Entrevista a Mikel Gurrea, participante en ÉCU 2012

Por Alexander Acosta Osorio, representante para Latinoamérica de ÉCU (Festival de Cine Europeo Independiente).
 

“Cuenta la leyenda que el héroe le cortó la cabeza de Medusa y la arrojó al agua. Sin embargo, la sangre de la cabeza que se convirtió en una piedra roja en el mar. Ese es el origen de coral. En el siglo 20, un pescador sordo traerá el mito a la vida.”

 

Mikel Gurrea nació en Donostia-San Sebastián, en el país Vasco. Cuando tenía 18 años, se trasladó a Barcelona para estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra. Mientras terminaba sus estudios, trabajó como ayudante de dirección y Post-Producción Coordinador Jr. en la compañía de producción Agosto 2006.

 

Después de años de experimentación con microfilms sin presupuesto y documentales Mikel escribió y dirigió su primer cortometraje Primo (2007) que se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Girona y en el de Figueres. Un año después dirigió su segundo cortometraje, El gato en el tejado (2008), que se proyectó en Mecal Festival de Cine Internacional de Barcelona.


Red in the water (2010), cuyo título en español será Rojo en el agua (2010), es su último cortometraje, escrito y dirigido por él. El pasado mes de junio fue nominado al mejor cortometraje internacional en el Festival Internacional de Cortometrajes In The Palace que se celebra en Blachik (Bulgaria), y allí consiguió una mención especial por su fotografía y el diseño de producción.

 

Actualmente Mikel Gurrea vive en Londres donde está ultimando el guión de su primer largometraje. Recientemente Red in the water (2010) ha sido admitido a concurso en ÉCU 2012. Tuve la oportunidad de hablar brevemente con Mikel sobre su cortometraje, y el futuro.

 

 

 

CulturamasCine: ¿De dónde te viene la inspiración para este nuevo cortometraje, Red in the water (2010)? ¿Qué te inspira?

Mikel Gurrea: Mi cortometraje Red in the Water (2010) es una adaptación libre de la leyenda de Perseo y Medusa, en concreto de una imagen descrita en la leyenda que me llegó a obsesionar: la sangre de una mujer convertida en piedra debajo del agua.

 

Esta idea, esta relación entre los elementos esenciales (sangre, agua, piedra) fue la fuente para generar la historia de mi película. Muchas veces saco mis ideas de impulsos visuales: una imagen que veo, leo o que simplemente se me ocurre, incluso mientras duermo. Hay algo especial acerca de esa imagen, algo que la hace permanecer en mi mente durante hace semanas y la hace destacar por encima de cualquier otra. Ese algo especial es la historia, todavía por escribir.  Tomo la imagen y me pregunto qué hay detrás: así es como encuentro la historia, el guión y también el punto de partida para el enfoque visual de mi película. Si pienso en ello, tiene todo el sentido para mí porque es como descifrar un enigma, el descubrir algo que está oculto, que es esencialmente lo que me interesa tanto como cineasta y como espectador.

 

C.C.: Según tu punto de vista, ¿qué es lo que consigue que una película termine siendo un éxito o un fracaso total?

M.G.: En mi opinión, una película no es nada sin el público. Una gran película sin proyecciones o espectadores está muerta, por lo cual el éxito definitivo de una película está ligado a conseguir que se proyecte tanto como se pueda. No es una cuestión del número de espectadores, sino realmente creo que cada película tiene su propio público, que a veces puede ser más minoritario, pero sin lugar a dudas cuanto más se vea, más se discute sobre ella y más largo es el recorrido de la película. Ese es el escenario principal para el éxito de una película en mi opinión.

 

Obviamente también existe el cumplimiento de tus metas como cineasta. Cuando te las arreglas para contar la historia que quieres contar, utilizando los elementos y la narrativa que quieres usar, tu sabes que has tenido éxito. Como director siempre estoy tratando de aprender y, por lo tanto, exponerme  a nuevas técnicas. La experimentación es muy importante para mí, sobre todo haciendo cortometrajes.

 

Me molestaría si llegara al punto en el que sé perfectamente cómo trabajar un género o un tipo de película y tuviera que repetirlo el resto de mi vida. La idea del desafío es muy importante para mí para poder mantenerme creativo. Ese reto, esa historia, es lo que le quiero ofrecer al público y sé que he tenido éxito cuando lo ven. Esa es una de las mejores cosas de los festivales de cine para mí: llegas a ver tu película con el público en una sala de cine. Puedes sentir sus reacciones, si están involucrados en la historia o no. Allí es cuando tengo la respuesta definitiva a la pregunta: ¿lo logré?

 

C.C.: Red in the water (2010) ha sido seleccionada a concurso para ÉCU 2012. ¿Qué otros proyectos futuros tienes en mente?

M.G.: He conseguido una beca para cursar un Master en Cine en la Escuela de Cine de Londres durante dos años. Desde allí crearé mis películas a la vez que colaboraré con mis compañeros realizadores. El director de cine Mike Leigh es comisario de la escuela, una escuela con larga tradición apoyando al cine independiente.

 

Además de eso, tengo dos proyectos de cortometrajes, uno de ellos bastante avanzado y el otro recién empezado. A punto estuve de rodar el pasado mes de julio el primero de ellos, pero por problemas con la localización del rodaje se tuvo que aplazar. Soy muy paciente a este respecto y si tengo que esperar en beneficio de la película, pues lo haré.

 

Mientras tanto estoy ultimando el guión de mi primer largometraje y comenzaré en breve la búsqueda de empresas de producción película y voy a empezar la búsqueda de compañías que quieran producirla para tener pronto el respaldo tan pronto como el guión sea definitivo. Es un reto enorme el escribir una película de larga duración. La estructura y el ritmo son muy diferentes de los cortometrajes, pero una vez más, se plantea el reto y tengo una historia a la que mi generación puede sentirse muy relacionada.

 

 
 
 
Red in the water (2010): http://www.redinthewater.com/
[vimeo]http://vimeo.com/17165841[/vimeo]
 

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