Peter May avala el regreso de Fin Macleod en «El último peón»

«La vida seguía para los demás como si nada hubiera pasado. Y sin embargo, para Fin el descubrimiento de los restos de Roddy en la avioneta en el fondo del lago había cambiado todos sus recuerdos, alterando para siempre su versión de aquella historia y la forma en que habían ocurrido las cosas».

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El último peón, de Peter May.

Actualidad editorial:

Peter May cierra con su nuevo trabajo, El último peón (Grijalbo, 2015), «una de las trilogías de novela negra mejor consideradas de los últimos años» (según The Independent), que tan solo en el Reino Unido ha vendido más de un millón de ejemplares. En El último peón, el escritor escocés nos trae de nuevo a su personaje más emblemático, el ex inspector Fin Macleod de La isla de los cazadores de pájaros y El hombre sin pasado, y a la otra gran protagonista de sus intensos thrillers: esa isla al noroeste de Escocia, azotada por el viento implacable del océano, donde las tradiciones pero también los secretos pasan de una generación a otra.

«Había vuelto al claustro materno, a su isla natal, pero no estaba seguro de por qué. En busca de lo que había sido, quizá. Lo único que sabía con certeza era que el cambio era irrevocable, y había empezado el día en que un conductor se llevó la vida de su pequeñín en una calle de Edimburgo y no se detuvo».

En la isla de Lewis cada cierto tiempo un lago desaparece: se trata de un fenómeno natural que hace que ocasionalmente y de la noche a la mañana, el agua se esfume. Pero esta vez, en el fondo del lago descansan los restos de una avioneta y en su cabina, los de un cadáver. Durante diecisiete años todos habían creído que la avioneta de Roddy Mackenzie, el líder de un joven grupo de música local, cayó en el océano al poco de despegar. Un desgraciado accidente. Ahora Fin Macleod sabe que tiene delante la escena de un asesinato y que su viejo amigo Whistler, a su lado, calla algo. Fin, que ha vuelto a Lewis tras dejar el departamento de homicidios de Edimburgo para comenzar una nueva vida, siente que debe investigar aunque ello le obligue a bucear en su propia juventud y en la historia de esta isla. Y pronto se dará cuenta de que desenterrar la verdad podría destruir el futuro.

«Pero el lugar había cambiado. El viejo tejado de cinc oxidado había sido reemplazado por lo que parecía un techo de paja hecho a mano incongruentemente equipado con paneles solares en el extremo que daba al sur. Todo el conjunto estaba asegurado contra los vendavales que soplaban desde el Atlántico por una red de pescador extendida encima del tejado y sujeta por piedras que colgaban de trozos de soga. Era como retroceder en el tiempo».

A finales de 2009 la editorial francesa Actes Sud publicó La isla de los cazadores de pájaros, una novela que les había presentado el autor escocés Peter May y que había sido rechazada por las principales editoriales británicas. La historia del inspector Fin Macleod, que regresa a su isla natal de Lewis para investigar el macabro asesinato de un antiguo compañero de clase en el marco de un escenario marcado por tradiciones antiguas y cruentas, tuvo una entusiasta acogida por parte de la crítica y los lectores (galardonada con el Premio de los Lectores-Ancres Noires 2010 y el Cezam Prix Littéraire 2011, y el Premio Barry a la mejor novela). El hombre sin pasado, la segunda entrega protagonizada por el inspector retirado Fin Macleod, consagró definitivamente a May como uno de los escritores de suspense más originales de la actualidad. Permaneció 18 semanas entre los diez libros más vendidos en Reino Unido, recibió tres premios en Francia (Premio de los Lectores-Ancres Noires 2012, Premio de los Lectores de Télégramme y Premio Internacional del Festival de Cognac) y fue finalista al Dagger y al Premio a la Mejor Novela de Intriga Escocesa. Con El último peón, que se publica ahora en España, y siguiendo las palabras de muchos críticos, se cierra una gran trilogía que supera con creces las esperanzas depositadas en ella y recoge lo mejor del thriller que actualmente se hace.

Peter May (Glasgow, 1951) fue periodista antes de convertirse en uno de los guionistas y productores más brillantes de la televisión del Reino Unido, carrera que aparcó un día para dedicarse a la literatura. Actualmente vive en la región de Lot, en el sur de Francia, y pasa temporadas en el sur de España.

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El último peón.  Peter May.  Editorial Grijalbo, 2015.  416 páginas.  17,90 €

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