La última tentación

Por Raquel JR  

Una conjunción de talentos –y de estilos- como el de Neil Gaiman, Michael Zulli y Alice Cooper es difícil que falle, más cuando los dos primeros habían mostrado ya su potencial trabajando conjuntamente en Sandman con muy buenos resultados. Como nos narra Gaiman en la introducción, este cómic es el resultado del interés de Alice Cooper por que el escritor colaborase enriqueciendo con su trabajo el álbum The Last Temptation. Ambos artistas congeniaron rápidamente y, de esta manera, comenzó a fluir un proceso creativo en el que Michael Zulli fue elegido para dotarlo de imagen visual.

La trama, algo más lineal de lo que nos tiene acostumbrados Gaiman, resulta sin embargo eficaz, y orientada sobre todo a un público adolescente. Aunque quién no ha imaginado todos los terroríficos y sobrenaturales fenómenos que pueden suceder en los aledaños de Halloween… Esto les ocurre a Steven y sus amigos, que descubren el misterioso Teatro de lo Real, allí donde antes sólo había muros de edificios. Steven, acomplejado por las burlas de sus amigos, acaba adentrándose en el extraño lugar y conociendo al Histrión, maestro de ceremonias y a la vez participante en una función que cambia la vida de aquellos que la presencian. Este personaje, de gran similitud física con el propio Alice Cooper, actúa como una suerte de Mefistófeles ofreciendo a Steven convertirse en aquello en lo que todos temen y que, por lo tanto, ya no haya nada que temer, frente a un futuro real desolador, con la sencilla condición de concederle su voluntad a cambio. A pesar de lo tentador de la oferta y de la insistencia del Histrión, que se aparece a Steven poseyendo a los personajes de su vida cotidiana, el adolescente duda y teme el macabro espectáculo que ha podido presenciar en el Teatro de lo Real, cuya función es representada por un ejército de muertos vivientes… esto, y las advertencias de Piedad, también atrapada en el Teatro, le llevan a descubrir un truculento suceso del siglo anterior, por el que un teatro situado en el mismo lugar acabó ardiendo, tras la misteriosa desaparición anual de varios muchachos del pueblo. Todos estos convulsos acontecimientos le llevarán a tomar una decisión que representará su paso a la madurez, y la asunción de responsabilidades que conlleva la vida adulta.

La atmósfera gótica de la que Gaiman y Cooper son maestros, con frecuentes guiños a la Serie B, es maravillosamente completada con el dibujo de Zulli, que enérgico y delicado a la vez, nos traslada con gran eficacia a este ambiente teatral y terrorífico, bello y decadente a la vez, en el que preciosismo y morbidez van de la mano. El resultado final es, por lo tanto, muy satisfactorio. Gaiman aporta su buen hacer y enriquece con su agudeza psicológica y una trama absorbente el mundo de Alice Cooper, y a su vez el cómic es ideal para ser leído con el álbum homónimo del rockero de fondo.

Esta edición de Planeta se complementa con una gran cantidad de extras, que incluyen tanto la propuesta original de Neil Gaiman para Alice Cooper, los guiones originales, una lámina inédita del propio Zulli, y una extraordinaria galería de portadas por Dave McKean, autor también de la imagen de cómic y disco, cuyo nivel de calidad y potencia creativa aumenta el valor de esta interesante propuesta.

La última tentación. (Alice Cooper’s: The Last Temptation). Guión de Neil Gaiman. Dibujo por Michael Zulli. Planeta Cómic

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