El Tren Vertical

Por Rebeca Álvarez del Casal del Rey

 
Me pides que te diga algo sobre la manifestación y concentración en la Puerta del Sol, del movimiento del 15M.
 
Pues bien, que en un principio me dio una gran alegría, y aún sigo entusiasmado, que no me lo creía porque ya no sé muy bien si lo esperaba, es decir, ni mucho menos una reacción así, y que la gente no sabrá cómo seguir de forma firme y clara, no sabrá cómo organizarse pero se sabe lo que no se quiere. Y esto es un principio básico y sólido. Se han verbalizado sentimientos que mucha gente tenía en su interior y que no se atrevía o no se sentía con fuerzas o prefería no darles su importancia (será por un instinto de conservación).
 
Que es solo un principio, pero un principio que ha supuesto ilusionar no solo a los que vivimos en este país sino también a personas que viven en otras «democracias» del llamado primer mundo.
 
Que la gente ha vuelto a la «plaza» a conversar, a discutir, a pensar, a desarrollarse y esto es muy reconfortante ya sea, por lo menos, por higiene mental, independientemente de que se esté o no involucrado en la movida.
En fin, que hay que disfrutarlo y no agobiarse.
 
[Alfonso López, coordinador de El Tren Vertical]

 

 
No solo vivimos una época de cambios que pasará a la historia –que la gente haya despertado es un cambio, pese al resultado de las elecciones- también vivimos una época de ebullición poética. Unas veces prima la calidad y otras la cantidad (de poetas invitados, de público asistente, de eventos organizados en un mes…), pero siempre prevalecen las ganas de compartir cerveza y conversación, con la poesía como punto de encuentro. Es casi imposible estar informado de toda la cultura alternativa que se mueve por bares, librerías independientes y demás y, desde luego, es imposible asistir a todos los recitales, jams y presentaciones sin tener el don de la ubicuidad.
 

 
Dentro de este contexto, El Tren Vertical, espacio de poesía y acción, puede ser el ciclo de poesía más consolidado de Lavapiés. Se remonta a los tiempos de la sala Artépolis en los que Felipe Rubio y el actual maquinista, Alfonso López, organizaban concentraciones de poetas contando con músicos, como el grupo Báxtalo Drom. Hoy día, El Tren Vertical se convoca en el bar Malatesta (C/Olmo, 3) durante el último sábado de casi todos los meses, a partir de las nueve de la noche. La idea primigenia surgió a raíz de los tiempos de la facultad. Entonces Alfonso (poeta antes que filólogo) asistía a los recitales organizados por el colegio mayor Nuestra Señora de África, donde tuvo oportunidad de escuchar a Vázquez Motalbán, Claudio Rodríguez o José Hierro, y también a poetas que estaban empezando.
 

 
En El Tren Vertical tienen cabida autores éditos e inéditos, prima la calidad pero también es muy importante, a la hora de hacer la selección, el buen rollo. Tiene público propio, no muy abundante pero bastante fiel. Y -dependiendo de la convocatoria del poeta invitado- lo mismo puede haber ocho que ochenta. El lleno total no es para nada uno de los objetivos de este Tren, como se deduce de su escasa difusión, pues no va mucho más allá de un mail colectivo, un anuncio en el blog personal del organizador y otro en el perfil de Facebook Trampolín Etcétera. (Y en los de todo aquel que decida compartirlo).
 

 
Alfonso López hace un repaso de las sesiones más reseñables, “el ya fallecido Robert Johnson, leyendo, recitando e interpretando los versos de un poeta inglés del siglo XIX (si mal no recuerdo -y seguramente lo recuerdo mal-), que estuvo junto con Eva Chinchilla, vestido de preso, con un traje a rayas negras y grises, arrojándose ceniza a la cara, recitando. Estuvieron magníficos”. “Julius Mirlo también estuvo maravilloso, ahora vive en Perú”. Sayak Valencia, que “habló sobre el transgénero y movimientos feministas. Es una persona muy formada en estos temas, y se estableció debate después del recital”. Pepe Ramos, Gsús Bonilla, Blanca Morel, Yolanda Pérez Herreras “performancera extraordinaria, con una formación cultural increíble en este ámbito”. También han estado Bárbara Butragueño, Bolo, Óscar Aguado, Batania (como acompañante), Nuria Ruiz de Viñaspre, que anticipó aquí su Tablas de carnicero. O el reciente gustazo que supuso para el organizador un mail de Sonia Bueno, galardonada con el Premio Internacional de Poesía Joven de la FCPJH, en el que le decía que no olvidaba que la primera vez que leyó poemas de Retales fue en el Tren.
 

 
En este revolucionario mes de mayo El Tren Vertical cumple 5 años, no habrá poeta invitado sino micro abierto para todo aquel que quiera participar. Alfonso López está contento con el espacio que ha creado, pero echa de menos que haya más debate posterior, algo de tertulia. El Malatesta es un espacio pequeño que podría favorecer este diálogo. Para él lo importante es “defender la cultura al alcance de todos, lejos de las instituciones y de las trabas que supone la búsqueda de beneficios inmediatos”. Y deja claro que no lo hace “por amor al arte, sino por amor a hacer lo que me gusta y lo que me divierte”.
 

 
http://noctivagosmadrid.blogspot.com/
 

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