimos observar la consabida corbata; y que ya se encargó de presentar la primera novela de los famosos personajes Bevilaqcua y Chamorro, El lejano país de los estanques, fue el primero en iniciar la tanda de discursos. Comenzó el suyo con un agradecimiento a su invitación que, “me dará turnos de exenciones de multas de velocidad: si soy el presentador de Lorenzo Silva, la Guardia Civil no me parará”.  Tras esta pequeña broma que el Ministro Rubalcaba se encargó de desmentir en su propia presentación; Trapiello resaltó lo “peliagudo” de escribir un libro acerca de la historia de la Guardia Civil. “Hablar de la Guardia Civil es una cosa expuesta (…) es hablar del Pueblo Español, y hablar del Pueblo Español es hablar de un pueblo con una cierta barbarie”, explicó. Esta afirmación quedó representada con el Episodio de los Galeotes del Quijote, en el que Don Quijote y Sancho liberan, en contra de la opinión de los guardias que retienen a los galeotes (la Guardia Civil, según la metáfora de Trapiello), “a presos que seguramente merecían las galeras”. Con esto quiso visualizar cómo Lorenzo Silva, en esta novela, “trata de entender las razones por las que la Guardia Civil ha hecho lo que ha hecho y por qué se ha encontrado enfrente, muchas veces, del pueblo español”. En este caso, dijo, “Lorenzo se plantea comprender a la Guardia Civil y al pueblo al que defiende”. Fue en este momento cuando Trapiello nos dio la clave para comprender esta nueva novela, y es que “la Guardia Civil es el espejo más claro y continuado del Pueblo Español”.  Trapiello continuó destacando “un acierto enorme” del libro, sus ilustraciones; y comentando que “a la Guardia Civil le gustará este libro”, pero si hubieran pagado para que se escribiera, “le habrían puesto firme”. Finalmente, el poeta y escritor agradeció a Lorenzo Silva “su gran servicio a la literatura y a la Guardia Civil” porque “no se les podría dar una historia mejor”.

Su intervención fue acogida con aplausos; tras éstos, llegó el turno del discurso de Lorenzo Silva. Comenzó, como es de rigor, agradeciendo al jurado del Premio Algaba su voto; al Corte Inglés su patrocinio (puede que la corbata verde fuera también una metáfora del agradecimiento a este grupo); y por último, a Andrés Trapiello y al Ministro Rubalcaba su presencia. Fue curioso descubrir cómo Silva y Rubalcaba ya se habían conocido, aunque este último no llegase a recordarlo, en una visita que el ministro realizó al instituto de Silva, que por aquel entonces solo contaba con quince años. Después, Silva se definió a sí mismo levemente como un “exégeta bastante complejo de su propio trabajo” y aclaró que él “no es historiador, sino un contador de historias”. Historias protagonizadas por “personas dignas y sacrificadas” que, con esta novela, ha tratado de “sustraer del olvido”.  Con esto, llegó a la pregunta crucial que llevó a la escritura de esta novela histórica, “¿cuántos guardias civiles aparecen en momentos cruciales de nuestra historia?”. Lo que, unido a la sensación de Silva de “que el personaje más desaprovechado para escribir novelas policiacas era la Guardia Civil”, desembocó en la necesidad de “encontrar el nexo de unión de un Guardia Civil de 1844 y uno del 2010”. Además, explicó la sensación que tuvo durante la escritura de esta novela, de que “la idea que se tenía de la Guardia Civil era de prejuicios, de injusticias…”, cuando para Silva “es una historia de los hombres”. “Tendemos a pensar que han sido verdugos, pero también han muerto muchas veces”. Como colofón a su discurso, tuvo una especial mención a su familia, a la que agradecía su paciencia porque “aguantar a alguien tratando resumir en 400 páginas una historia de 166 años, es difícil”. Para terminar, citó una frase de Facundo Infante Chaves, antiguo Director de la Guardia Civil; quien tuvo un gran papel a la hora de evitar la disolución de la Guardia Civil en la postguerra, “la Guardia Civil ha igualado a los más valientes en la defensa de la libertad”.

Rubalcaba, por su parte, después de recordar a Trapiello que “cuando los puntos caen, caen”, confesó a Lorenzo “leer a Bevilaqcua desde El Alquimista impaciente” y ser “un lector que te admira”. Después de este agradecimiento, trató el “debate sobre la militarización de la Guerra Civil” que está presente en la novela de Silva. Aseguró que “la seguridad en España va bien” y que “la Guardia Civil debe conservar su carácter militar”, aunque “ y ser “un cuerpo militar que tenga las características de una policía moderna”.

Acerca del libro, destacó que “me gusta mucho” ya que “ha saldado una deuda con sus personajes”, acto que definió como “de justicia literaria”. También repitió la idea de la historia de la Guerra Civil era la Historia de España. Para finalizar declaró que “solo me queda recomendar a todos que lo lean, porque es objetivo”.

A la salida de la presentación, tuvo lugar un ágape bastante generoso en canapés y bebidas en el propio Círculo de Bellas Artes, del que pudieron disfrutar los asistentes, casi todos acompañados de un ejemplar de esta nueva novela histórica de Lorenzo Silva, quien incluso se permitió desaflojar un poco su esperanzadora corbata.

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