EL VIRUS DE LA POLICÍA

media-uploadPor JUAN LUIS MARÍN. Imagina que te estás haciendo una paja delante del ordenador. Los pantalones y los gayumbos en los tobillos, una birra sobre la mesa, junto al portátil abierto como las piernas de lo que sea que estás viendo cómo se cepillan, en una mano un pitillo y en la otra, tu cipote. De repente, la pantalla se pone en blanco. Pasan unos segundos. El teclado no responde. El ratón tampoco. Y piensas, “cagon tó, ya me han jodido la gayola”. Pero ni te imaginas cuánto. Porque cuando, después de apagarlo, el ordenador se vuelve a encender, el blanco regresa a la pantalla para, tras unos segundos de suspense, dar paso a una imagen que te encoge los huevos y los dispara hacia la garganta para que la atraviesen y se conviertan en tus nuevos ojos: una foto tuya, de ti, ante el ordenador, con los pantalones y los gayumbos en los tobillos, un piti en una mano, el cipote en la otra… Y un texto que te acusa de violar no sé qué delito informático (entre ellos pederastia y zoofilia) y que te van a meter un puro que te cagas. Para más INRI (Impulso Nocivo de Represión Intelectual), logos de la policía, el ministerio del interior y bla, bla, bla… Eso sí, se te comunica que pagando vía internet una multa de 100 pavos en menos de 72 horas, las autoridades desbloquearán tu equipo, que es como está desde ese momento como medida preventiva.

Te han pillado, amiguito. Y más te vale que ese ordenador sea tuyo y no lo compartas con nadie. Porque como lo encienda tu pareja, hijos, padres… o alguien del soporte técnico de la empresa donde curras (y muy pronto dejarás de hacerlo…) el puro tendrá la potencia de un misil que te va a dejar el culo del tamaño del Eurotúnel…

Hasta ahí la broma. Porque eso es lo que es. Un virus informático que te han colado desde algún lugar de Centroeuropa para que te cagues de miedo, pages y unos listillos se partan la caja de ti y de todos los pardillos como tú que también han hecho el canelo.

Pero el susto no te lo quita nadie, ¿a que no? Menos mal que en la red no solo hay hijos de puta y también existen algunas almas bondadosas que te explicarán con todo lujo de detalles cómo limpiar tu ordenador sea cual sea su marca o el sistema operativo que maneje.

Yo tuve suerte. Y recursos al alcance de la mano (gracias, Paco). Pero si le ocurriera a otro… O en otras circunstancias… Hace poco, Jacintha Saldanha, una enferera de un hospital británico, se suicicó después de ser víctima de una broma telefónica a cargo de dos periodistas que se hicieron pasar por la Reina de Inglaterra para conocer el estado de Kate Middleton. Algo no debía de estar muy bien en esa mujer para que solo aquello le impulsara a ahorcarse y dejar huérfanos a dos hijos y vuido a su marido. Seguramente la broma fue la gota que colmó el vaso. Y a día de hoy, con la que está cayendo, me preguntó cuántos vasos están a punto de desbordarse… o estallar directamente en mil pedazos.

Para nada.

O a cambio de una falsa multa de 100 pavos.

Como dirían Los Goonies, “me ha hecho tanta gracia que se me ha olvidado reír”

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