Zepelín

Zepelín de Tormod Haugen. Ilustraciones de Ignasi Blanch. Editorial Oxford University Press, 2011. 177 pp., 8 euros. De 9 a 11 años.
 
Por Rebeca Martín.
 

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, un zepelín es un globo dirigible, que se mueve en función de quien maneja sus controles y vuela guiado por el cielo. Tormod Haugen, el autor de esta novela para niños que están creciendo, le dio una vuelta al concepto y se imaginó a un chico que no quiere ser dirigido, un protagonista que vuela sin control y se niega a ser manejado. Ese es su Zepelín.

 

Así es como Nina, la otra protagonista de la historia, conoce al niño que se esconde en el árbol de su jardín. Ella nunca antes se habría imaginado que existe la posibilidad de decir que no a algo que imponen los padres; jamás había pensado que crecer es ir alzando la voz para que su opinión pueda ser escuchada; y Zepelín, escondido en el olmo de la casa de Nina, le enseña con su rebeldía que a veces hace falta escaparse de las cosas para cambiarlas.

 

Ambos personajes, Nina y Zepelín, nos transmiten a una época pasada, concretamente a 1989, ya que es la fecha en la que fue publicada la primera edición de la obra. Aun así, el tema sigue vigente: la importancia de la relación entre padres e hijos en la configuración de la personalidad de cada niño desde la infancia. Ser padre es algo más que tener hijos, parece sugerir Tormod Haugen en algunas de las páginas de la historia a través de los diálogos de los protagonistas. “Me gustaría que no me llamasen siempre”, dijo Nina. “Me gustaría que me llamasen más”, dijo el chico (página 127).

 

Es un relato sencillo y poético, estructurado en frases muy breves pero contundentes que le dan fuerza a la reclamación del relato. Todo parece muy sencillo en la vida de Nina y de Zepelín, sin embargo detrás de sus intercambios de palabras se esconden muchas inquietudes.

 

Tormod Huagen es un autor noruego de corte realista y sus obras abordan temas relacionados fundamentalmente con la familia. Ignasi Blanch, encargado de las ilustraciones, es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y ha recibido diversos galardones por su trabajo. Ambos recuperan una obra necesaria para el lector actual en la que los valores, aún con el paso del tiempo, se mantienen intactos.

 

 

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