Blacksad: El infierno, el silencio (Díez Canales / Guarnido)

Por Carmen Morgado.

Tras cuatro años de espera después de Blacksad: Alma Roja, por fin llega la cuarta entrega de las aventuras del detective gatuno más famoso del cómic. En esta ocasión, lo veremos por las calles de Nueva Orleans en pleno Mardi Gras, a ritmo de jazz y de blues.

Seré sincera: nunca me han gustado los dibujos, cuentos, etc. protagonizados por animales vestidos como personas. Nunca entendí muy bien por qué Willy Fog no podía ser un señor normal, con su barba y sus cosas, en lugar de un león. No obstante, no se me escapa la simbología que, en ocasiones, podía tener este tipo de representaciones: Willy Fog era un león porque éste simboliza el valor y la nobleza, del mismo modo que su archienemigo Transfer era un lobo porque estos animales han sido tradicionalmente temidos y odiados.

Pero, pese a ciertos guiños estratégicos, Blacksad no es una fábula al uso. Es, sencillamente, una joya de la novela negra con un dibujo potente, vibrante y empapado del encanto de los años cincuenta. Las aventuras de Blacksad, detective cínico y encantador al más puro estilo Bogart, transcurren en unos Estados Unidos marcados por las circunstancias de la época: la segregación racial y la paranoia anticomunista. Cada viñeta es un cuidado ejercicio de inmersión cultural, con acertadas referencias estéticas y sociales. En ese sentido, siempre es interesante releer estos libros para captar todos esos pequeños detalles que pueden pasarse por alto en una primera lectura y que dotan a la historia de una gran profundidad y verosimilitud.

En este nuevo tomo, titulado El infierno, el silencio, Blacksad es contratado por el productor musical Fausto La Chapelle para encontrar al músico Sebastian “Little Hand” Fletcher, que se halla en paradero desconocido. Pero pronto descubrirá que las cosas no son tan sencillas como podrían parecer en un principio. Secretos, intrigas familiares, magia, drogas y música se entremezclan en esta historia que transcurre en Nueva Orleans durante el célebre Mardi Gras. Con la compañía del patoso reportero Weekly, Blacksad deberá desentrañar los misterios de su nuevo caso y enfrentarse a turbios personajes que tienen mucho que ocultar.

Esta nueva entrega de la ovacionada serie Blacksad es la enésima muestra del talento de sus creadores, el guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Juanjo Guarnido. Si bien es cierto que lo primero que llama la atención es la impresionante labor de este último, que además trabaja para Disney y ha ilustrado tomos de las series Voyageur y Brujeando, también es preciso resaltar el trabajo de Díaz Canales, guionista de cómics y largometrajes de animación. Las elaboradas tramas, que suelen incluir numerosas historias paralelas, están magistralmente condensadas en las 54 planchas máximo que presenta cada tomo (sólo el primer volumen es más corto, con 46 páginas), en consonancia con el formato clásico del tebeo franco-belga, pues no hay que olvidar que las historias de Blacksad fueron publicadas primero en el país vecino por la editorial Dargaud.

Así que nada, corran a su librería más cercana sin pensárselo un momento porque esta serie no decepciona. Y, si, mientras disfrutan de sus páginas, pueden escuchar de fondo algunas de las canciones que “suenan” en las viñetas (Devil’s gonna git you y Summertime): les parecerá estar viendo cómo los personajes cobran vida, cómo las páginas parecen moverse. Y es que, al igual que Fausto La Chapelle, algunos pensamos que el infierno debe de ser un lugar silencioso donde la música no tiene cabida. Así que habrá que aprovechar ahora, ¿no?

One thought on “Blacksad: El infierno, el silencio (Díez Canales / Guarnido)

  • el 8 diciembre, 2010 a las 9:05 pm
    Permalink

    Ya han dado a conocer que se llevará el premio a la Mejor Obra Nacional en Expocómic 2010. Los premios se entregarán el próximo día 11 de diciembre.

    ¡Se lo merece, enhorabuena!

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *