‘Los inocentes’, el nuevo misterio de María Oruña

PILAR M. MANZANARES.

Cada nueva novela de María Oruña es un juego de ingenio al que se suman lectores día a día. Gracias al boca a oreja y a una excepcional imaginación ha superado la “barrera” del millón de lectores confirmándose como una de las voces negras más destacadas del momento.

Posiblemente la razón de su éxito sea su astucia para espolear al lector con nuevos retos y sacarlo de toda trama que resulte previsible. Un fenómeno imparable que nació en 2015 y que recorre el mundo traducida al alemán, francés, italiano, portugués, ruso, polaco, griego, gallego y catalán.  Su nueva novela, Los inocentes, encoge el corazón y agudiza los sentidos.

Este nuevo misterio de María Oruña recorre los paisajes de Cantabria como si de un manto negro se tratara. En alguna ocasión la autora ha explicado que para ella Cantabria, al igual que Galicia, es infancia, es familia, es su terreno. «El paisaje, más que un personaje, forma parte de la manera de ser de las personas que discurren por las páginas de la novela. El tipo de humor, el carácter, la gastronomía, las costumbres generacionales, que terminan por moldear en cierto modo a las personas.»

Esta vez las sombras se deslizan por un santuario de agua. El Gran Hotel Balneario de Puente Viesgo cuenta con una historia centenaria, pues ya en el siglo XVIII las cualidades termales de su manantial eran conocidas y valoradas por muchos, que se beneficiaban de su poder terapéutico en las antiguas casas de baños. En la actualidad sigue siendo uno de los complejos termales más conocidos y prestigiosos a nivel nacional y una referencia dentro del sector balneario.

  • Sinopsis

Faltan dos semanas para la boda de la teniente Valentina Redondo y Oliver Gordon. En medio de los preparativos, les sorprende la noticia de un atentado masivo en el Templo del Agua del famoso balneario cántabro de Puente Viesgo.

Las instalaciones del idílico paraíso de agua habían sido ocupadas por varios empresarios, y todo apunta a que la masacre ha sido perpetrada con una peligrosísima arma química. Valentina tendrá que cooperar con el ejército y con un equipo de la UCO para resolver el crimen.

Pronto descubrirán que un cerebro hábil y cruel ha puesto en marcha una maquinaria infalible, ejecutando cada uno de sus movimientos con extraordinaria frialdad, en un claro desafío a la inteligencia y a las habilidades deductivas de Valentina y del propio lector. La teniente Redondo llegará a dudar de los pasos que debe seguir, porque las sospechas no tardarán en recaer sobre alguien que jamás ha visto pero que, en el fondo, siente que conoce. El peligro es un latido que no se extingue nunca.

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