Nigel Walburton. Una filosofía práctica

Por Mario Sánchez Arsenal.

sobre_Una pequeña historia.indd¿Cuál es el lugar real que ocupa la filosofía en nuestras vidas? No el especulativo, sino el verdadero. Dicho de otro modo, ¿cuál es la necesidad que tenemos de recurrir a ella? Evidentemente mucha, aunque generalmente sea recibida como secundaria. Quizás a ello ha contribuido no poco el hecho de que, cuando se nos presenta dicha necesidad, los recursos se restringen a los centones universitarios y eruditos que, en las más de las ocasiones, en vez de aclararnos, lo que hacen es confundirnos todavía más. Aunque en realidad ésta sea la labor central de la filosofía, cuestionarnos y preguntarnos hasta la saciedad sin apenas encontrar respuesta, existen otras alternativas.

Nigel Warburton ha compuesto “Una pequeña historia de la filosofía” (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2013) con la lícita intención de que la filosofía ocupe un lugar práctico en nuestras vidas. Lo cierto es que ha conseguido elaborar un recorrido filosófico nada desdeñable dada la ambición cronológica de la obra, cuarenta capítulos, que van desde los inicios occidentales con Sócrates, Platón y Aristóteles, hasta el siglo XX y la actualidad con nombres como los de Alan Turing, John Searle o Peter Singer. El eco de este autor se ha visto incrementado recientemente gracias al weblog Virtual Philosopher y al podcast de moda que dirige junto a David Edmonds, Philosophy Bites, donde entrevistan a nombrados filósofos actuales, y que se ha convertido en referencia dentro de la galaxia Twitter, con una repercusión y un nivel de visitas sin precedentes. Gracias a esta feliz circunstancia, se han vertido ya en lengua inglesa dos volúmenes que recogen estas conversaciones radiofónicas.

 El libro es amable, muy sencillo, muy claro, muy accesible y, lo más importante, es para todos los públicos. Desde el lego al estudioso, todos pueden hallar amparo en él y encontrar orientación básica ante problemas fundamentales de cada una de las corrientes filosóficas. De positivo tiene la transparencia en el lenguaje, la asimilación a nuestros problemas cotidianos, el amplio y variado elenco de escuelas y filósofos de todo cariz, la brevedad (algo muy demandado actualmente) y la efectividad pedagógica. Si hubiera que poner peros al volumen éstos serían la repetición de algunos tópicos, lugares comunes de la filosofía y aspectos excesivamente pasados por alto en favor de la concisión. Rompe, eso sí, con algunas definiciones que la era moderna ha hecho suyas y nos devuelve al rigor del término, a la seriedad de la etimología. No omitimos en cualquier caso que en ocasiones, sin embargo, se percibe en el autor un posicionamiento que destila cierta reserva. Minucias del todo comprensibles, entiéndase.

Aún así con todo, éste es un libro democrático en el mejor sentido de la palabra: convierte los misterios del pensamiento en circunstancias tangibles. Lo trascendente se manifiesta, en potencia (pongámonos filosóficos), mundano, cotidiano, terrenal…, y eso lo hace más atractivo aún si cabe. Por tanto, salvando la comparación con el afamado Ernst Gombrich, del que algún medio anglosajón se ha hecho eco ganándose con ello nuestra más absoluta perplejidad, en estas páginas resolverán los neófitos sus más inconfesables desatinos como estudiantes de bachillerato, y los iniciados verán una luz de urgencia que sirve de guía en caso de desorientación. Porque nunca sobran los libros de filosofía, y menos cuando son prácticos, algo poco común.

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“Una pequeña historia de la filosofía

Nigel Walburton

Galaxia Gutemberg, 2013

272 pp. | 21,90 €

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