Los palimpsestos, de Aleksandra Lum

 

Por Pedro Pujante.

EDITORIAL MINÚSCULA, 2015

palimpsestosLos palimpsestos es la primera novela de Aleksandra Lun (Gliwice, Polonia, 1979). Resulta llamativo que la autora polaca haya elegido el español para inaugurar su carrera literaria. Pero no nos sorprenderá tanto esta propuesta, cuando accedamos a Los palimpsestos. De hecho, es totalmente coherente con su argumento y con las tesis que en él se plantean, si es que a una obra de ficción de este tipo se le pueden atribuir tesis. Estamos ante un relato delicioso, un juego en el que la imaginación destartalada, humor, ingenio y un bagaje literario manifiesto se alían al servicio de una trama absurda por momentos, hilarante e incluso conmovedora.

El protagonista, un exiliado lingüístico, un escritor que, al igual que Conrad, Fabio Morábito o Nabokov, ha decidido escribir sus obras en una lengua no materna, en este caso en antártico. El fracaso de su primera novela le sume en un estado mental deplorable y deberá acudir a una clínica en la que se le aplicará un tratamiento barlebiano, mediante el que se trata de curar su grafología extranjera. Si has oído hablar de Vila-Matas, Pasavento y Melville en un mismo lugar es posible que te puedas hacer una idea de las claves de esta terapia de carácter literario. O quizá tampoco.

Entre insólitos sueños, ideas vagarosas, situaciones esperpénticas y cómicas nuestro antihéroe, escritor frustrado que escribe en antártico, un  reprimido sexual, que hubiese querido ser veterinario, nos irá desvelando sus cuitas, sus fobias y filias, y en definitiva, un  universo privado que está desbordado de citas literarias y un loco modo de ver la realidad.

Heredera de Vila-Matas y Gombrowizc, Lun nos presenta esta primera pero intensa novela. Una obra ingeniosa que hará las delicias de los lectores. Con un lenguaje fresco y diáfano, Los palimpsestos es una historia que bordea los límites del absurdo beckettiano, la comedia psicoanalítica de Woody Allen y el surrealismo de Gómez de la Serna. Por estas páginas, además, veremos desfilar, además de los ya nombrados a Sebald, Cercas, Cioran, Ionesco,  Vonnegut, Blixen o Agota Kristof.

Una fábula sobre el idioma materno y la creación literaria, sobre los escritores y sus patrias lingüísticas, sobre el verdadero sentido de nuestros idiomas y las propias enemistades que a través de la literatura se configura en torno a un texto, su proyección idiomática, social y sus formas menos literarias. Quizá se echen de menos más tensión y más coherencia argumental. La ‘ligereza’ y el excesivo tono humorístico con los que la autora ha querido dotar a su relato le restan cierta profundidad.

No obstante, estamos ante un libro divertido, inteligente y con afilada ironía. Los palimpsesto es de esos libros sin demasiadas pretensiones, pero que de algún modo dejan una leve huella tras su lectura.

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