Rhidian Brook rememora «El día que vendrá»

 

«Una ciudad destruida se extendía hasta donde alcanzaba la vista (…). Costaba creer que hubiera sido un lugar donde la gente leía periódicos, horneaba bizcochos y pensaba qué cuadros colgar en el salón. A un lado de la carretera se veía la fachada de una iglesia, con el cielo por vidrieras y el viento por feligreses. En el otro lado se erguían bloques de pisos, intactos a excepción de las fachadas, que habían saltado por los aires dejando a la vista las habitaciones y los muebles del interior, como casas de muñecas gigantes. En una de esas habitaciones, ajena a los elementos y a las miradas curiosas, había una mujer cepillando amorosamente el pelo de una niña frente a un tocador

 

El día que vendrá, de Rhidian Brook.
El día que vendrá, de Rhidian Brook.

Actualidad editorial:

«Empecé a escribir cuando tenía algo más de veinte años y eso porque una enfermedad vírica me tuvo en cama mucho tiempo…» comenta Rhidian Brook. El escritor, nacido en 1964, publicó su primer cuento en 1991 en Time Out y desde entonces se ha convertido en un autor y guionista de éxito. Su primera novela, titulada The Testimony of Taliesin Jones, ganó numerosos premios, entre ellos el Somerset Maugham Award. A esta novela siguió Jesus and the Adman y sus relatos se han ido publicando en revistas como Paris Review y New Statesman. En 2011 pensó volcar las experiencias de su abuelo en una obra de ficción, y así nació El día que vendrá, su tercera novela, que ya es un éxito en Estados Unidos e Inglaterra y se publicará en dieciocho idiomas. El director Ridley Scott será el encargado de llevarla al cine.

 

El día que vendrá

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Hamburgo ha sido ocupada por los británicos. Los años de enfrentamiento no habían pasado en balde y nada parecía importante ya en una ciudad donde todo eran cascotes y colillas de cigarros que los niños mendigaban por la calle. El coronel Lewis Morgan y su familia se instalan en una de las mansiones requisadas a los alemanes. La integridad y el deseo de confraternización del coronal hacen que llegue a un acuerdo con los ocupantes de la casa, la familia Lubert, compuesta por un arquitecto viudo de modales exquisitos y su hija adolescente, para que ambas familias puedan vivir en armonía.

Ese es el punto de partida de El día que vendrá, donde no solo se divide una casa –los Morgan en el primer piso, los Lubert en el segundo- sino que los personajes han creado compartimentos estancos dentro de sí mismos para poner a raya sus traumas y poder sobrevivir. Cuando esa frontera se desmorone, los sentimientos largo tiempo contenidos no tardarán en resurgir.

 

«Se vieron obligados a zigzaguear entre los cráteres producidos por las bombas en la carretera adoquinada y los ríos de gente que caminaba aturdida y lánguidamente sin un rumbo claro, acarreando los restos de sus viejas vidas en paquetes, sacos, cajones de embalaje y cajas de cartón, y una pesada, casi palpable inquietud

 

Villa Lubert es el microcosmos que refleja las fronteras, el recelo, la sospecha que se cernió sobre la Alemania ocupada por los aliados tras el fin de la guerra, pero también la redención y el perdón. Recordando las experiencias de su propia familia, el inglés Rhidian Brook ha triunfado con esta novela que pone en juego la dignidad humana y da una vuelta de tuerca a la versión oficial de nuestro pasado.

 

El día que vendrá.  Rhidian Brook.  Traducción de Aurora Echevarría.  Editorial Lumen, 2014.  384 páginas.  22,90 €

 

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