Lo que no le falta a Christina Rosenvinge

Por: Marisa Nocea

Ocho meses hacía desde la último concierto de Christina Rosenvinge en Madrid. El pasado jueves la artista madrileña llegaba a la sala Joy Eslava para volver a ofrecer su música con motivo del lanzamiento de su trabajo Lo nuestro, publicado este mismo 2015.

rosen2

Aunque la hora de inicio anunciada era las 21:00h, Christina alargó el comienzo del espectáculo unos 20 minutos, cuando se bajarían las luces y saldría al escenario junto a su banda. Al poner pie ante el público, se produjo una lluvia de gritos que decían “guapa” y “artista”. Abría la noche con Alguien tendrá la culpa, tema perteneciente al nuevo trabajo. Siguió su repertorio dejando claro que los asistentes disfrutarían de un buen directo, donde había cabida para momentos tranquilos, momentos eléctricos muy potentes y algunos ratos de psicodelia. Un cóctel perfecto, más si viene de la señorita Rosenvinge.

Hizo un repaso por trabajos anteriores con temas como Anoche – El puñal y la memoria y La distancia adecuada, del disco Tu labio superior (2008). Para este tema dejó la guitarra a un lado y se sentaró al teclado, como luego haría con otras canciones, y le dio un toque más alegre a la canción, palmas del público incluidas.

Momento especialmente emotivo fue durante el tema Pobre Nicolás, para el cual se apagaron las múltiples luces de ambiente del escenario y se iluminaba la bola de espejos, creando miles de puntos de luz en el público. Este bonito momento sería la antesala a otro tema que transporta al público, Canción del Eco, de su anterior trabajo La Joven Dolores (2011).

Tras ella, presentaba a sus compañeros de escenario y daba paso a otras canción del último disco como Lo que te falta, La tejedora o La muy puta. Sobre las 22.45h dejarían vació el escenario para volver poco después Christina en solitario. “¿Qué canción q1ueréis escuchar? , mientras los escenarios contestaban “¡Tu boca!” “¡Animales Vertebrados!”… Uno de los temas que ofreció fue Negro cinturón, mientras explicaba que le gusta hacer canciones profundas, pero a veces hace una canción ligera a las que llama de “Chimpún” y esta era una de ellas. Tras tocar en solitario, volvería la banda para acompañarla en el tema Tu sombra pero en versión cumbia.

rosen1

No se cual es el secreto de Christina Rosenvinge, pero logra enamorar hasta a la última persona que presencie su directo. Como efectivamente le gritan en las salas, es una gran artista que consigue crear grandes sentimientos con su música, y que sin duda sabe trasladar a los escenarios a la perfección.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *