Fallece el escritor de teatro Álvaro Tejero Barrios

 

Por redacción de escena

 

 

El joven escritor murió en la madrugada del pasado viernes en un accidente de tráfico

 

 

Álvaro Tejero en Turlitava
Álvaro Tejero en Turlitava

 

Director de teatro, activista y luchador incansable, había sacado adelante la compañía teatral  Turlitava Teatro, cuyo primer y único montaje, «Los vivos y los míos», ha tenido una gran acogida de crítica y público. Precisamente, la pieza afronta ahora su segunda temporada y ha sido recientemente seleccionada por El País como uno de los diez mejores montajes del año. El pasado mes de agosto Álvaro y sus compañeros nos dejaban algunas palabras sobre su montaje en esta entrevista para CLTR+.

Álvaro era además cofundador de la librería La Marabunta,espacio asociativo y cultural que nació en 2010 abierto a la creación y al pensamiento crítico.

Tras finalizar su carrera permaneció tres años como lector en la Universidad de Skopje de Macedonia, donde formó un grupo de teatro universitario con el que participó en certámenes internacionales.

Todos sus amigos estuvieron en el funeral para despedirse a su manera. Su amigo Alberto García Teresa leyó un poema homenaje a Álvaro, otra amiga leyó un poema de Benedetti que a él le gustaba. Sus alumnos de teatro de la universidad de Macedonia mandaron una carta que también pudo leerse, destacando que a ellos «los había hecho mejor personas, que había cambiado sus vidas y que les había hecho creer en la posibilidad de cumplir sus sueños». Sus compañeros de La Marabunta también tuvieron unas palabras de apoyo a su familia y destacaron la humanidad de Álvaro para hacer posible  ese proyecto.  Y desde la compañía Turlitava Teatro, le prometieron que en la medida de lo posible intentarían continuar cumpliendo sus sueños.

 

«Álvaro era una persona que amaba la vida y soñaba con un mundo mejor. El mejor homenaje que podemos rendirle es continuar esas batallas que compartíamos: comernos la vida y el mundo a dentelladas, repartir caricias, devolver pedradas, defender la alegría, cuidarnos, amarnos, poner nuestras utopías en acción y disfrutar de cada instante»:

 

Hoy más que nunca HAY QUE COMERSE EL MUNDO A DENTELLADAS 

 

Hay que comerse el mundo a dentelladas.

 

Hay que sacar los dientes, pulirlos,
clavarlos con ahínco y rabia.

 

Hay que comerse la vida a dentelladas;

 

 

con mordiscos secos, intensos,
de puro y reluciente hueso.
Con bocados de corazón hambriento.

 

Hay que defender el mundo a dentelladas.

 

Hay que danzar entre rechinar de espadas;
de espadas a pecho descubierto.
Hay que vivir en permanente guardia,
defendiendo la vida cuerpo a cuerpo,
defendiendo la vida cara a cara.

 

Hay que descubrir la vida a dentelladas.

 

Hay que desenterrar estrellas de la arena,
hay que dibujar trazos de arco iris con los dedos
machacados por la rutina, el trabajo y el tedio.
Hay que apartar niebla de las cabezas
con gritos de silencio y de conciencia.

 

Hay que sumergirse en el mundo a dentelladas.

 

Hay que escurrirse de las sombras sonoramente,
con estruendo de ideas y palabras.
Hay que escurrirse sonoramente
con redobles de actos y pasiones,
con puños de carcajadas.

 

Hay que atacar la vida a dentelladas;

 

caminar en la penumbra precaria,
caminar frente al poder y las pirañas.
No ceder terreno nunca al terror y la ignorancia.
Levantar la vista ácida hacia el mañana.

 

Hay que acariciar la vida a dentelladas;

 

arrebatarles el tiempo robado cada jornada,
esparcir abrazos entre timbres y pagas,
regalar ternura y devolver pedradas.

 

Hay que comerse el mundo a dentelladas.

Hay que comerse el mundo a dentelladas.

 

 (Poema de Alberto García-Teresa)

 

 

 

 

 

 

One thought on “Fallece el escritor de teatro Álvaro Tejero Barrios

  • el 3 marzo, 2012 a las 11:24 am
    Permalink

    Hay un cartel
    bailando con el viento
    en el barrio
    escurriendo la lluvia
    vigilando el tráfico.
    Y tu nombre palpita
    entre el resto de letras
    entre el resto de nomres
    como tomando impulso
    para salir de él.
    Las fuertes MAYÚSCULAS
    quieren ser las primeras
    para hacer de escalera
    luego a las minúsculas.
    Quieren salir saltando sin mirar sin cuidado
    de coches de peatones de semáforos…
    Quieren volar al viento
    y dirigir la danza
    de las secas hojas de las aceras.
    Una farola lo ilumina todo
    con su cálida luz
    como de teatro.
    Yo sé que no lo sueña
    lo hace:
    tu nombre se escapa
    del cartel
    de madrugada.
    Lo han visto en el barrio
    de cañas y tapas.

    Kireina Karoshi (amiga)

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *