La chica danesa (2015), de Tom Hooper

 

Por Paula Olvera Pérez. @paula_op_

la_chica_danesaLas salas de cine vuelven a estar repletas. ¡He visto una gran hilera de personas comprar sus entradas! Tras el fenómeno arrollador de Star Wars: El despertar de la fuerza (2015) y la más que aceptable reacción del público ante cintas españolas como Ocho apellidos catalanes (2015) y Palmeras en la nieve (2015) ahora hay otro título que promete no dejar indiferente a los espectadores: La chica danesa, basada en la novela homónima de David Ebershoff.

Dos horas son más que suficientes para emocionar a los presentes con una historia con la que más de uno se puede sentir identificado. Tom Hooper, director de Los miserables (2012) y El discurso del rey (2010), entre otras cintas, se encuentra ahora al frente de este drama biográfico centrado en la transexualidad. Eddie Redmayne y Alicia Vikander son los intérpretes protagonistas de una de las historias de amor y comprensión más bonitas que se han podido descubrir en la gran pantalla. Seguro que muchos asistentes reconocerán fácilmente a Redmayne ya que se hizo mundialmente conocido tras mudar a la piel de Stephen Hawking en La teoría del todo (2014). En cualquiera de las dos producciones está soberbio y demuestra una vez más su versatilidad en la profesión con papeles que requieren una increíble trasformación física y también mental. La actriz sueca Alicia Vikander tampoco se queda atrás con su papel de mujer sufridora y apoyo incondicional de su marido en La chica danesa. Su interpretación merece tantos o incluso más halagos que el de su compañero de rodaje. Y no es de extrañar porque la joven mantiene una creciente trayectoria, tanto en cortometrajes como en largometrajes.

La película nos sitúa en escena a Einar y Gerda, una pareja de artistas daneses cuyo matrimonio da un giro inesperado cuando Einar sustituye a una modelo femenina que tenía que pintar su mujer y que no ha podido acudir a la cita. Los retratos resultan un éxito, pero lo que parecía un juego resulta un verdadero drama: la necesidad del pintor de convertirse en mujer, de ser Lili Elbe… Un deseo llevado a sus máximas consecuencias, a la única esperanza de acabar con un cuerpo que no le pertenece.

El metraje hace un gran uso de primeros planos que dotan de intimismo varias de las escenas de mayor tensión. La historia que se muestra está engalanada por una preciosa música de fondo y por una cuidada fotografía y puesta en escena. La ambientación nos traslada inmediatamente a la época en la que se desarrolla la acción, así como el juego de luces durante toda la cinta y los cuadros que aparecen dotan de gran belleza estética la pieza audiovisual. Nos encontramos, sin duda, ante una película realizada con una exquisita sensibilidad.

la chica danesaLa cinta trata un tema que, desgraciadamente, sigue siendo tabú en algunas sociedades, incluso en nuestro país hay personas a las que seguramente todavía les impactaría el contenido. En pleno siglo XXI es un problema de educación ya que las historias de la comunidad LGTB deberían tener un hueco en la industria. Se tiene que normalizar para que nadie lo entienda como una depravación y se respete, de una vez por todas, esta elección vital. Y es que el largometraje, ubicado en Dinamarca en los años 20 del siglo pasado, muestra el estrago por el que tuvo que pasar el protagonista cuya decisión era calificada de enfermedad mental y el tratamiento más utilizado para ayudarle era la radiación o, lo que es peor, la reclusión inmediata en un sanatorio.

En ciertos momentos da la sensación de que el montaje no avanza, o que lo hace muy lentamente, quizás porque precisa detenerse en cada proceso de transformación de Einar para que la historia cobre sentido. La complejidad de esta metamorfosis del personaje sorprende de principio a fin, más aun sabiendo que se trata de una película basada en hechos reales acerca de la primera mujer transexual en someterse a una cirugía de reasignación de sexo.

El final, un tanto previsible, es igualmente impactante. Una historia de valentía y coraje, una dolorosa búsqueda de identidad que huye de ser autorreprimida tras un contacto con el espejo. Un biopic de liberación que nos demuestra que lo más importante en esta vida es alcanzar la felicidad y ser uno mismo. Le pese a quien le pese. Entre otros galardones, La chica danesa está nominada a cuatro premios Oscar, incluyendo el de Mejor Actor para Eddie Redmayne. Quién sabe si se alzará con todas las estatuillas, pero de momento el impacto mediático es innegable.

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