«Viaje al oeste: Las aventuras del Rey Mono», un clásico de la literatura china

«Los clásicos son libros que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad. Los clásicos son libros que ejercen una influencia particular, ya sea cuando se imponen por inolvidables, ya sea cuando se esconden en los pliegues de la memoria mimetizándose con el inconsciente colectivo o individual». Italo Calvino.

Viaje al oeste: Las aventuras del Rey Mono. Anónimo chino del XVI.
Viaje al oeste: Las aventuras del Rey Mono. Anónimo chino del XVI.

Lecturas de verano:

Una nueva edición de Viaje al Oeste, clásico de la literatura universal que, hasta épocas muy recientes ha permanecido desconocido para los lectores españoles, está ya otra vez en las librerías. Como destaca Jesús Ferrero en el prólogo, “el Rey Mono, uno de los protagonistas de la narración, es en China un personaje tan popular como lo pueden ser entre nosotros Don Quijote y Sancho Panza. Y cuando los personajes literarios llegan a esa forma absoluta de la fama es porque son capaces, por sí mismos, de representar a toda una cultura y hasta de incluir en su mecánica lógica y mitológica claves fundamentales para interpretar esa misma cultura”.

Viaje al Oeste recoge los avatares del monje Chen Hsüan-Tsang (Tripitaka) en su largo peregrinaje a la India en busca de escrituras budistas. Con su brillante estilo literario, se acabará desplazando al monje viajero y confiando el peso de la acción a sus tres discípulos, antiguos inmortales caídos en desgracia, que se verán obligados a sortear peligros y monstruos, cada vez más poderosos y crueles, que se oponen a su propósito de alcanzar la Montaña del Espíritu, donde en recompensa a su fidelidad serán elevados a la categoría de budas. Su aventura se convierte en un auténtico viaje interior, en el que las visiones budista y taoísta de la realidad juegan un papel esencial, apreciable incluso en la estructura de la obra. La presente traducción, directa del chino, es una de las escasísimas de la obra completa en una lengua occidental desde su aparición en 1592.

En este viaje iniciático, jalonado por toda clase de catástrofes interiores y exteriores, el Rey mono es uno de los tres discípulos. “Posee poderes mágicos que le permiten llevar a cabo setenta y dos transformaciones de su apariencia y está capacitado para «identificar a los demonios en un abrir y cerrar de ojos». En China los demonios formaban una auténtica multitud. En términos específicos, se trata de una creencia muy alejada de nuestra cultura, pero no en términos generales, ya que en los evangelios el mismo Jesucristo hace varias referencias a la «multitud» de demonios que pueden asaltar a las almas descuidadas. Se trata, con toda evidencia, de demonios diferentes pero que tienen en común su naturaleza perturbadora y posesiva. Viaje al Oeste es una creación del período Ming, el más glorioso de la novela china, y es al mismo tiempo la obra de todo un pueblo, como la muralla china y como el mismo imperio, en la que intervienen muchos creadores, hasta cristalizar como narración plena de sentido y perfectamente estructurada en el siglo XVI, gracias a la probable intervención del escritor Wu Chengen, que la dotó de una poderosa estructura. En ese y otros aspectos se trata de una creación parecida a la que llevó a cabo la Grecia arcaica con la Ilíada y la Odisea hasta su fijación definitiva en Homero. Pero su relación con las dos epopeyas griegas es sólo parcial ya que, como narración en sí, Viaje al Oeste se emparenta más con dos novelas fundamentales de Occidente: Don Quijote y Tristram Shandy”. Apunta Ferrero.

A lo largo de esa misión sagrada por espacios terrestres, marinos e incluso cósmicos, los cuatro peregrinos afrontarán infinidad de enfrentamientos con demonios, dragones, brujas, monstruos y otras increíbles bestias. Como en las aventuras clásicas, los héroes también tendrán tiempo para hacer el bien y para romper encantamientos, siempre con el objetivo claro de encontrar el camino marcado por Buda. El humor se hace patente en muchas páginas de este periplo inolvidable que no ha perdido ni un ápice de fuerza con el paso del tiempo.

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Viaje al oeste: Las aventuras del Rey Mono.  Anónimo chino del siglo XVI.  Editorial Siruela, 2014.  2264 páginas.

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