[Sitges 2012] Crónica 1: La ilusión de afrontar el fin del mundo

 

Culturamas se vuelca con el 45 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya y dispondremos de los artículos de Arnau Palou, Miquel Escudero y algunos colaboradores más que nos irán relatando en sus distintas crónicas lo que sucede en Sitges 2012.  

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Por Arnau Palou y Miquel Escudero.

A las 11,45h, quince minutos más tarde de lo programado, empieza la rueda de prensa institucional del “45 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya”. Estamos sentados, en la quinta fila de la sala de actos del Palau Marc, del Departamento de Cultura de la Generalitat, en el número 8 de la Rambla Santa Mónica, llegando a Colón. La sala está a rebosar de periodistas. Se nota quien lleva años asistiendo al festival y quien es un novato. Nosotros somos del segundo grupo. Emocionados, sacamos papel y bolígrafo para transcribir las palabras de los presentadores, como si fuera nuestro primer día en la universidad. Después nos relajamos, dejamos que fluya la sesión.

Frente la multitud se encuentra Ferran Mascarell, consejero de cultura, Ángel Sala, director del festival y Miquel Forns, alcalde de Sitges. Cada uno con su discurso, desde su perspectiva profesional, presenta el festival.

Empieza Mascarell, quien hace una pequeña introducción a los otros presentadores, seguido de una bienvenida protocolaria al auditorio. A continuación se apagan las luces y proyectan el Spot publicitario que no llega a medio minuto. Nos apuntamos la frase final, “nuestros fans son difíciles de impresionar”. Tenemos ganas de ver si Sitges nos impresiona; el spot sí que lo ha hecho.

Después de esta fresca introducción, es el turno de Ángel Sala. Tres ideas marcan el hilo conductor de su declaración: Interactividad, salud, ilusión. Según el director, éste es un festival pensado para el público, en un sentido amplio. Quieren unos espectadores interactivos, que miren, que critiquen, que propongan. El festival tiene muy en consideración la opinión pública. La interactividad también hace referencia a la evolución del festival.

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Sala nos cuenta que el cine fantástico no está quieto, está en constante renovación, como así demuestra la sección New Visions. El cine fantástico sobrevive porque se mueve, porque cambia, adaptándose a las nuevas formas de ver cine. Se trata de un género que es líder en popularidad, que arrasa en taquillas. Por eso es tan importante la opinión de los espectadores. Con ellos, evoluciona el festival. Sitges también crece porque no les gusta el fundamentalismo en los géneros. Los organizadores reivindican autores que suelen ser menospreciados por un gran sector de la crítica.

En Sitges se celebra un festival segmentado, basado en targets horarios. No es un cine que se termina en el propio festival, crea industria, doctrina y mirada. Es el único género que puede hacer evolucionar al cine ya que vive en constante evolución. Presenta buena salud para fagocitar otros géneros, en el mejor de los sentidos.

Hablando de salud, el director ha dado cifras. En el día de hoy, se han vendido unas 27.000 entradas, un 16% más que el año pasado. Aunque el presupuesto del festival ha sufrido un recorte del 5%, Sitges sigue vivo y con fuerza.

El leitmotiv de este año es el fin del mundo. No es una contradicción, ni es una decisión política, ni una crítica a la crisis. En palabras del director, “este año descansaremos de la crisis”. El cartel muestra la foto de un móvil sobre el apocalipsis, porque si eso ocurre, podremos vivirlo en directo. Sin embargo, la idea es hablar sobre el futuro con ironía, y en positivo. Sala transmite ilusión a pesar de las complicaciones presupuestarias de estos años. “Con muchísima ilusión….”, dice el director, “mucha, mucha ilusión”, retoma Mascarell, en alusión a la célebre frase que empleó Artur Mas al ser investido Presidente de la Generalitat.

Ahora le toca a Miquel Forns. El alcalde de Sitges se muestra orgulloso de que éste sea el epicentro mundial del cine fantástico ya que no sólo representa a su municipio sino al país. La palabra país es realmente muy recurrente durante la rueda de prensa. “Este es un festival de nuestro país hacia todo el mundo” dice el alcalde. También señala que la novedad de este año será la celebración de una segunda inauguración con la presencia de celebrities en el centro del pueblo.

Llega la rueda de preguntas. Se pide saber sobre presupuestos, dinero, y temas logísticos. Nos sorprende un periodista cuando pregunta al director cuál es la película “más enferma” dentro del festival. Sala se ríe, huye de la respuesta creando intriga y expectación entre el público. Finalmente da un titulo: Maniac. Es solo una opinión. Se trata de una propuesta de Franck Khalfoun con Elijah Wood de protagonista, Barbara Steele y Williams Lusting, entre otros. Elijah Wood, Frodo en el “Señor de los anillos”, recibirá el premio de la “Máquina del Tiempo”. La película se proyectará el sábado 6, a las 18,15h, en el auditorio y domingo 7, a las 21,30, en el retiro.

La presentación termina con la intervención de Mascarell. El consejero considera que la cultura y la política evitan y deben evitar el apocalipsis, estando en diálogo con el futuro. Considera que los cineastas tienen la tarea de descifrar la realidad, de criticarla con la cámara, mientras que los políticos son los encargados de encontrar las soluciones. Otra opinión. Mascarell ve el festival como “una mirada abierta al futuro” y añade que para progresar hace falta un país culto. El festival de Sitges no solo es sangre y frikis divagando por la ciudad, también es ilusión y esperanza con el futuro.

 

Más información en la página oficial del Festival de Sitges 2012: Sitges Film Festival

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