El concierto de U2 en Nueva York el 2 de diciembre de 2014

Por: Octavi Franch
Ya sé que hace más de un año de este concierto, pero yo me enteré el otro día y tenía muchísimas ganas de hablar sobre él. Me lo filtró un amigo megalómano que regenta un bar musical en el corazón del barrio del Poblenou en el distrito de Sant Martí de Barcelona.

Por mi parte, ni había tenido constancia del accidente de Bono ni del show en cuestión ni de nada de nada. Mi sorpresa fue mayúscula y muy excitante cuando vi, en la inmensa pantalla del mencionado bar, al mejor grupo de pop de todos los tiempos (con permiso de The Beatles) con dos cantantes sustitutos, es decir en Chris Martin de Coldplay y Bruce Springsteen de The Boss Band.

CONCIERTO U2

El espectáculo formaba parte de un acto organizado por la asociación RED que lucha para erradicar el SIDA en el planeta. De hecho, el presentador del evento fue el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, incansable luchador contra esta lacra del siglo XX que todavía, por desgracia, perdura.

Sobre la actuación del mítico, legendario e inigualable Bruce Springsteen hay muy poco que decir. Y nada negativo, claro. Las versiones de los clásicos de finales de los 80 (recordad este año: 1987, el mejor de la historia del rock) Where the streets have no name y I still have not found what I’m looking for no fueron ni mejores ni peores que los originales registrados por el mejor grupo de música nacido nunca en Irlanda; fueron diferentes. Fue como si los U2 se hubieran separado un montón de años atrás y se hubieran reunido (ay, las reuniones de las bandas de los 70 y 80…) al cabo de mucho tiempo. Si coges a un grupo excelente y lo mezclas con la mejor voz moderna de los Estados Unidos, pues por lógica el producto final será brutal. Hasta aquí me parece que estamos todos de acuerdo. Pero la intervención del líder de Coldplay es otra historia.

Coldplay es un grupo que funciona, que me gusta, uno de los mejores grupos de pop de finales de los 90 y principios de siglo XXI. Todo correcto. Pero, sintiéndolo mucho, Chris Martin no era la mejor elección para versionar las canciones electrónicas y melodiosas de las 2 épocas de U2. Ni mucho menos. Si en el caso anterior constatábamos que las versiones de las canciones antiguas y rockeras habían sido diferentes, pero igual de buenas, aquí no podemos decir lo mismo. Chris Martin destrozó las dos piezas que interpretó: Beatiful Day y, sobre todo, mi queridísima (la versionaba en los 90, cuando un servidor era músico) With or Without You. Como decía el poeta perico: Un desastre total.

Mi elección para cantar los dos mencionados singles habría sido: Sting o Thom Yorke de Radiohead o James Dean Bradfield de The Manic Street Preachers. Confiamos en que Bono no sufra ninguna desgracia y U2 continúe ejerciendo como lo que es: la inspiración principal para todos los grupos de pop del planeta.

 

logo

 

 

 

 

 

 

www.octavi-franch.com

octavi-franch.blogspot.com.es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *