Ulises de James Joyce

Ulises
James Joyce
Edhasa
Novela
 
Por Juliano Ortiz
«Esta es la crónica de un día en la vida de Leopold Bloom, de su mujer Molly y del joven Stephen Dedalus en la ciudad de Dublín. Con la descripción de la odisea interior de estas vidas insignificantes, el genio de James Joyce convirtió la prosaica y vulgar epopeya del hombre de nuestro tiempo en una obra inmortal
¿Estos párrafos sirven para sintetizar la idea del Ulises? Sí y no. Sí, porque básicamente ese es el tema central y los personajes principales que hacen a la historia pergeñada por Joyce. No, porque claramente es mucho más que eso. Es una novela, es un poema, es una prosa, es un punto inicial para la literatura occidental, es una enciclopedia de un día de la vida de un hombre, es un juego estilístico, es un pensamiento interminable, es un sueño, es una revolución, es una obra maestra, es el germen de autores como Pynchon, Jorge Luis Borges, Anthony Burgess, Philip K. Dick. Umberto Eco, Arthur Miller, Philip Roth, Salman Rushdie, y tantos otros, es…
Hacer una reseña de este clásico, es cómo explicar el sabor de la sal, pero también es una invitación a mirarla desde otro costado, no tanto traer todo lo que sucede si no, porque no, hacer un breve repaso de lo que fue, es y será como contexto literario del siglo XX.
James Joyce nació el 2 de febrero de 1882 en Dublín, Irlanda. Educado por los jesuitas, se apartó de la Iglesia católica en la Universidad de Dublín, donde ya escribía constantemente. Su primer éxito literario fue a los dieciocho años, con un artículo, “El nuevo drama de Ibsen”, es decir, que en 1922, año de aparición del Ulises, Joyce era un escritor reconocido y altamente estimado en los círculos culturales europeos.
Joyce conoce a Nora Barnacle, su futura esposa. Salen por primera vez juntos el 16 de junio de 1904, fecha en la que condensa toda la acción de Ulises, delimitada en las 24 horas de un día. Cada 16 de junio, miles de entusiastas admiradores caminan las calles de Dublín, muchos de ellos vestidos para la ocasión (es decir, a la moda de 1904), comen lo mismo que comió Bloom aquel día, pasean por los mismos lugares y organizan lecturas públicas a los que asisten cientos de personas, representaciones teatrales y otras actividades. El Happy Bloomsday con el cual saludan es, a la vez que un deseo, una señal de identidad.
Así que no es menor esa fecha. La obra está plagada de rastros que aluden a la propia vida del autor. ¿Quiso componer una biografía novelada de un día? ¿Fue un experimento que buscó transformar la literatura? Sea así o no, Joyce es, sin discusión, el novelista más original del siglo XX. Su obra literaria, quizás más que ninguna, es el exponente más alto de la renovación narrativa operada en el pasado siglo. Aún los que lo niegan, no pueden contradecir su impronta original, su exquisita variedad composicional.
Cabe destacar la edición de Edhasa que hace honor a esta obra cumbre de la literatura universal.
“Me animo a decir que el suelo engordaría con el abono de cadáveres, huesos, carne, uñas, osarios. Horribles. Se vuelven verdes y rosas, se descomponen. Se pudren rápido en la húmeda tierra. Los flacos viejos son más duros. Luego como ceroso con aspecto de queso. Luego se empieza a poner negro, una melaza que se les rezuma. Luego se secan. Mariposas de la muerte. Claro que las células o lo que sean siguen viviendo. Van cambiando. Viven prácticamente para siempre. Nada para comer se comen ellas mismas…”

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