Literatura Violeta: Edith Wharton, el feminismo de un Pulitzer

Por Pilar Martínez Manzanares. @pilar_manza

edith-wharton-3La literatura, se ha consolidado a lo largo del tiempo como un pequeño oasis paras muchos escritores y lectores. Muchos vieron y ven en las páginas de un libro una escapatoria de la rutina y el hastío característicos de la sociedad que les envuelve. Edith Wharton también era consciente de esto.

Figura de obligado conocimiento en la literatura norteamericana, Edith Wharton, recibió la llamada de la escritura desde la niñez. La infancia y juventud de la escritora marcaron de manera clara su repertorio literario. Épocas caracterizadas por la soledad de la escritora, con una madre artificial , un padre distante y un posterior matrimonio de conveniencia que fue definido por la autora como uno de sus mayores errores y que terminaría en divorcio años después. No fue hasta su encuentro con la cantante de ópera Camilla, cuando Wharton conoció el verdadero amor.

Su vida al igual que la de muchas mujeres de la época y posteriores estuvo dividida entre sus ambiciones literarias y las demandas que encontraba en el ámbito privado. Su férreo carácter la convirtieron en una mujer demasiado diferente para su época, ojos no solo de su marido, sino también ante los de conocidos y compañeros de profesión. El New york patricio en el que nació, se crió y educó, fue el marco principal que inspiró la crítica presente en sus novelas, así como sus experiencias y desdichas personales fueron la base de todas sus obras.

Sin lugar a dudas la obra de Edith Wharton marcó un tiempo fundamental en la transición hacia la novela costumbrista europea en la literatura norteamericana. En sus novelas encontramos una férrea crítica hacia las hostiles leyes económicas y sociales que solo generaban beneficios para algunos privilegiados, así como un claro confinamiento social y sexual característico de sus protagonistas. De esta manera, observamos en la misma todo tipo de temas relacionados con el ámbito privado entre hombres y mujeres, ya fuera el adulterio, la pasión restringida o los conflictos matrimoniales. La obra que más fama y reconocimiento aportó a Wharton fue La edad de la inocencia,  que recibió una cálida acogida. El propio Times book Review dedicó un artículo a dicha obra “un brillante panorama de la Nueva York de hace 45 años. La novela más solicitada en bibliotecas públicas y un best seller en librerías”.

El estilo de Edith Wharton poco o nada tuvo con que ver con el de Henry James, su gran amigo, pues se caracterizó sobre todo por una actitud más realista en relación con la descripción meticulosa de los quehaceres y cambios sociales de la vida y sociedad norteamericana. Una de las características principales de su obra es el frecuente uso de la ironía. Nacida en la clase alta de la sociedad de la preguerra, Wharton se convirtió en una de las más astutas críticas de este grupo social. A raíz de su gran obra, Edith Wharton ganó el prestigioso premio Pulitzer en 1920, y en 1923 fue nombrada Doctor honoris causa por la universidad de Yale.

Dejando la novela Las Bucaneras inconclusa, Wharton moría en el año 1937. Su última obra fue terminada por Marion Mainwaring que encontró la sinopsis y notas que la autora dejó escritas. Wharton se convirtió con el paso del tiempo en una imprescindible del mundo de la literatura y un crítica apasionada de las injusticias y la desigualdad social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *