El olvido de la historia

ruinas

 

Es la empresa más grande que ha emprendido el escritor bogotano. La de más años y cuestionamientos le ha generado. Con una investigación que pasó los límites de la historia, de las historias y de las supersticiones. La forma de las ruinas es una novela que trata los casos de los próceres: Jorge Eliecer Gaitán y Rafael Uribe Uribe.

En una Bogotá del siglo XX, Rafael Uribe Uribe fue asesinado por dos hombres de ruana que sin piedad, dieron dos hachazos a la cabeza del representante liberal. Después de combatir por Colombia en la guerra de los mil días, después de ganarse un espacio en el senado y demás a ello, después de enfrentar a los conservadores en diferentes puntos de vista referentes a la función de la vida social en Colombia, Rafael Uribe Uribe recibió los hachazos cuando uno de los asesinos lo llamó para que éste girara, no hubo tiempo de nada, los golpes se dieron y los hombres fueron capturados en fragancia. Todo se dio cerca al capitolio nacional, enfrente de un montón de personas que salían al mediodía  de sus oficinas.

Veintitantos años después, la muerte de Jorge Eliecer Gaitán generaría en la sociedad colombiana un dolor profundo y una rabia descomunal. Los seguidores del caudillo se tomaron las calles e hicieron de Bogotá una ciudad de miedo, en donde el fuego ardió durante días y los muertos que no pudieron reconocerse fueron a dar a una fosa común.

la-forma-de-las-ruinas-734Sesenta años después, por los azares de la vida, Juan Gabriel Vásquez se encontró con la vértebra de Gaitán, coleccionada y cuidada por un hombre que la heredó de su padre, quien fue el médico forense que se ocupó del cuerpo del caudillo años después para comprobar la teoría de un segundo tirador en el momento de su muerte aquel fatídico 9 de abril de 1948. Desde ese entonces se empezó a tejer una historia, un suceso, una línea que conectaría después con el cráneo de Rafael Uribe Uribe, que le llegó a sus manos de la misma forma como le llegó la vértebra de Gaitán. Así que nació la historia de Carlos Carballo, un fanático de la historia y un convencido a muerte de que a Gaitán no lo mató un contrario del común, sino que fue el entramado de una conspiración  que pudiera tener sus raíces, en la muerte de Uribe Uribe, casi una copia a la teoría de la conspiración realizada según Carballo con la de Kennedy.

La historia gira entonces en el encuentro de Juan Gabriel Vásquez con este hombre, Carlos Carballo quien tiene unas teorías de la conspiración sobre los hechos más atroces de nuestra sociedad, sobre mi país que a pesar de los tiempos, no ha podido esclarecer los hechos ocurridos ya hace más de medio siglo. Lo que propone el escritor bogotano es la aceptación de una herencia que está en nuestras raíces, somos hijos de todas estas muertes, de todas estas tragedias que acabaron con una Colombia que prometía tener un mejor futuro pero no fue posible por diversas razones que Vásquez expone en su novela de forma magistral.

La forma de las ruinas es entonces una novela para aceptar, entender y comprender que la historia del país es una herencia que va en nuestras venas y transmitiremos a otras generaciones que cargaran como nosotros, sobre sus espaldas la tragedia de este país, de sus sueños y de sus anhelos, de las esperanzas y las ilusiones que desfallecieron una tarde cualquiera por culpa de un hombre o una conspiración, no importa, lo importante es que después de eso, Colombia no volvió a ser la misma.

 

Por: Juan Camilo Parra

@juancamilo_17

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