Luis Zueco a propósito de “El castillo”, su nuevo libro

«El miedo es bueno –solía decirle su padre–. Te mantiene alerta, te hacer valorar todas las opciones. El miedo es el aliado de los valientes y el peor enemigo de los cobardes».

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El castillo, de Luis Zueco.

Luis Zueco (Borja, 1979) es novelista, historiador, investigador y fotógrafo. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica. Es miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación. Su novela El escalón 33 recibió la Mención de Honor en el Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2012, el Premio al Mejor Thriller Histórico 2012 de la web Novelas Históricas y fue seleccionada en el I Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda.

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El castillo.  Luis Zueco.  Ediciones B, 2015.  690 páginas.  21,00 €

Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, construido cuando esa zona era una peligrosa tierra fronteriza. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña? Todo comenzó en el siglo XI, época de reconquista, cuando el rey Sancho III el Mayor mandó levantar una fortificación desde la que se pudiese avistar al enemigo musulmán a una distancia de diez kilómetros. Con la promesa de un futuro próspero atrajo a una multitud para quien la supervivencia se convirtió en una heroicidad cotidiana. Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo o un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca. El Castillo cuenta la historia de esas personas, sus pasiones, aventuras, ambiciones y traiciones; Y cómo lograron culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave en la Reconquista.

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P.- ¿Por qué el castillo de Loarre para ambientar su novela? ¿Qué le atrajo más de ese lugar para convertirlo en eje central de la historia?

Primero la monumentalidad y su estado de conservación, quería que después de leer la novela, el lector pudiera visitar los mismos espacios que los protagonistas. Eso en Loarre es posible porque quedó suspendido en el tiempo, prácticamente tal y como era en el siglo XI, tal es así que está considerado el castillo románico mejor conservado de Europa. Quien conozca o visite Loarre entenderá enseguida porque lo elegí.

Pero además, la cronología era esencial para la trama, quería un momento histórico poco utilizado y apasionante, y el inicio del siglo XI sin duda lo es: máximo auge territorial del Reino de Pamplona, formación de los Reinos de Aragón y Castilla, cambio de rito mozárabe por el romano y las taifas todavía en un momento de esplendor.

P.- ¿Cómo ha sido el proceso de documentación histórica? ¿Resulta complicado ajustar la ficción a parámetros reales ya acaecidos?

Desde luego que sí, es uno de los grandes retos de la novela histórica. La documentación histórica no me resultó complicada por mi formación, sí en cambio los procesos constructivos. Es difícil saber cómo se construyó Loarre, por ejemplo, su bóveda es única en el románico, es todo un misterio que yo intentó resolver en la novela.

Creo que hemos conseguido una novela que ajusta muy bien ficción y hechos históricos, que gustará tanto a los amantes de la historia como a los que buscan una trama apasionante, con intriga, amor, venganza, etc. Para ello la clave es que los protagonistas no son los reyes ni los nobles, puesto que ellos no construyeron Loarre, los personajes principales son los hombres y las mujeres del pueblo llano que se dejaron la vida, en un lugar tan peligroso, para edificar una monumental fortaleza.

P.- ¿Qué representa el castillo de Loarre en la historia española y en concreto para la Reconquista?

Es esencial en la conquista del Valle del Ebro, ya que se construye justo en el límite entre el llano y la montaña. Permite a los cristianos divisar desde allí todas las riquezas de los musulmanes, crear en ellos un deseo de conquista. Y a su vez, ser un centro de operaciones desde donde los reyes prepararon la toma de las grandes ciudades musulmanas del norte. Pero debemos de recordar que el concepto de Reconquista de aquella época no es como el que nosotros mayoritariamente creemos, eso se ve de forma muy clara en la novela.

Luis Zueco.

P.- Novela de numerosos personajes, muchos anónimos, que ¿llegan a conformar quizás un fiel retrato de la sociedad que imperaba en el siglo XI?

Esa es la idea, sentirse como un habitante del siglo XI. Poder imaginar como pensaban, amaban, luchaban y lloraban hace mil años. Esto es muy difícil, pero hay esta la grandeza de las buenas novelas históricas.

P.- Desde la ignorancia y el miedo, los personajes consiguen levantar un castillo que hoy es clave en nuestra geografía. También es por tanto esta, una historia de superación humana.

Sin duda, la primera impresión que tienes cuando te acercas a Loarre es ¿cómo es posible que levantaran semejante castillo ahí? Incluso con los medios de hoy en día sería seguramente inviable económicamente hablando. Pero estamos en el siglo XI, sus habitantes no entendían de nuestras limitaciones actuales. Tenían otra forma de ver la vida, la religión y la muerte. Los constructores del Castillo de Loarre son unos auténticos héroes y se merecían una gran novela. La vida de aquellas gentes es la historia de un superación continua, no había descanso, cada día podía ser el último.

P.- Pero no todo gira en torno al castillo, también surge una historia de amor a tres bandas que capta con fuerza la atención del lector.

Es que la novela es muy de personajes, la construcción del castillo es una excusa para hablar de sus vidas. Los dos personajes femeninos principales, Eneca y Ava son fantásticos, y a la vez totalmente diferentes. Eneca representa la tradición, la montaña y las antiguas creencias; Ava es la modernidad, la valentía, el deseo de conquista de los recién nacidos reinos cristianos, su ansía de abandonar la montaña, llegar al llano y después al mar. Pero ambos personajes son maravillosos y el lector tendrá que elegir entre uno de ellos, esa es una de las claves de la novela. A mí me resultó muy difícil hacerlo.

P.- Eres miembro de una asociación de amigos de los castillos. ¿La afición y pasión por el tema se han impuesto en algún momento a lo largo de la escritura del libro?

Esta historia está en mi cabeza desde antes de empezar a escribir mi primera novela, es un proyecto de largo recorrido. Decidí esperar el momento oportuno, tener ya un bagaje como escritor y encontrar una gran editorial como Ediciones B. El libro está escrito desde la pasión a los castillos y la Edad Media, pero también desde la experiencia y el trabajo de un escritor. De todos modos creo que hay que escribir sobre temas que te apasionen, construir personajes que se levanten del papel y casi puedas ponerte a hablar con ellos.

P.- Leyendo tu libro no he podido evitar pensar en Los pilares de la tierra de Ken Follet. Allí era una catedral, aquí un castillo. ¿Influencia quizás del escritor británico?

La verdad es que no, admiro a Ken Follet pero a parte de la construcción de un edificio medieval, tan distinto como puede ser una catedral y un castillo militar, hay poco de influencia. Mi novela está ambientada en la formación de los distintos reinos de España, en el cambio de rito religioso, en el enfrentamiento contra los taifas musulmanas, en un enclave fronterizo cercano a los Pirineos y cuyos personajes principales son dos mujeres. Mis referentes de novela histórica son nacionales, creo que en España tenemos algunos de los mejores escritores de este gran género.

P.- ¿Cuál crees que puede ser la razón básica del actual éxito que vive la novela histórica?

La novela histórica no es una moda como otras, la buena novela histórica gusta a todos, tanto a los apasionados de la historia como a los de la literatura en general, porque sus tramas tienen la fuerza de revivir el pasado, y quién no ha soñado alguna vez con ser un caballero medieval en la alto de la torre de un castillo o una de esas valientes damas que movían los hilos reinos y condados. Además, el lector valora mucho todo el trabajo de documentación y la recreación de la época, como comentábamos al principio de la entrevista, resulta complicado ajustar la ficción a parámetros reales ya acaecidos, por eso es tan difícil escribir novela histórica y, al mismo tiempo, esa es una de las razones de que guste tanto al público.

P.- ¿Tienes ya algún nuevo proyecto narrativo entre manos?

Sí, varios. Aunque ahora estoy centrado en El castillo, hay fechas en las que estoy haciendo dos presentaciones en el mismo día en localidades distintas, eso es maravilloso, me encanta poder conversar con los lectores. Al final son ellos los que tienen que hacer las historias suyas y vivirlas.

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Por Benito Garrido (@benitogarridog).

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