El campeón prohibido

Por César Malagón @malagonc
El campeón prohibido
Dario Fo
Siruela, 2017
Traducido por Carlos Gumpert
204 páginas

El 13 de octubre de 2016 fallecía a los 90 años el dramaturgo italiano Dario Fo, Premio Nobel de Literatura en 1997. Tras una vida completa dedicada al teatro (escribiéndolo e interpretándolo), los últimos años del escritor transalpino se centraron en la publicación de novelas, siendo El campeón prohibido su obra póstuma, convertida en broche de oro a una fecunda carrera literaria.

Esta última novela se basa en la historia real de Johann Trollmann, un boxeador alemán de etnia gitana que sufrió en sus carnes la crudeza y la sinrazón del Tercer Reich. El pequeño “Rukeli” (así le apodaban los gitanos sinti) sintió desde los 8 años un amor irrefrenable por el boxeo. Juntando la belleza estética de este deporte con el arte del baile heredado de su pueblo, Trollmann fue adquiriendo fama por su llamativa forma de boxear. Pero el púgil no sabía que su gran enemigo no sería otro compañero de profesión, sino un contrincante casi imposible de vencer, la maquinaria fascista del Führer. Este macabro aparato decidió que ser romaní podría poner en solfa aquel invento de la “supremacía aria” que con tanto ahínco defendía la propaganda nazi. Primero fue desposeído de un privilegio adquirido en el ring; las autoridades no dejaron a un joven Trollmann representar a su país en los JJOO de 1928. El acoso continuaría en 1933, cuando le fue retirado el título de campeón de los pesos semipesados por su bailarina forma de moverse en el cuadrilátero, acusándole varios medios de no ser “suficientemente alemán”. Y el derribo, casi definitivo, le llegaría en 1935, cuando le fue retirada su licencia para boxear. El “púgil bailarín”, como se le conocía despectivamente entre los dirigentes germanos, comienza una bajada a los infiernos que termina con sus huesos en un campo de concentración, enfrentándose, como todo héroe que se precie, a su última y más importante batalla.

Dario Fo recrea con pasión y una buena documentación la tortuosa vida de Johann Trollmann. Como persona acostumbrada al teatro, el italiano se deshace de todo lo superfluo, contando solo lo importante, que no es poco. Y así, con frases cortas y contundentes, como los golpes de Johann, uno se va encariñando de “Rukeli” casi sin querer, sufriendo junto a él la gran injusticia que le tocó vivir. A pesar de su corta extensión, Dario Fo convierte El campeón prohibido en una gran novela que muestra una vez más que el ser humano es capaz de lo mejor y de lo peor.

Esta libro da la oportunidad al lector de volver a recordar la barbarie de la II Guerra Mundial, que no por muy comentada deja de ser necesaria. Dario Fo demuestra que siempre quedan buenas historias que recuperar, y la de Johann Trollmann lo es. Como obra póstuma, esta novela adquiere un valor fundamental entre estudiosos y seguidores del escritor transalpino, acompañando al relato, como colofón, con unos excelentes bocetos dibujados por el propio autor. Y para los amantes del boxeo, El campeón prohibido nos recuerda los versos de Jorge Manrique que decían aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Porque en una época en la que el boxeo sobrevive entre púgiles mediocres y estrellitas de medio pelo, siempre es bueno recordar cómo este deporte ha dejado, ya sea por escrito o en la gran pantalla, infinidad de grandes historias. Johann Trollmann encarnó lo mejor del boxeo alemán de la época homenajeando a su vez al pueblo sinti, del que tan orgulloso estaba. Y aunque hay que agradecer a Dario por toda la literatura que nos deja como legado, también hay que agradecerle que antes de su muerte “reviviera” a un personaje como “Rukeli”, un héroe que nunca debió ser olvidado.

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