Historia de la música occidental, de Burkholder, Grout, y Palisca

Por Ricardo Martínez

VV.AA. Historia de la música occidental (8ª ed.)

Alianza, Madrid, 2015

En el Prefacio, tan sustancioso como ilustrativo, que presenta esta 8ª edición se nos recuerda que “han existido grandes sociedades que no utilizaron la rueda, pero no ha habido ninguna que no contase historias, que no hiciese uso del relato”, y ello es el argumento de que se valen los autores para señalar que esta Historia de la música occidental “es un relato del origen de la tradición occidental y de sus transformaciones durante siglos, desde los tiempos antiguos hasta el momento presente” Y, un poco más adelante, aclaran: “el relato se centra en las obras, los estilos, los géneros y las ideas musicales que han resultado ser los más influyentes, duraderos y significativos”

Esta afirmación es fácil de comprobar si consultamos lo exhaustivo del Indice, donde encontraremos materia de conocimiento y disfrute desde temas como ‘La música en la antigüedad’ hasta ‘La música después de los 70’ pasando por ‘La polifonía a lo largo del s. XIII’ o ‘Las tradiciones divergentes en el s. XIX’ Es decir, un vasto campo de investigación pleno de amenidad y enjundia. Si a ello añadimos unas 40pp. de un glosario clarificador de términos alusivos a la música (y el doble de páginas de bibliografía actualizada) tenemos, sin duda, un libro relevante y necesario tanto para consulta como efectivo a la hora de pensar en la función de la música desde nuestros orígenes, para estimar el bien de la música como actitud, como compañía y disfrute

Alguien -de espíritu sensible, sin duda- ha hecho alusión en su día a la música como al arte por excelencia, toda vez que en sí encierra muchas otras virtudes: el de la sugerencia amorosa, el del paisaje, el de la vulnerabilidad del tiempo… La música, siempre, como elegante reclamo emocional, como incitadora de la memoria, como actividad lúdica y festiva.

Podría decirse que este libro voluminoso y rico en contenidos que ahora nos entrega Alianza (¡ya en su 8ª edición!) encierra estos bienes y muchos más, por cuanto, con información clara y detallada y con un lenguaje perfectamente asequible al interesado. Su contenido nos lleva de viaje por el camino de la historia para relatarnos lo que ha sido la relevancia de la música a lo largo de las distintas épocas. Pero aún más, en el fondo, lo que nos relata es la vida del hombre, ligada, inextricablemente, a los sonidos, al canto, a la relación armónica con lo otro y con los otros a través de la convocatoria que ejerce la música.

Es, entonces –podría decirse- un libro acerca de la música y el arte musical pero a la vez un libro de antropología en la medida que el hombre está siempre de fondo: como generador de sonidos y establecer relaciones entre ellos que sugieran un sentido de belleza; para acunarnos espiritualmente no solo a través de la percepción de esos sonidos, sino, lo que es muy importante, a través de los significados que, cada uno de nosotros, podamos atribuirles como valor, como representación (Cuando escuchamos una sinfonía, por ejemplo, ¿no es cierto que cada cual, cada oyente, está escuchando, está implicándose emocionalmente en una sinfonía distinta sin dejar de ser la misma la que se está interpretando?)

Vivir, pues, y re-vivir la música. Una verdad inextinguible en la vida del hombre. Una parte de nuestro ser, de nuestra identidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *