El otro camino del rock
Por Manu Tomillo
Sobre el escenario cuatro instrumentos, a saber, teclados, guitarra, batería y banjo. Todos ellos para un trío, para lo que viene a ser la formación clásica, y más básica, del rock and roll, en una banda que podría definirse como una evolución, no sé si natural o no, de los sonidos más contundentes junto con unas melodías pop muy cuidadas. Así se resume de entrada la banda Neuman, grupo que según lo que se escucha en su disco Plastic Heaven parece que no quiere dar un golpe sobre la mesa, no quiere gritar demasiado alto por no despertarte de la siesta de un domingo por la tarde. Hora y media después, tras el concierto, todas esas dudas se han ido, no están, se fueron arrastradas por los riffs de guitarra y la fuerza de la batería.
Es en directo donde Neuman ganan en potencia, actitud y destaca su intención de descargar sobre el público una buena ración de adrelanina, o de rock que al cambio viene a ser lo mismo. Lástima que en ciertas escenas los que acuden a los conciertos no puedan hacer más que “agitar sus joyas” que diría John Lennon. Porque la energía, la rabia y la fuerza de la música de Neuman en directo invita a saltar, a agitar el cuello con violencia, imagen esta que se aleja de esa percepción naif que inunda en muchas ocasiones al indie, etiqueta musical que no hace justicia a todo el que bajo ella se cobija, y que se deja llevar por unas canciones vacías de contenido, repletas de pose, bandera de la postmodernidad.
No es el caso de Neuman, en directo suenan sinceros, cercanos, y con un sonido muy cuidado, con instrumentos como el banjo y los teclados que consiguen crear una atmósfera propicia para que la voz de Paco Román se luzca, en ocasiones nos susurre y en otras se vea aplastada por la ensordecedora avalancha de su guitarra. En sus directos la banda recorre su último y primer disco Plastic Heaven, por momentos y cuando el grupo no hace temblar los cimientos de la sala, esto es, cuando principalmente no suena la batería, Neuman suena melódico, armonioso, nítido y cálido, se parece a un amor adolescente. Cuando vacían todo el cargador de sus instrumentos, lo mejor es que disfrutes de los ritmos pesados y te dejes llevar por el tsunami rockero.
Son una muy buena sorpresa bandas como Neuman, capaces de contentar al popero más tranquilo como al hardcore más exigente, demostrando que un músico vive de sus directos y que es ahí dónde debe enseñar lo mejor de sí, si es que lo tiene, y en este caso talento hay para dar y tomar. Que el rock and roll es algo más que un estilo de música es algo más que demostrado, que tiene cientos de frentes para hacernos mover nuestros pies también, Neuman es una muestra de ello.
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