La vida de Pi (2012) de Ang Lee

 

 Por Juan Murillo Bodas

 


        Ang Lee es un director necesario en los tiempos que corren, logra entretenernos ofreciéndonos historias de diferentes géneros siempre intentando conectar con la sensibilidad del espectador de forma directa y genuina.

            En esta ocasión lleva a  la pantalla la novela homónima de Yann Martel, autor por otra parte nacido en Salamanca en 1963 aunque de influencia franco-canadiense y conocedor de la India , con guión de David Magee.

         Se trata de  una espléndida y arriesgada película, que podría haber resultado un torpe y ridículo film. Es decididamente inclasificable, con momentos de humor, aventuras, drama y misticismo sincero. De  gran riqueza y hondas y clásicas temáticas: el viaje real como metáfora y espejo del viaje interior, el contacto con una naturaleza salvaje y viva.                                                                  

             La película está narrada desde una perspectiva clásica, se inicia con un prólogo en el que se apuntan los principales rasgos del protagonista y prosigue con un flash-back muy literario y novelesco: el protagonista le cuenta su relato verídico a otra persona, un escritor que va en busca de una buena historia, y vaya si la encuentra…

            El protagonista adulto nos cuenta desde el presente cómo sobrevivió a un naufragio en el que muere su familia y todos los animales de su zoológico y su peripecia en una barca a la deriva en medio del Océano Pacífico en compañía de un tigre.

            A pesar de saber ya parte del desenlace de la historia, la película concita el interés desde el mismísmo inicio, en especial, claro está por su joven protagonista, Pi, y todo lo que a él  le ocurre.

           Con sinceridad y honestidad, Lee filma con realismo fantástico una deliciosa historia de supervivencia de un naufrago influida por elementos literarios tan dispares como Relato de un Naufrago de Gabriel García Márquez  o el Libro de Job, pero estilizando al máximo el clásico relato de aventuras para volverlo poesía en imágenes con  lirísmo onírico y desbordante.Así, los efectos especiales visuales están al servicio de la historia, la envuelven, no obstaculizan el fondo auténtico de la película, dando acomodo a una sinfonía de imágenes cautivadoras de una ingenuidad maravillosa…

              Película altamente recomendable para todos los públicos, creo sinceramente que La Vida de Pi puede agradar y deleitar a un amplio número de espectadores. Que la disfruteis todos.

 

 

 

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