Educar niños y adolescentes en la era digital: El reto de la educación en el siglo XXI

 
 
 
 
 
Ninguna de las generaciones que han precedido a la de los jóvenes de hoy en día ha tenido el nivel de vida del que ahora disfruta. Pero del mismo modo también es cierto que la preocupación por el futuro de los hijos en un mundo cada vez más complejo va emparejada con la sensación de que no somos capaces de transmitir los valores educativos apropiados. 
 
La pedagoga Nora Rodríguez, una de las pioneras en el estudio de la violencia escolar, añade que nuestra sociedad está saturada de ideas consumistas sobre la infancia y la adolescencia. Sin embargo, y mientras tanto, niños y adolescentes, viven en solitario una vida paralela que no tiene nada que ver con la que la mayoría cree. Dar un giro en la forma de educar a los niños en el siglo XXI es por tanto una deuda social de la que todos somos morosos. Y afirma que somos deudores por haber tomado como real la idea de una infancia “experimentada”, y “adulta” creada por el marketing y transmitida por los medios comunicación, que ha acabado por convertir a los más pequeños en grandes desconocidos, incluso dentro de sus propias familias. 
 
Por otra parte, la globalización y la era digital que han traído consigo la socialización de los niños a través de Internet, nos muestran que urge cambiar la forma de educarles. Han nacido en un ambiente de interconectividad, están acostumbrados desde edades tempranas a recibir información visual y a la gratificación inmediata, y aprenden a edades cada vez más tempranas a moverse con naturalidad entre lo real y lo virtual. Además, desde el mundo de la tecnología, tienen un papel protagonista, por ejemplo en sus juegos virtuales, así como en todo lo que está pensado para ellos, que a menudo no tienen ni en sus hogares ni en la escuela. 
 
Así pues, muchas veces los niños dominan mucho más que sus padres la relación con “el mundo virtual” que tantas horas les ocupa, lo que produce a menudo un distanciamiento entre hijos y padres. Estas razones provocan la necesidad de nuevas claves para educar a los hijos; unas claves que permitan conciliar esta nueva realidad con lo que la autora denomina “el aprendizaje activo y prosocial” que debe presidir la educación de los niños. 
 
Efectivamente, el aluvión de estímulos que nos llegan a través de los medios de comunicación, la competitividad, la aceleración del consumo y los nuevos modelos de vida han provocado un cambio en las costumbres que se traduce en el miedo a asumir responsabilidades y en la pérdida del sentido colectivo. Si se supera con éxito la adaptación a la modernidad, las nuevas generaciones se insertarán con más garantías en la sociedad del futuro. Para ello, el nuevo reto de la educación en el siglo XXI es educar niños y adolescentes en la era digital, promoviendo, entre otros, y especialmente los valores de proximidad como la familia, los amigos, la lealtad a los suyos y la honestidad. Pero no debe confundirse la juventud con los jóvenes. Y nunca debe olvidarse que, a fin de cuentas, cada joven es una persona única. 
 
Esperamos pues a Nora Rodríguez el próximo míércoles en el Salón de Actos del Edificio Hucha. Invitada por la Fundación Caja Castellón, nos mostrará en «Educar niños y adolecentes en la era digital: El reto de la educación en el siglo XXI» cómo abordar estos nuevos retos.

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