A partes iguales

 

A partes iguales. Darabuc & Lina Žutautė. OQO editora. Con magníficas y épicas ilustraciones. 

 

108_APARTESIGUALESespPues, señor, 

esto era una joven

que, a falta de trabajo, 

se echó a andar en busca de fortuna. 

 

En un campo de labranza 

se encontró a Brazodegorila. 

 

Brazodegorila era tan fortachón

que abría surcos con un dedo

sin que le cayera una gota de sudor. 

 

La joven le dijo: 

-¿Quieres venir conmigo?

-Soy libre -respondió él-. 

Ni obedezco a jefes ni sirvo a señores. 

-Lo repartiremos todo a partes iguales -dijo ella. 

-Pues, si repartimos a parte iguales, 

cruzaremos juntos la tierra y los mares. 

 

Así quedaron de acuerdo y se marcharon los dos. 

 

Ante una fuente de agua clara

se encontraron a Orejademurciélago. 

 

Orejademurciélago oía tan bien 

que distinguía el vuelo de una mariposa

a cien leguas de distancia, 

y por el sonido reconocía hasta los colores. 

 

-¿Quieres venir con nosotros? 

Vamos todos a partes iguales. 

 

-A partes iguales, 

cruzaremos juntos la tierra y los mares. 

 

Así quedaron y se marcharon los tres. 

 

En un desierto de arenas de fuego se encontraron a Hocicodetoro. 

 

Hocicodetoro soplaba tan fuerte

que, con solo abrir la boca, levantaba una tormenta

y su estornudo hacía temblar a los volcanes. 

 

-¿Quieres venir con nosotros? 

Vamos todos a partes iguales. 

 

-A partes iguales, 

cruzaremos juntos la tierra y los mares. 

 

Así quedaron y se marcharon los cuatro. 

 

Y en lo alto de una colina despejada

se encontraron a Ojodeáguila.

 

Ojodeáguila disparaba con tanta puntería 

que con su arco acertaba cualquier blanco, 

aunque estuviera en un cráter de la Luna. 

 

-¿Quieres venir con nosotros?

Vamos todos a partes iguales. 

 

-A partes iguales,

cruzaremos juntos la tierra y los mares.

 

Así quedaron

y los cinco continuaron juntos el camino.  

 

(…)

 

 

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