Pensar menos para pensar mejor

Se dice que la mente se divide en dos modos: el de supervivencia y el de exploración. El primero, por un lado, se enfoca en lograr que el cuerpo no sufra accidentes ni malestares con el fin de asegurar el bienestar, como cuando se actúa «en automático» antes de los primeros sorbos del café matutino o para hacernos huir–pelear o congelarnos ante una crisis; el segundo, por otro lado, se encarga de brindar éxtasis, euforia y curiosidad ante las nuevas experiencias, lo cual facilita el pensamiento creativo, habilidades sociales y destrezas tanto cognitivas como emocionales.
Ambos modos mentales son útiles para el ser humano; sin embargo, el exceso del modo de supervivencia puede provocar una serie de problemas a largo plazo. Además de generar cantidades de norepinefrina y cortisol que el cuerpo humano no sabe regular adecuadamente, la experiencia de «ser» es incómoda, angustiante y molesta. De alguna forma, este modo promueve más de un torbellino de ideas, pensamientos y creencias irracionales que desencadenan un nuevo ciclo de estrés, y por tanto merman la experiencia de tan sólo ser.
Los especialistas en salud mental, principalmente psiquiatras y psicólogos relacionados con métodos humanistas y meditativos, aseguran que la experiencia del Self mejora en cuanto se regula el modo de supervivencia, desaparece el exceso de pensamientos irracionales y se aprende a sólo estar en el aquí y ahora fomentando el modo de exploración. Gracias a ello se ha reducido significativamente la incidencia de trastornos mentales como ansiedad, depresión, bipolaridad y estrés postraumático, entre otros. Es como si el peso que siempre existió en el pecho, hombros y cuello, aquello que no permitía respirar con tranquilidad ni descansar durante las horas de sueño, desapareciera.
La diferencia entre sobrevivir y explorar reside en la acción de vivir; en aprender a dominar la ruminación de los pensamientos; en limpiar la mugre de la mente; en incrementar la habilidad de experimentar placer, excitación, euforia, paz; en sólo ser.

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