Entrevista a Jero Romero: «Cabeza de León era un reto personal, un cambio importante para mí»

 

 

Por Cristina Consuegra.

En octubre del pasado año, Jero Romero, el que fuera cantante de The Sunday Drivers, se estrenó en solitario con un álbum financiado por crowdfunding. Cabeza de León (2011) es el nombre propio de este debut que tantas alegrías está regalando al de Toledo, no sólo por la cantidad de directos que está ofreciendo sino por la respuesta del público que acude a los mismos. El cambio era arriesgado, no sólo había que enfrentarse a la sombra de uno de los grupos que ha escrito parte de la historia reciente de la música nacional, sino también al tránsito del inglés al castellano. A estas alturas, puedo escribir que Jero Romero lo ha superado con creces. Con un álbum cuyas canciones se debaten entre letras de corte introspectivo y una rotunda cotidianeidad –como si fueran instantáneas-, ambas parcelas sujetas por melodías que permiten intuir el buen hacer de la producción a cargo de Charlie Bautista y el propio artista, Jero Romero se reinventa con la sabiduría y calma que sólo el paso del tiempo concede, un paso del tiempo, eso sí, asimilado desde la madurez musical y personal.

 

¿Cuánto queda del músico que formó parte de The Sunday Drivers?

Pues no sé bien. Creo que este tipo de preguntas deberían contestarlas los que nos rodean porque uno no logra verse con la suficiente perspectiva como para compararse… Hasta donde llego me veo bastante parecido, si no igual. También es cierto que a la vez pasa el tiempo, se envejece y cambian cosas en tu vida, las personas que te rodean son otras… y eso te irá transformando, digo yo.

 

¿Cuál es ese primer instante en el que cobra vida Cabeza de león (2011), es decir, ese momento en el que te das cuenta de que estás inmerso, pretendiéndolo o no, en la elaboración de tu debut en solitario?

El día que Charlie me dijo ¿quedamos para ensayar un rato? Hace poco más de un año.

 

¿Qué te ha concedido Cabeza de León, tanto a nivel personal como profesional?

Sólo puedo valorarlo bien a nivel personal: la tranquilidad y la felicidad que me da haber hecho lo que me ha dado la gana en todo momento. Algo así como pasar el examen en el que el único que se examina y el único examinador soy yo. Es el examen más duro, para mí, aunque la palabra examen tampoco es la exacta. Era un reto personal, un cambio y un paso importante para mí el hacer este disco: ir hasta el final con mis decisiones, mis gustos y mi manera de ver las cosas y la música. Hasta ahí estoy completamente satisfecho.

 

Tu voz es una de las más singulares del panorama nacional, aunque suene a tópico, es una voz realmente personal. ¿Tuviste claro lo del cambio de idioma desde el principio? ¿Y tuviste cierto vértigo o miedo a este respecto?

Muchas gracias. No fue una decisión del tipo: «el próximo disco que saque será en castellano». No. Ni siquiera pensé que iba a hacer un disco al acabarse el grupo. Estando en el grupo me puse a escribir en castellano para salir de mi rutina. Iba acumulando y guardando esas canciones. Dejé de escribir en inglés. Se quedaron ahí guardadas hasta que un día me decidí a enseñarlas, por la curiosidad de ver qué opinaba mi gente.  Y como te he contado antes, uno de los que las escuchó fue Charlie; y ahí empezó la idea de grabarlas.

Me daba cierta vergüenza, sí. Ni yo estaba acostumbrado a escucharme en español y me intrigaba cómo le sonaría a la gente.

 

¿Qué se siente cuando ves que tanta gente apoya tu proyecto a través del crowdfunding?

Alegría, incredulidad, ilusión, pánico… todo a la vez. Fue alucinante e inesperado. Un extra de responsabilidad también. Es mucha gente diciéndote que te quiere y que cree en ti, a ciegas. Esa respuesta, toda la experiencia de hacer este disco así, me ha marcado creo que para mucho tiempo. Estoy muy agradecido.

 

Hablemos ahora de la producción del álbum, producción que ha corrido a cargo de Charlie Bautista y de ti mismo. ¿Qué sería de Cabeza de León sin Charlie Bautista? ¿Qué representa este músico en la trayectoria de Jero Romero?

No me imagino el disco sin él, es como si me preguntas como hubiera sido el disco sin mí. No existiría, no es una opción. Él y yo nos entendemos a la perfección, en la música y fuera de ella. Representa mucho en mi vida, y por extensión en mi música y en este disco. Incluso a nosotros nos sorprende que jamás hemos estado en desacuerdo a la hora de decidir algo que tenga que ver con este disco y este proyecto. El disco es suyo en parte porque toca y produce, pero lo es en gran medida por todo lo que hemos vivido y hablado alrededor del disco, fuera de un estudio o un local de ensayo.

 

Creo que uno de los grandes logros del álbum es la selección del orden de las canciones, un orden que te va llevando –intuyo- adonde Jero Romero nos quiere llevar… ¿Cómo trabajas este aspecto?

Muchas gracias. Es una alegría que te fijes en eso. Son bastantes variables a tener en cuenta para ver si las canciones quedan bien unas detrás de otras: ritmos, tempos, tonos, comienzos, finales, letras… Me suelo hacer listas de reproducción con diferentes órdenes y escucho y reescucho hasta que alguno me convence. También pido opinión y que me hagan un orden a personas ajenas al disco. En esta ocasión tenía claro las 2 primeras y las 2 últimas del disco, así que ha sido algo más fácil.

 

A la hora de elegir un par de canciones representativas del álbum, digamos un par de canciones favoritas, lo cierto es que nos lo has puesto realmente complicado porque Cabeza de León está repleto de singles potenciales, canciones de primera calidad. A pesar de que, como te acabo de decir, es difícil seleccionar un par de canciones por encima del resto, a mí me entusiasman “Devolverte”, “Señor Gigante” y “Cabeza de León”… ¿cómo irrumpen estas creaciones en tu vida?

Gracias de nuevo. De las que has citado, sólo «Devolverte» me costó trabajo y tiempo. Entre la primera estrofa y las demás pasaron meses. Las otras dos, irrumpieron de una, muy fácil y rápido, pero ambas tienen la particularidad de que fueron de las primeras que hice, hace unos dos años. También se parecen en que no estaba seguro de meterlas en el disco, hasta que Charlie me «obligó». Y el protagonismo que han tomado en el disco o en el directo no deja de sorprenderme.

 

Siguiendo con el asunto de la composición, otro gran aspecto del álbum son las letras que dan vida a cada una de las canciones de este trabajo, letras que actúan como fotografías de instantes cotidianos. ¿Cómo sueles componer?

No hay una norma o un método que siempre siga. Depende. A veces surge todo de una, no sé de dónde ni cómo, pero te sientas y sale. Pero eso me pasa poco. Normalmente, cuando eso no sucede, suelo buscar una melodía y un ritmo, pura improvisación, y esa melodía y ese ritmo me da una métrica. Luego elijo de qué quiero hablar. Eso es lo más habitual. A veces es al revés: tengo frases o palabras, sé de qué quiero hablar, y les busco melodía. Otras veces construyo frase a frase, muy poco a poco… Como te decía, no tengo un método muy claro.

 

¿Cómo vas a presentar este álbum en directo? ¿Va a sufrir muchas modificaciones respecto al lenguaje de estudio?

Hay modificaciones inevitables: el disco lo grabamos entre dos personas y ahora somos una banda de cinco. Pero el lenguaje y los conceptos no varían mucho. Los sonidos, la instrumentación, los arreglos… el disco ha sido nuestra guía a la hora de ensayar. Seguimos creyendo en eso que hay ahí y nos sigue gustando. Pero al ser cinco y aportando cada uno su manera de ser y de tocar, hay cambios, claro, hay más energía sobre todo. Creo que las canciones son perfectamente reconocibles, pero a la vez suenan nuevas. Eso es lo que me dicen.

 

Como espectador privilegiado de la evolución de la industria musical en nuestro país… ¿cómo ha cambiado el panorama en la última década? ¿Podemos decir que la escena musical goza de buena salud?

Bueno, no soy ningún espectador privilegiado. Ver lo que pasa alrededor está al alcance de cualquiera, no hace falta estar dentro. E incluso es peor estar dentro: te crees que lo que te pasa a ti es «lo que pasa». Es una pregunta complicada y suele ser tramposa. Porque ¿qué es el panorama? ¿Qué es la escena? Hay tantas definiciones… como personas. Yo no controlo una definición clara. Cuando exista una que me convenza tendré una opinión más concisa. ¿Es lo que sale en la tele o en la gala de los premios tal? ¿Es el cartel del festival? ¿Los que llenan estadios o los que llenan salas de 200? ¿Cómo te opino, como espectador o como actor? No sé. Esto es eterno y en balde. Mi visión es muy pesimista y optimista a partes desiguales. Depende bastante del día en que me pilles y de con quién hable. Mi opinión es, sobre todo, irrelevante.

 

Próximos conciertos de Jero Romero

22 de septiembre de 2012, Evento Sarmiento (Villafranca del Bierzo)

5 de octubre, Donostikluba (San Sebastián)

30 de noviembre, Sala París 15 – Budweiser Live (Málaga)

02 de diciembre, Sala Supersonic – Budweiser Live (Cádiz)

 

Escucha Cabeza de León en Spotify

 

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