Escritores contra la vigilancia de masas

 

Más de 500 escritores condenan el espionaje masivo de los Gobiernos en una carta a la ONU, en defensa de las libertades civiles en la era digital.

 

En defensaDon DeLillo, Paul Auster y Martin Amis, entre otros, han enviado una carta a las Naciones Unidas exigiendo una declaración internacional de derechos digitales, para proteger a la sociedad de los abusos en el espionaje gubernamental revelados por Snowden; es decir, para proteger los derechos civiles en la era de Internet. Entre los escritores españoles que han participado destacan Antonio Muñoz Molina, Rosa Montero, Javier Cercas, Rafael Chirbes y Javier Marías. Otros firmantes son Julian Barnes, Margaret Atwood, Ian McEwan, Kazuo Ishiguro, JM Coetzee, Amos Oz, David Grossman, Henning Mankell, Hanif Kureishi o Ian McEwan. Con esa pretensión común, todos se han unido en la plataforma Writers Against Mass Surveillance (Escritores Contra la Vigilancia de Masas).

 

Destacables son las declaraciones de Janne Teller, una de las autoras impulsoras del proyecto:

“Estamos realmente muy preocupados por la vigilancia de masas, está socavando totalmente la democracia y nos sorprende que no haya más gente que proteste contra esta situación.”

“Creo que es bastante significativo que 560 o más de los grandes escritores contemporáneos de distintas partes del mundo, expresen una preocupación tan seria.”

“Los escritores trabajan sobre las grandes cuestiones filosóficas de la vida, esperamos que su preocupación importe a los políticos.”

Janne Teller no cree que los escritores estén más amenazados que los ciudadanos de a pie, pero su trabajo los hace particularmente sensibles a los peligros que conlleva esta vigilancia.

 

El comunicado completo es el siguiente:

En defensa de la democracia y en contra del espionaje masivo en la era digital

A lo largo de los últimos meses, hemos descubierto el verdadero alcance del espionaje continuo al cual todos estamos expuestos. Con tan solo algunos clics en una computadora, los Estados pueden espiar nuestros celulares y correos electrónicos, acceder a nuestras redes sociales y revisar las búsquedas que realizamos en Internet. Tienen acceso a nuestras convicciones y a nuestras actividades políticas y pueden, en colaboración con las grandes empresas de Internet, recoger y almacenar nuestros datos y predecir nuestro comportamiento.

El pilar de la democracia es el respeto a la integridad del individuo. Pero la integridad humana va más allá del cuerpo físico.  En sus pensamientos y en sus entornos personales y de comunicación, todos los seres humanos tenemos el derecho a una intimidad libre y sin molestias. Este derecho esencial ha quedado reducido a la nada por el abuso del desarrollo tecnológico por parte de Estados y de empresas para el espionaje masivo a los ciudadanos.

Una persona bajo vigilancia no goza de libertad; una sociedad bajo vigilancia permanente no es una democracia. Nuestros derechos democráticos deben seguir vigentes tanto en el espacio virtual como en el real:

– El espionaje viola la esfera privada de los ciudadanos y compromete la libertad de pensamiento y de opinión.

– El espionaje masivo trata a cada ciudadano como sospechoso, comprometiendo un logro histórico: la presunción de inocencia.

– El espionaje hace transparente al individuo, mientras que el Estado y las corporaciones operan en secreto. Como estamos viendo, el poder excede sistemáticamente sus límites.

– El espionaje es robo. Los datos conseguidos no son propiedad pública: nos pertenecen a nosotros. Si son utilizados para predecir nuestro comportamiento, entonces nos roban otra cosa: el libre albedrío, indispensable para la libertad en democracia.

 

EXIGIMOS tener el derecho de co-decidir cuáles serán los datos personales que pueden ser recolectados, almacenados y compilados, y por quién. Exigimos estar informados acerca de dónde permanecerán almacenados nuestros datos y de qué manera serán utilizados. Y exigimos que esos datos sean borrados cuando sean recogidos y almacenados de forma ilegal.

¡LLAMAMOS A TODOS LOS ESTADOS Y EMPRESAS a respetar y reconocer estos  derechos!

¡LLAMAMOS A TODOS LOS CIUDADANOS a defender estos derechos!

PEDIMOS A LA ONU que reconozca la importancia central de la protección de los derechos civiles en la Era Digital y que cree una Convención Internacional de los Derechos Digitales.

PEDIMOS A LOS GOBIERNOS que acepten y respeten tal convención.

 

Este comunicado se ha lanzado simultáneamente en 27 países, y los organizadores esperan apoyos a la petición a través de la página web change.org.

 

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