Sin trigo, gracias

«Lo que estamos comiendo, disfrazado de forma inteligente de magdalena integral o chapata de cebolla, en realidad no es trigo, sino el producto transformado en investigaciones genéticas realizadas durante la última mitad del siglo XX. El trigo moderno es auténtico trigo en la misma medida en que un chimpancé se aproxima a un ser humano».

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Sin trigo, gracias. William Davis.

Elimina el trigo, baja de peso y encuentra el camino de regreso a la salud. ¿Sabías que comer dos rebanadas de cualquier tipo de pan de trigo puede incrementar tu nivel de glucosa en sangre más de lo que lo harían dos cucharadas soperas de azúcar puro?

Actualidad editorial:

Sin trigo, gracias (Editorial Aguilar, 2014) es un libro que con una premisa extremadamente clara, pretende concienciar al lector de las enormes ventajas que sobre la salud lleva asociadas la exclusión radical del trigo de nuestra dieta habitual. El doctor William Davis se basa en cientos de contrastados estudios clínicos para aportar una visión diferente y ciertamente provocadora sobre el tema. Sus teorías revolucionarias contradicen la idea generalizada y comúnmente aceptada de que este sea un cereal saludable. La eliminación del trigo de nuestro régimen habilita no solo la pérdida de peso –y la no recuperación del ya perdido– sino también la acertada prevención de una amplia gama de trastornos digestivos y de otros muchos problemas de salud.

 

William Davis es doctor en cardiología, director médico del Track Your Plaque, un programa online de prevención y tratamiento de enfermedades cardiacas, y escribe frecuentemente para publicaciones estadounidenses y páginas web de salud. Vive con su mujer y sus tres hijos en Fox Point, Wisconsin, donde seguro que no hay barras de pan ni magdalenas en las despensas. Su enfoque de una dieta sin trigo ha revolucionado el panorama de las enfermedades cardiacas y ha supuesto un hito en el mundo editorial: sus libros han vendido un millón y medio de ejemplares solo en Estados Unidos. Sin trigo, gracias ha permanecido cuarenta y cuatro semanas en el número uno de la lista de más vendidos de The New York Times y sus textos se están traduciendo en 24 países.

 

Tras estudiar de cerca los excepcionales y concluyentes resultados –mejoría notable de la salud– que experimentaban aquellos pacientes a los que recetaba un régimen sin trigo, el cardiólogo William Davis decidió escribir un libro en el que recopilase sus investigaciones y los efectos nocivos que para el hombre tiene el trigo que se consume hoy día en el mundo. Profusa y cuidadosamente documentado, el doctor Davis explica en su trabajo cómo el hecho de eliminar el trigo de nuestra comida tiene repercusiones inmediatas en la acumulación y reducción de grasa corporal, así como beneficios físicos importantes: alivio y mejora de la diabetes tipo 2, de problemas intestinales como la colitis ulcerosa, de los niveles de colesterol, de la osteoporosis y la densidad ósea, de afecciones de la piel como la psoriasis y otras erupciones extrañas, o sobre la reducción de la inflamación y el dolor causados por la artritis reumatoide.

 

Son otras muchas razones de peso las que sustentan una tesis que encuadra al cereal más popular del mundo como el ingrediente más destructivo de nuestra dieta. Además de estimular el apetito, su consumo provoca en el cuerpo humano incrementos exagerados en el nivel de azúcar en sangre, amén del proceso de glicación que subyace a las enfermedades y el envejecimiento, efectos inflamatorios y en el pH que erosionan los cartílagos y dañan los huesos, así como activación de respuestas inmunológicas alteradas. Asociadas al consumo de trigo existe también un rango complejo de enfermedades, desde la celiaca hasta una amplia variedad de trastornos neurológicos, enfermedades cardiacas, artritis, diabetes y los delirios paralizantes de la esquizofrenia.

 

Siguiendo las ideas del doctor Davis, el exceso de grasa y la fea barriga de trigo que nos hacen sentir tan culpables, no tienen que ver con pecados capitales como la pereza o la gula, ni siquiera con el uso excesivo de mantequilla, sino que son debidas, sobre todo, al volumen de cereales y sus derivados que ingerimos para el almuerzo. Han sido muchos los casos analizados que sirven de base a este estudio en el que se demuestra la relación directa entre obesidad y consumo de trigo, entre una salud óptima y su eliminación de nuestra comida habitual. Davis también expone y denuncia las manipulaciones genéticas a las que las empresas agrícolas han sometido un producto al que siguen llamando trigo. Además, ofrece al lector el camino detallado que debe seguir para alcanzar una forma de vida ajena por completo al citado grano, casos reales que permiten contrastar teorías y una gran cantidad de recetas saludables para perder la barriga de trigo.

 

Sin trigo, graciasWilliam Davis.  Editorial Aguilar, 2014.  336 páginas.  17,00 €

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