Cuestionario literario a Perpetuo Fernández

 destierroPerpetuo Fernández no es más que un pseudónimo, más en concreto el pseudónimo que utiliza Juan Diego Fernández Rosado para proponer una provocadora, surreal a la par que extremadamente verosímil -¿proféticamente futurible?- novela: El destierro de los reyes (Editorial Anantes). Si bien el título de por sí pre-anuncia una trama que no dejará, por lo menos, indiferente a los más acérrimos y fieles monárquicos, el hecho de que sea una libre reescritura de la obra de teatro Les rois en exil escrita por el dramaturgo francés del siglo XIX Alphonse Daudet nos alerta desde el inicio de que estamos ante una novela de claras connotaciones políticas, una novela que, planteando un futuro imaginado e imaginable, pone en entredicho el actual sistema político y estatal planteando como posibilidad una realidad completamente otra. Como Daudet en su tiempo, Perpetuo Fernández sitúa la acción en un tiempo futuro, aunque no lejano y en el que las referencias culturales y políticas siguen siendo las mismas, en un tiempo en el que Cataluña es un Estado independiente y en el que la victoria de la izquierda implica la definitiva implantación de la Tercera República. Los monarcas, obligados al exilio, se refugian en Cataluña, país que les acoge; la pelea interna ante la aceptación de su obligada pérdida de la corona y la implantación, por vías democráticas, de la República y el dese obcecado y teñido de rabia por recuperar el poder perdido y recuperar la corona que, según su lógica, les pertenece sin discusión posible es el eje temático de la obra. El poder, la aceptación de la derrota, las ansias de poder o el respeto por los procesos electorales y las decisiones de los electores y de sus representantes son los temas que El destierro de los reyes, temas que, sin duda, a todos ustedes les suenan, temas que obligan –a algunos más que a otros- a la reflexión.

 

¿Cuál es su idea de felicidad perfecta?

Comer, dormir y callar.

¿Cuál es su gran miedo?

No despertar.

¿Cuál considera que es la virtud más sobrevalorada?

La sociabilidad.

¿En qué ocasiones recurre a la mentira? (en el caso que confiese mentir)

Casi siempre.

¿Se muerde la lengua antes de expresar determinadas opiniones por temor al qué dirán?

Ya no tengo lengua.

¿Cuándo fue la última vez que tuiteó o publicó algún comentario en las redes sociales con plena libertad?

Ayer.

¿Qué es para usted la libertad?

Respeto y educación.

¿Siente el ser una persona reconocida públicamente le resta libertad con respecto a la persona anónima?

Justo eso me da más libertad.

¿Hablar y expresar públicamente opiniones políticas o silenciarlas?

Las muestro en silencio públicamente.

¿Activismo público o compromiso privado?

Activismo privado.

¿Informarse o ser informado?

Me informo sin remedio.

¿Qué es para usted y qué valor tiene la información?

Puro entretenimiento, más ficción que realidad.

perpetuo

La cultura, ¿cuestión de esnobismo o conocimiento transversal?

Yo mismo soy cultura.

¿Todo es cultura? O, mejor dicho, ¿qué no es cultura para usted?

La ordinariez.

¿Sus referentes culturales son literarios, musicales, artísticos,

cinematográficos…?

Todos a la vez.

¿Un autor para releer?

Sawa, Lanza.

¿Un autor recién descubierto?

Emilio Losada.

¿Una película, una obra de teatro o un espectáculo recientemente visto y que no olvidará?

“Crash”, película.

La creación, ¿un arte, una pasión o un ofició que se puede aprender?

Pasión.

¿Todos podemos escribir un libro?

Claro.

¿Todos podemos publicar?

Pues sí.

¿Todos podemos ser artistas?

No.

El éxito, ¿personal o profesional?

Siempre personal.

El éxito, ¿fama, dinero, reconocimiento o no necesariamente?

No necesita de eso.

¿Cuál considera que es su gran logro?

Sobrevivir.

¿Cuál es su lema?

“Levántate y anda”.

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