Jake Bugg: Demasiado ruido

  

Por Gorka Ellakuría.

Se llama Jake Bugg y sólo tiene 18 años. A la edad en que la mayoría de sus compañeros piensan en emborracharse los viernes, animar al NottinghamForest, acabar el instituto o ligarse a la chica más guapa del barrio; él ya ha editado su primer disco -“Jake Bugg”-2012- y ha sido nombrado por la influyente revista NME como la penúltima esperanza de la música británica. Cuentan que con sólo 14 años ya componía y que un año antes de la mayoría de edad tocó en el festival deGlastonbury, lo que le valió un contrato con Mercury Records. Todo artista necesita una historia que lo convierta en mito. El problema es que en el caso de Bugg todo parece demasiado estudiado. Corte de pelo a lo Ian Curtis, ropa Fred Perry, y pose de poeta maldito impropio de alguien tan joven.

Siendo justos, hay que decir que el disco se deja escuchar. Tienes momentos buenos y algunas de las canciones, pese a no entusiasmar, son meritorias para un recién llegado. El músico inglés acierta cuando tira por la vertiente folk más intimista, como en Simple asthis, Country Song, Broken, Someonetold me o Someplace. Pero aún le funcionan mejor las de corte más rockero, cuando Bugg se acompaña de una banda, que por el momento es anónima, como en Seeintall, Lighting Bold o Two Fingers.

El problema es que después se pierde en un batiburrillo de canciones hasta completar los 14 cortes de su primer álbum. Demasiados para un debutante. Al disco le sobra la mitad y en los momentos más flojos uno tiene la sensación de que el joven Bugg se esfuerza demasiado en demostrar hasta dónde puede llegar; que es capaz de hacer de Dylan, como en Note to Self, Trouble Town o Ballad of Mr. Jones -la similitud con los nombres de las canciones no es casualidad- o que si se lo propone, como en Slide, puede sonar como un Coldplay de los primeros años. Un lucimiento que paradójicamente afea al conjunto del disco.

No dudo de que Bugg tenga un gran talento, pero estádemasiado asesorado. Entiéndanme; si el chico lo vale, no es necesario que le hagan seis videoclips a la última- fíjense en el video de Lightning Bold y verán que parecido tiene con el Video Games de Lana del Rey- ni que a los 18 ya vaya vestido como un modelo de Top Man. Todo eso lo hace falso y contamina algo, que quizá, podría ser brillante. Si realmente es un genio como algunos pregonan, si es un nuevo Alex Turner; con una banda, un buen estudio, y un disco de ocho canciones le bastaría. El resto está de más.

Escucha Jake Bugg de Jake Bugg en Spotify

 

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