Si palidezco desaparezco

Tan blanco como la vida
Ediciones Vitruvio acaba de publicar SOY TAN BLANCO QUE CUANDO PALIDEZCO DESAPAREZCO, de Iñaki Echarte Vidarte.

Por Estelle Talavera Baudet
Un monólogo de apatía, de anhelos constantes… el mundo no está hecho para los que esperan mucho de tan poco, para el que soñaría con situaciones casi extremas, con lugares desconocidos, con el despertar de una mirada nueva hacia el mundo que, en realidad, le rodea con brazos aburridos, le adormece de pura repetición, como una nana cansina de un padre a un hijo. Y de fondo ese pasar de los días, adormecido.
Su poema “Ausencia” da título a este poemario. No es casualidad. Es el resultado final después de tanto camino, como define en una de las divisiones internas del poemario: “Encontrándote (y perdiéndoos)”. Pocos misterios se le presentan a la vuelta de la esquina.


Mientras desayuno, otros duermen.
Otros comen, otros follan [algunos apenas hacen el amor]
Mientras desayuno pasan tantas cosas por tantos lados,
que se me quita el hambre.
Tiro las galletas por la ventana.
La plaza se llena de pájaros hambrientos,
más felices que muchos de nosotros.
[que yo, al menos]
A mi sólo se me ocurre quedarme mirando
como se apagan las luces del horizonte,
como se enciende el cielo de Madrid.
(…)
Me meto en la cama.
El mundo, el de los demás, ha dado una vuelta entera
[al menos eso nos cuentan los científicos].
Han muerto miles de personas, justo al lado de tu portal, o en el lejano oriente
[al menos eso te cuentan las noticias]
Nadie, y mira que son millones en el mundo, me ha llamado
[al menos así lo atestigua mi contestador]
Han ocurrido millones de cosas, y ninguna me ha afectado
[al menos me miro al espejo y veo las mismas sombras de ayer en mi rostro,
quizás un poco más oscuras y alargadas].
 
Urbanita, escaparatista, huidizo de grandes moles, se acuesta sin sueño y come techo. Iñaki es la voz del individuo borrado del mapa dentro de la atmósfera asfixiante de Madrid, ciudad que le despierta amor-odio:
 
 
MADRID

Madrid es una sombra que anida en mi alma.
Delicada flor marchita.
Brusca transformación en princesa.
Lúcida cuchillada en cuerpos ya carbonizados.
Embriagadora angustia que perece bajo mis pestañas.
 
Madrid viajó hacia mi alma el día que descubrí
que mi corazón estaba bañado en almíbar.
Chamuscado en la sartén de expectativas ajenas.
Comido por cuervos descendientes de sus ascendientes.
Maltrecho tras años escondido entre mis rejas.
 
Madrid se [me] perdió para siempre el día que comprendí
que sus calles pertenecían a aquellos que podían comprarlas.
Cuando me di cuenta que miles de poetas ya la habían perdido.
Cuando me enteré de que de ellos sólo quedaban, en algunos casos,
miles de sepulturas por toda la ciudad, con sutiles inscripciones
[siempre iguales, levemente modificadas],
a una altura en la que las miradas no se detienen jamás.
Cuando supe que mi habitación fue ocupada, antes, siempre antes,
por plumas, manuscritos, sexo e ideas superiores,
ocultas en el olvido ajeno.
 
Madrid es una sombra que anida en mi alma.
Un vano intento de maltrechas esperanzas.
Risas que ocultan leves deseos de chocolate.
Miradas que son, en realidad, pozos de desesperación.
Limites infranqueables, marcados por trajes vacíos, sucios y arrugados.
 
Madrid es una sombra que anida en mi alma.
Madrid es, ciertamente, un paso al vacío
de la estúpida idea (mía) de ser bohemio.
 
 
LA LENTA VUELTA
 
Salgo de trabajar.
Lo último que me apetece es volver a casa.
Encerrarme en cuatro paredes blancas.
Entro en el parque.
Me siento en un banco.
No hago nada.
Estoy sentado allí.
La sombra de un álamo se mueve hacia los lados.
Con suavidad.
De forma que nunca estoy siempre al sol, pero tampoco en la sombra.
Un perro se acerca. Huele mi pie descalzo.
Alargo la mano y lo acaricio.
Noto que le agrada. Continuo.
Me miran sus ojillos negros.
Si pudiera me sonreiría.
Sonrío.
Oye el silbido de su dueño y escapa.
Solo.
Sentado en el banco.
Sin hacer nada.
Me levanto
Las farolas empiezan a encenderse.
Camino.
Caminantes solitarios. Parejas amarradas por la cintura.
Me acodo en una barandilla. Un pequeño lago artificial.
Recuerdo una historia.
Veo [creo ver] mi reflejo en el agua limpia.
Veo una sombra verdosa.
Rehago el camino andado.
Dejo atrás el parque.
Vuelvo a casa.
Sin ganas.
Debo dormir, descansar.
Volver a empezar.
 
Algunos fragmentos dejan seco, perdido, sin electricidad:
 
 
AUTORRETRATO

 
Me miras con ojos de vidrio permanentes,
reflejo de otros ojos,
multiplicados a lo largo de tibias miradas,
luces de neón a punto de expirar.
 
No puedo imaginar las imágenes
[probablemente equivocadas]
que viajan hacia tu centro,
transformadas por tibios deseos,
construidas con conceptos irreales.
 
Aunque aparente todo aquello que anhelas,
en mi interior se esconden
las luces más oscuras que puedas imaginar,
tentáculos angulosos que acarician pezones.
 
Entre lo que no muestro
[porque no puedo/porque no quiero],
y lo que imaginas que es real
[y que se aleja tanto de la verdad],
este que tienes delante, este que te habla,
es turbio reflejo de aguas estancadas,
personaje bajo una opaca capa de falsa tristeza.
(…)
 
Su visión del futuro es agridulce, sin grandes aspavientos, pues ha escarmentado con las decepciones. Lo que esté por venir, que venga.
 
 
QUIZÁS EN EL FUTURO
 
En la mañana que ha de venir,
llena de esperanzas, deseos y temores,
el viento seco del sur
recorre las esquinas de mis arrugas,
peina mis blancos cabellos
y silba versos en mis oídos.
 
En la tarde que ha de venir,
llena de miedos, sueños y alucinaciones,
la arena seca de la playa
se amontona en los surcos de mi vida,
se enreda en las enredaderas de mis recuerdos
y canta silencios aturdidos.
 
En la noche que ha de venir,
llena de angustia, dudas y relámpagos,
el agua fría del río,
purifica caminos mil veces recorridos,
acumula leves temblores
y ahoga miradas y gestos.
 
En la madrugada que ha de venir,
repleta de esperanzas y ardor guerrero,
el fuego me convertirá
en la luz que guíe a los que vengan detrás.
 
 

iñaki echarte vidarte

Nace en 1977 en Pamplona-Iruña. Diplomado en Literatura Creativa, especialidad Guión de Cine y TV en la Escuela Superior de Arte y Espectáculos TAI (Madrid).
Ha publicado Blues y otros cuentos (Ediciones de Baile del sol, 2009) y Huérfanos de cernuda. Desestructuración cuer(po)ética, un libro a cuatro manos editado por O grelo (2009) junto con Francisco Brives.
Aparece en publicaciones colectivas: Trippers from the crypt, Vinalia Trippers, León, 2011; Al otro lado del espejo (Nadando contracorriente). Ediciones Escalera, 2011; Viscerales. Ediciones del Viento, 2011; Vinalia Trippers: Plan 9 del espacio exterior, Vinalia Trippers, León, 2010; 2000 mgs, Editorial delsatelite, Madrid, 2010; Elefante Rosa, Alea Blanca, Granada, 2009; Versus. 12 rounds, Editorial delsatelite, Madrid, 2008; Más allá del BOOM (nueva narrativa hispanoamericana), Lord Byron Editorial, Madrid, 2007 y El juego de hacer versos, el juego de hacer cuentos (Antología conmemorativa del 10º aniversario del Aula de Literatura), Pamplona, 2002; en prestigiosas publicaciones: Al otro lado del espejoNAV7Cuadernos del matemático, Arquitrave, Rio Arga, Cuarto Creciente, La hamaca de lona; en diferentes revistas: El planeta de nuestra generación, Una vez en Pamplona/Iruñean behin, el desembarco; en publicaciones digitales: HartzDosDoce, alex_lootz, afinidades electivas.
Entre 2005 y 2010 coordina la revista literaria alex_lootz, y una página web de reseñas de novedades editoriales. En 2009 organiza el ciclo de poesía Doña Antonia escucha a……
Ha colaborado en las páginas de cultura de la revista de tendencias Moxow y escribió la columna quincenal Mi vida en Heterolandia en dosmanzanas.com desde diciembre de 2007 hasta agosto de 2008.
Maneja el blog Un extraño en md desde agosto del 2006.
Continúa mirando a su alrededor, espantándose con lo que ve y escribiendo.

 
 
 

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