Havalina presenta su nuevo disco: “Islas de Cemento”

Por: Elisabeth Alabarce

La banda madrileña Havalina presenta su nuevo disco, “Islas de Cemento”, grabado por Dany Ritcher y producida, mezclada y masterizada por Manuel Cabezalí. La maravillosa creación es la consolidación de un sonido que presume de buscar la mejor forma de expresión, que es origen y resultado de la experiencia, y que obliga a no dar nada por sentado.

Después de dos años de espera, Havalina regresa con su quinto álbum de estudio que se traducen en once temas que bien podrían funcionar como uno, es un disco que debe ser escuchado como si de leer un libro se tratase: de principio a fin y sin distracciones.

“Cristales rotos sobre el asfalto mojado” es la canción introductoria; un camino progresivo y ascendiente en el que la suma de volumen, ritmo e instrumentación te introduce a cada paso en el latir propio de este último e impresionante trabajo de Havalina. La repetición de la frase “no has visto lo que yo he visto”, en voz de Manuel Cabezalí, es la encargada de conducirnos a un estado de frenesí que se mentendrá vivio durante los primeros cuatro cortes del disco.

Así se suceden los temas: “Islas de cemento”, “Un reloj de pulsera con la esfera rota” y “La voz de él”. Todos ellos se dejarán descubrir, se visten de contundencia rítmica y dejan que sean las guitarras las que terminen de escribir las letras de las canciones. Riffs que planean sobre el paisaje sonoro creado por Manuel Cabezalí, Javier Coucelro y Jaime Olmedo: y recreado en la mente de cada uno que de pronto se ve inmerso en una nueva dimensión gracias a estas canciones.

Esta dimensión es presentada poco a poco. Con sonidos y elementos que conectan unos temas con otras y funcionan como hilo conductor. Mientras, las oscuridad sigue adueñándose del contenido, con textos que en su mayoría son adaptaciones de manual para conductores borrachos, libro de poemas escrito por JJ Cabezalí, cuando no son obras del propio Manuel Cabezalí.

“Ya va siendo hora”, se convierte en punto de inflexión. Un respiro, una toma de aire emocional que continúa con “El olmo centenario”, en el que Ignacio Celma (antiguo miembro de la banda), participa al plano y sintetizadores del mismos modo que lo hace en el tema que abre el disco, en “Luces” y en “Ulmo”. La intensidad dece ante el detalle de quién conoce bien sus capacidades expresivas. Havalina consigue que pases de la adrenalina al sosiego y que la transición resulte lógica.

El desenlace de “Islas de cemento” se resuelve con la pregunta-respuesta de voz y guitarra de “Donde”, el apremio y exaltación del virtuosismo de la dinámica de “Cementerio de coche” y los más de ocho minutos de su continuación, “Lluvia en el cementerio de coches”, en los que se dibujan un recorrido por la versatilidad compositiva de Havalina. La última página es para “Ulmo”, despedida intimista a la par que grandiosa que pone fin a estos once relatos cortos, once canciones y una única forma de hacer música, que convierte al oyente en protagonista de una gran historia.

ClickAquí para escuchar el primer single: “Un reloj de pulsera con la esfera rota”