‘Isabel’, lección de historia

 

Por INMA GÓMEZ REYES

TVE ha dado por concluida la serie Isabel que trata de la vida de la que fue reina de Castilla. La historia da comienzo en su adolescencia, cuando entra en la corte de su hermano Enrique IV, y continúa hasta que es coronada. Ya se está grabando la continuación  que contará entre sus novedades con tramas sobre el reino de Granada y la aparición de Cristóbal Colón, entre otros atractivos.

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Saber que al final Isabel acaba siendo reina de Castilla y una mujer muy poderosa no ha sido impedimento para que lunes tras lunes muchos espectadores se sentasen a disfrutar la serie Isabel, emitida por TVE. Esta producción histórica ha estado en la nevera de la cadena durante casi un año y, sin embargo, finalmente ha cosechado un gran número de espectadores y buenas críticas. Con un piloto algo lento, es a partir del segundo cuando coge ritmo y va creciendo capítulo a capítulo sin dejar que nadie se aburra. Michelle Jenner compone una Isabel con mucho carácter, muy religiosa pero también muy inteligente para saber en quién puede confiar y en quién no, y dotada para la política. Por su parte Rodolfo Sancho, da vida a un Fernando de Aragón: simpático, extrovertido, mujeriego y con carácter que pasa sin apenas pestañear de decirle a su mujer que la quiere con toda su alma para acto seguido marcharse a Aragón para apresar a un bandolero y luego enviarlo a la horca usando mentiras y engaños.

La entrada a media temporada más o menos de Fernando es aire fresco para la serie ya que ventila las tramas castellanas de intrigas palaciegas capitaneadas por el Arzobispo de Toledo Carrillo y Juan Pacheco (maravillosos Pedro Casablanc y Ginés García Millán) para abrir algunas tramas hacia al reino aragonés. La humanidad que transmiten todos los personajes de la serie, sus sufrimientos, miedos, anhelos, sueños, esperanzas y ambiciones quedan muy bien plasmadas en todos los personajes y eso hace que el espectador pueda entender las motivaciones de sus actuaciones aunque los personajes sean de tan dudosa moralidad como puede ser Pacheco quien pasa toda la serie cambiándose de bando según le convenga a sus intereses.

Con las mínimas licencias posibles, su creador Javier Olivares, y el resto de guionistas, han conseguido una serie que no sólo ha gustado al público, sino también a la crítica. Muestra de ello es el Premio Ondas a la mejor serie que se han llevado este año.

En la segunda temporada, de la que Olivares ya no será responsable, introducirán a la dinastía nazarí de Granada, veremos a una Isabel adulta más religiosa que nunca en su etapa mística, el inicio de la temida Inquisición española y la aparición de Cristóbal Colón en escena. ●

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