Los Álamos: un auténtico beach festival

Por: Marisa Nocea

El fin de semana del 17 al 19 de julio tuvimos a lo largo de todo el territorio nacional varios buenos eventos: FIB, Etnosur, Alrumbo,Los Álamos…, siendo de este último su primera edición. Teniendo en cuenta el interés por el crecimiento de los festivales, quise estar presente en Los Álamos, ya que los demás festivales tienen ya un gran éxito y que por suerte aún les queda mucha vida.

Tras ver las cifras, y, sobre todo, estar allí presente, no cabe duda del éxito rotundo de esta primera edición. Más de 20.000 asistentes cada día lo confirman, y por ello ya se ha confirmado una segunda edición para el 2016 (y que si pudiera no coincidir con la fecha de los otros dos festivales pues mejor que mejor).

LUCES

Antes de ir y observando el enclave, la playa de Los Álamos en Torremolinos, parecía un lugar perfecto para organizar un evento de este tipo. Otro análisis previo fueron los artistas del cartel: un escenario de electrónica muy potente (con un público claro), un escenario latino (con un público algo distinto al anterior), y un escenario indefinido donde tenían cabida desde Javiera Mena hasta las Azúcar Moreno (aquí no me hacía una idea clara del público de este escenario). Por suerte en la práctica supieron definir bien los tres conceptos que más adelante os cuento.

Javier Mena sobre el escenario
Javier Mena sobre el escenario

El acceso a Los Álamos era cómodo, ya que tiene parada de tren, aeropuerto cerca y fácil acceso con coche. Mi elección fue esta última. A pesar de la poca dificultad que tiene llegar a Torremolinos, los que no conocemos la zona y no nos fiamos mucho del GPS  no lo tuvimos tan claro para llegar. No fue difícil ya que dando algunas vueltas conseguí guiarme, pero llamaba la atención la falta de señalización por parte del festival, pues lo lógico hubiera sido “empapelar” Torremolinos de flechas que lleven al lugar. A pesar de esto llegué bien a la zona y mi preocupación pasó a ser la búsqueda de aparcamiento, porque teniendo en cuenta el número de asistentes debía estar todo abarrotado. Ya me imaginaba andando kilómetros con la mochila y la tienda a cuestas cuando por sorpresa para mí, encontré justo en la zona del festival varias explanadas llena de coches y de aparcamientos libres, además a tres pasos de la misma playa.

Una vez aparcado, tocaba ir a acreditarse. Muchos asistentes ya lo habían hecho el día anterior con motivo de la fiesta de apertura, así que realmente no tuvimos que esperar ni cinco minutos de cola para conseguir nuestras pulseras de acceso al festival y al camping. Tampoco hubo cola para acceder a la acampada, pero sí varios contratiempos: no se podía entrar con nada de cristal y nada que se pudiera considerar peligroso (criterio random). Con ello se quedaron fuera todas las colonias, botes de comida, cremas, sombrillas, y por supuesto alcohol. En mi caso, también cayeron las palas de la playa, todo un arma blanca. Lo bueno es que luego podías salir a recogerlo (si lo encontrabas entre tanto objeto requisado) y guardarlo en el coche si lo tenías por allí. A cambio de esto, el bar del camping, que además de ser bar hacía un poco de supermercado, tenía unos precios muy asequibles (cerveza 1€). Dentro del festival los precios subían. Había algunas zonas techadas pero que obviamente habían sido ocupadas por los primeros en llegar. Aún así la disposición de las tiendas era bastante ordenada y, a pesar de haber colgado el sold out en el camping, el lugar no estaba lleno (algo que se agradece, tanto por las tiendas como por la ausencia de colas en las duchas, algo inédito en un festi).

Algo que también fue de agradecer (y mucho) es que la entrada al camping estaba a cinco minutos de la entrada al festival. Andando un camino que rodeaba el recinto de los escenarios llegabas a la zona de acampada, que a pesar de estar junto a un escenario no recibía demasiado ruido de la música. Con la tienda tan cerca, podías volver a coger y dejar cosas durante el transcurso de la noche.

Atardecer lleno de música
Atardecer lleno de música

Al entrar en el recinto me percaté del primero y uno de los principales problemas del festival: el suelo era de arena de playa. El problema no era solo la dificultad al andar/bailar que suponía, si no que cuando había mucha gente bailando se levantaba demasiado polvo y se hacía bastante desagradable respirar con tanta polvareda. Con un poco de agua que humedeciera la arena podría haberse reducido un poco este problema que esperemos que para la próxima edición se tenga en cuenta. Otro cosa que me faltó a la entrada fue el horario impreso. Siempre viene bien tener un horario a mano para saber dónde ir a cada momento sin necesidad de buscar en el móvil o preguntar.

A un lateral de la entrada se encontraban los puestos de comida, y poco más adelante el escenario de música latina. El escenario mayor con diferencia era el de música electrónica, con un gran montaje, amplio espacio para el público y las zonas vips a ambos lados. Este escenario contaba con fuentes, pantallas gigantes de led, lanzallamas… Todo un espectáculo en sí mismo.

ROBOT
Robot en el festival
TOPACIO
Topacio

En el lateral derecho estaba el escenario “Superfresh”, cuya madrina y presentadora no podía ser otra que la carismática Topacio Fresh. Allí se dieron cita los momentos más divertidos y “locos” del festival: la estrambótica puesta en escena de la maravillosa Javiera Mena, la sesión del diseñador David Delfín, la actuación de unas Azúcar Moreno totalmente reinventadas con ritmos eléctricos bajo sus clásicos temas, el show de las Nancys Rubias con Mario Vaquerizo a la cabeza (y todo el público bailando al ritmo de “Me encanta”)… Además, todo ello amenizado por un elenco de vedettes que animaban al público durante las actuaciones. Un escenario un poco ambiguo al principio pero que una vez allí tuvo su perfecto lugar y función. Mientras, en el escenario latino daban ritmo a los asistentes grupos como las K-narias, La Nueva Escuela o Clase A.

Actuación de Las Nancys Rubias
Actuación de las Nancys Rubias

Pero sin duda el escenario principal y alma del festival era el de electrónica, siempre lleno de gente disfrutando del gran montaje, los efectos de luces, de los bailes y acrobacias. Un escenario a altura de muchos festivales mucho más longevos y más conocidos. Desde la entrada de The Zombie Kids el público se empezó a animar mucho más.

Zombie Kid
The Zombie Kids

Siguieron animando al público algunos dj’s como Juanjo Vergara o Albert Neve, pero fue Abel Ramos el encargado de dejar al público a punto para la entrada del plato fuerte de la noche: Nicky Romero. Increíble el ambiente de los presentes, que no podía parar de bailar durante su sesión. Una lástima que a veces resultara agobiante por el levantamiento de la arena al saltar. Los encargados de cerrar el escenario fueron The Chainsmokers, que pusieron el broche final a la primera jornada.

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Nicky Romero

La segunda jornada se presentaba bastante bien, y no sólo porque llegara el turno de los más esperados, Dimitri Vegas & Like Mike, sino porque tras levantarte y asearte, te esperaba la playa en cinco minutos  a pie. Además, la zona estaba llena de chiringuitos y beach clubs en los que poder comer y coger una tumbona para tomar el sol de la mejor manera.

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El segundo día estuvo más lleno, si cabe, que el primero. Muchos fueron los que optaron por la entrada de día para disfrutar del sábado de festival. Tanto el público del escenario latino como el de electrónica fue significativamente superior al día anterior. Sin embargo, y a pesar de que al final de la noche todo el mundo estaba satisfecho y feliz de asistir, hubieron dos ausencias muy comentadas: una de Osmani García (sí, la canción del Taxi), y la de Like Mike. Muchos no nos dimos cuenta de la falta del cantante cubano, pero sí que hubieron muchos seguidores de su música descontentos por el tema, no sólo porque no estuviese a pesar de estar en el cartel, sino por no recibir ninguna explicación ni por parte de la organización ni por parte del artista. Por este hueco libre tuvieron que jugar con los tiempos y alargar a los aclamados Gente de Zona. A pesar de que no me afectara demasiado la falta de Osmani García, creo que nunca jamás se puede caer un artista y no dar una sola explicación del por qué. La otra falta fue mucho más perceptible ya que fue Like Mike el que no pudo estar presente por motivos de salud. Aún así, Dimitri Vegas supo dar las explicaciones oportunas y hacer olvidar al público la ausencia de su hermano.

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Dimitri Vegas

Durante todo el festival estuvo presente la policía: camping, recinto, exteriores… Lo que también se agradece porque ni se han oído casos de robo en el camping ni altercados destacables dentro del recinto de conciertos.

A decir verdad, aunque el festival pintaba bien por el tema de la playa y los cabezas de cartel, me esperaba mucho menos nivel de organización y menor asistencia de público. Tanto la organización del festival, como el montaje de escenarios, como camping y demás han sido extraordinario. Son pocos los aspectos a mejorar, que además estoy segura que pulirán para su próxima edición. Mi enhorabuena al festival y por supuesto, nos vemos el próximo año en Los Álamos Beach Festival.

Los Madds
 Madds

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