Editorialmente hablando: Alpha Decay.

Por Juan Carlos Vicente.
 
 
Hablamos con Alpha Decay sobre sus inquietudes como editores, sus lecturas de cabecera y el porqué de resistirse al formato del libro electrónico en favor de la edición artesanal.
 
 
-¿Cómo está resultando la “experiencia argentina”? ¿Requiere un esfuerzo adicional el trabajar al otro lado del charco?
 
 
La visita a Argentina fue, personalmente y profesionalmente, una de las experiencias más gratificantes que he tenido la suerte de vivir nunca. Supuso un esfuerzo durante esos dos meses, visité muchísimas librerías, vi a muchísimos editores y autores… pero ahora todo está yendo muy bien. Los libros van teniendo repercusión en los medios, los lectores se interesan y nuestros distribuidores trabajan de maravilla. Un diez en todos los aspectos.
 
 
 
-A pesar de que a veces se os ha definido, o incluso acotado, como una editorial post-moderna, seguís recuperando clásicos como D.H Lawrence y en una de vuestras últimas entrevistas declaráis cierto “desinterés” por el libro digital. Todo va muy deprisa en la red y quizá el resultado no es un interés autentico, sino un reflejo de la “lectura diagonal”. ¿Pensáis que es el momento de mirar atrás, hacer balance y recordar de dónde venimos?
 
 
 
Nosotros nos agazapamos en un miedo un poco infantil a perder algo que es lo que más felices nos ha hecho desde que somos niños: nuestra relación tradicional con la lectura y con los libros en papel. Empieza a ser una postura un poco impopular entre muchos de nuestros amigos editores, pero no podemos evitarlo. Tenemos readers para trabajar y no nos estimulan nada. Y al mismo tiempo, no hay nada comparable a recibir los ejemplares de nuestros libros, bonitos y artesanales, cuando salen de imprenta. Somos románticos y un poco chapados a la antigua en este aspecto, pero también somos conscientes de que seguro que a la larga tendremos que ir abandonando poco a poco estas pequeñas reticencias.
 
 
 
– Ensayo, novela contemporánea, libros sobre música… ¿os planteáis publicar poesía alguna vez?
 
 
 
Hemos publicado una pequeña antología de poetas jóvenes españoles. Y no nos cerramos a publicar más poesía, pero sentimos un gran respeto por los editores de poesía, no creo que podamos hacer un trabajo tan bueno como el que están haciendo muchas editoriales especializadas en poesía en nuestro país y en Latinoamérica.
 
 
 
-¿Cuáles son vuestras lecturas de cabecera?
 
 
Van cambiando con el tiempo. Cuando era más joven sentía una enorme fascinación por la literatura francesa, recuerdo que descubrir  Gilles de Drieu La Rochelle fue muy importante para mí en esos años. También he mantenido una relación patológica con parte de la obra de Andrei Biely durante mi época de estudiante. Te hablo de los menos obvios. Descubrir a Thomas Bernhard fue una locura también… Es imposible sintetizar esto. Hay miles de libros y autores que son importantes, y los que quedan por descubrir.
 
 
 
-¿Os sentís “padres” de algún autor novel?¿Fortalece la relación editor-autor el publicar una primera obra a un autor aún inédito? En este caso, ¿cómo funciona Alpha Decay cómo empresa?¿Hay adelantos mientras se edita y se corrige la obra o por el contrario se funciona sólo con las ventas posteriores?
 
 
 
Lo que más me motiva como editora es trabajar con autores jóvenes que están empezando. Corregir mucho, discutir juntos en los bares, enfadarnos y reconciliarnos, y que de eso salga un buen primer libro. Mantenemos una relación excelente con muchos de esos autores, y para ellos también ha sido especial trabajar de esta manera. Siempre pagamos adelantos a todos nuestros autores. Es lo habitual. La edición en España sigue siendo muy tradicional, es un negocio que ha cambiado muy poco con el paso de los años.
 
 
 
-Estáis participando en las bibliotecas de varias Asambleas del 15-M. ¿Qué opináis del tratamiento gubernamental al mundo de los libros?
 
 
 
En realidad todavía no estamos participando todo lo que nos gustaría. Sólo hemos empezado a llamar a algunas puertas. Nos interesaría hacer mucho más. No nos interesa nada que el gobierno pueda hacer por nosotros ni por nuestros libros.
 
 
 
-¿Qué novedades aparecerán próximamente?
 
 
 
En noviembre publicamos una novela de un autor joven argentino que escribe bajo el pseudónimo J. P.Zooey, se titula Los electrocutados. Ese mismo mes seguimos con un ensayo interesantísimo, La conquista de lo cool, de Thomas Frank. En enero publicaremos por primer vez en lengua castellana a Breece DJ Pancake, un autor increíble que se suicidó muy joven y dejó unos relatos maravillosos, el libro se titulará Trilobites. Stewart Home y su novela Memphis Underground, otra autora argentina, Inés Acevedo, y su libro Una idea genial. Tenemos muchas cosas buenas en marcha…

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