Mi perfecta hermana (2015), de Sanna Lenken
Por Lidia Ene.
Sanna Lenken, la guionista y la directora sueca, debuta en la gran pantalla con un drama sobrecogedor, digno de ser una obra maestra de cualquier otro cineasta más experimentado. Stella (Rebecka Josephson), la más pequeña de la familia, protagoniza secuencias enteras de planos medios que describen a la perfección la angustia de una adolescente que vive a la sombra de su hermana perfecta, Katja (Amy Deasismont).
Katja es patinadora de hielo y con la ayuda de su entrenador, Jacob (Maxim Mehmet), participa en campeonatos nacionales. Para conseguir la cima entrena día tras día. Pero tras los primeros diez minutos de metraje, su hermana menor se da cuenta de que algo va mal. Katja no es tan perfecta como parece a los ojos de los demás, sobre todo, de sus padres, Karin (Annika Hallin) y Lasse (Henrik Norlén).
Stella es la auténtica protagonista de la película, encarnada por una actriz de tan solo 11 años, nieta de Erland Josephson, actor que apareció en numerosos films de Ingmar Bergman. A punto de entrar en el emocionante mundo de la adolescencia, tiende la mano a su hermana e intenta serle leal a pesar de las graves consecuencias. Stella, quien se da cuenta de que su hermana sufre de bulimia y anorexia, dos trastornos alimenticios que afectan aproximadamente al 10% de la las mujeres en Suecia según los productores de la cinta, se arrastra al abismo al igual que Katja.
Cuando el resto de su círculo más cercano se da cuenta del problema, los padres y el entrenador, procuran ayudarla sin resultados favorables. Es entonces cuando el drama se vuelve más asfixiante que nunca, cuando los personajes de la película muestran la realidad de una enfermedad grave. Stella, probablemente la persona más consciente de la gravedad de este problema, se desmorona junto al resto de su familia, pero solo para volver a levantarse y tener la certeza de que su idealizada hermana pueda recuperarse.
Sanna Lenken, graduada en el Máster de Escritura y Guion por Dramatiska Institutet, la escuela de cine Nacional de Suecia en 2009, cree que los trastornos alimenticios solo se han reflejado en algunos documentales, pero el tema no se ha tratado con más profundidad. Por eso, la cineasta decidió reflejar esta terrible realidad a través de una película que más que centrarse en el sufrimiento de “la enferma” se centra más bien en su entorno familiar, roto y abatido por el dolor.
En realidad, la ópera prima de la directora sueca plasma algunas vivencias personales. En declaraciones a otros medios, la cineasta explicó que vivió la enfermedad muy de cerca, sufrió de anorexia y su propia hermana siempre estuvo muy preocupada por ella pensando que se iba a morir. Mi perfecta hermana no solo refleja el dolor y el sufrimiento de la afectada sino también el desmoronamiento de unos padres y en este caso, de una hermana menor, que sigue todos los pasos de la mayor. La cineasta ha comparado la anorexia con el alcoholismo, un problema que afecta gravemente el bienestar de los más allegados, al igual que este tipo de trastornos.
La enfermedad no es el tema central de la película sino el amor, el amor entre dos hermanas, el que todo lo puede, incluso combatir una enfermedad tan grave. Los lazos familiares no dejan de ser un apoyo fundamental para Katja, quien finalmente intenta mejorar y superar el problema.
Aunque este sea el debut de Lenken en el cine, la directora ya tenía suficiente experiencia para llevar a la gran pantalla una película de esta temática. Dirigió Double Life una serie juvenil de dos temporadas para la televisión sueca y su último cortometraje Eating Lunch se ha proyectado en más de 35 festivales cinematográficos, entre ellos, la Berlinale y Tribeca. Mi perfecta hermana fue estrenada en el Festival Internacional de Cine de Gotemburgo en enero de 2013.
En definitiva, con una banda sonora excelente, Lenken ofrece un drama con ligeros tintes de humor que trata el amor, la lealtad, la enfermedad, la superación y los lazos familiares.