Las sugerencias de los mejores escritores para escribir bien

Alguna vez el compositor Arvo Pärt señaló que “los consejos y métodos para fomentar la creatividad proliferan tanto porque tienen un fin valiosísimo: ayudarnos a ser nosotros mismos, más genuinos de lo que seríamos si dejáramos sin explorar esa parte creativa. Y todos la tenemos”. Y al igual que hay cientos de consejos para convocar a las musas, hay incontables otros para aprender a escribir. Pero habría que recordar, antes de todo, lo que dijo William Faulkner (el maestro de la apropiación literaria) sobre el arte de robar:

Toma lo que necesites de otros escritores. […] Pero el escritor joven sería un tonto si sigue una teoría. El buen artista cree que nadie es suficientemente bueno para darle consejos.

Aún así, Faulkner ofreció muchísimos consejos para jóvenes escritores entre 1957 y 1958, cuando residía como profesor en la Universidad de Virginia:

Creo que el escritor, como he dicho antes, es completamente amoral. Toma cualquier cosa que necesita, de cualquier lugar donde necesite, y lo hace abierta y honestamente porque él mismo espera que lo que hace será suficientemente bueno para que después la gente tome de él, y están bienvenidos a tomar de él, como él siente que sería bienvenido por los mejores de sus predecesores para tomar lo que hayan hecho.

hemingway

Su contemporáneo modernista –y a veces rival– Ernest Hemingway también ofreció un generoso acervo de consejos para escribir. Pero advirtió al escritor primerizo que:

Todo lo que el estilo es, es la torpeza de un escritor al declarar un hecho. Si tienes una manera propia, eres afortunado, pero si intentas escribir como alguien más, tendrás la torpeza del otro escritor al igual que la tuya propia.

Su gran consejo fue: “Nunca pienses en la historia mientras no estés trabajando”. Él creía que lo mejor era pensar en la historia sólo en el momento de escribir porque de otra manera se cansaba la imaginación. “Era necesario hacer ejercicio, estar cansado del cuerpo, y era muy bueno hacer el amor con quien amabas”, apuntó en un artículo para Esquire mientras componía A Moveable Feast.

Yendo más atrás hasta el siglo XIX, hasta el padre de la historia detectivesca y el gótico americano, Edgar Allan Poe tuvo mucho que decir, no sólo sobre cómo amueblar una casa, sino sobre cómo escribir historias de terror. Primero que nada, dijo (y esto fue en gran medida lo que configuraría el genio de Conan Doyle en su Sherlock Holmes):

Uno debe saber el final de antemano, antes de comenzar a escribir.

Ahora, siguiendo con la literatura de terror o de “weird fiction”, como él la llamó, H. P. Lovecraft creía que lo principal era “sugerir en lugar de mostrar”. Que “lo inexplicable es irresistible”.

El dominio de la forma y el tono puede lograr cualquier resultado que uno se proponga, como dejaron claro los modernistas y los góticos. Pero para transmitir una idea con claridad, como lo hacen mejor que nadie los aforistas, Nietzsche tuvo 10 cosas que decir, entre ellas:

La riqueza de la vida se revela a través de la riqueza gestual. Uno debe aprender a considerar todo —la extensión y ritmo de las oraciones, los signos de puntuación, la selección de palabras, las pausas, la secuencia de los pensamientos—, como lo hacemos con los gestos.

Regresando a Hemingway, quizás el mejor consejo para escritores sea vivir tantas experiencias como nos sea posible y leer, leer hasta caer en coma. No hay relación más simbiótica que la de la vida y la escritura, incluso si esa vida se vive a través de lo que otros escribieron.

 

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