«Que de lejos parecen moscas», de Kike Ferrari

 

Por Benito Garrido.

 

…Que de lejos parecen moscas

Kike Ferrari

Ediciones Amargord, 2011

Novela

Colección Negra, Urbana y Canalla

184 páginas

12,00 €

 

El negro es cada vez más, el género por excelencia para la crítica social. Y la novela negra como tal, se va enriqueciendo precisamente con aquellas historias, que construidas a la sombra de sus cánones, terminan por rebelarse y engendrar un mundo propio. Kike Ferrari ha sabido levantar una narración acotada en el tiempo, y mostrarnos el inesperado viaje a los infiernos que emprende un hombre malvado y sin escrúpulos, al que las circunstancias le han permitido alcanzar una posición de implacable explotador. En seis horas, este personaje convencido de su superioridad y acostumbrado a mirar por encima del hombro, se dará cuenta que el tiempo suele poner a cada uno en el sitio que se merece. El autor da entidad a uno de esos hongos dañinos que crecieron al amparo de la dictadura argentina, que se aprovecharon de las atrocidades de militares y políticos para arribar a una posición acomodada, y que después, como los gatos,  también han sabido caer de pie.

 

El señor Machi es un taimado hombre de negocios aficionado a los lujos, la cocaína, el dinero fácil, y las mujeres jóvenes. Un mal bicho que abusa de su poder y posición, pero que de pronto se encuentra en una situación límite: mientras conduce por una de las grandes avenidas bonaerenses, el pinchazo de una rueda le permite descubrir en el maletero de su lujoso coche el cadáver desfigurado de un hombre. Está seguro de que ese muerto no es cosa suya, que él no ha sido quien ha disparado a bocajarro sobre ese desconocido. Alguien le ha tendido una trampa, y no sabe quien es. Alguno de los muchos enemigos que ha ido cultivando con los años, pretende vengarse, y lo enfrenta con un problema que puede arrebatarle el éxito tan duramente alcanzado. La sensatez desaparece ante la constatación de que está solo, que nadie está dispuesto a ayudarle a deshacerse del muerto. Mientras recorre los suburbios porteños intentando deshacerse del problema, el señor Machi elabora una lista de los posibles culpables. Y son tantos que pierde la cuenta. Porque pudo ser cualquiera de los que ha pisado en estos años para seguir trepando o demostrar su poder. Cualquiera de esas personas a las que ha aplastado sin pensarlo siquiera, porque para el señor Machi resultan tan insignificantes que de lejos parecen moscas.

 

Kike Ferrari. Foto de Pablo Álvarez

La novela, nos lleva a través de estudiados saltos en el tiempo, a conocer esa sociedad plagada de empresarios vilmente enriquecidos, de mujeres sumisas, y de pendencieros personajes sometidos al mejor postor. Estamos ante una despiadada crítica, que pone de manifiesto la suciedad bajo la alfombra de una democracia como la argentina, todavía lastrada por un pasado relativamente cercano. El autor sabe hurgar en esos boquetes oscuros que todas las democracias quieren ocultar, y con un lenguaje ágil y una gran fuerza narrativa, nos va llevando a los lectores hacia ese mundo deshumanizado que solo pueblan los seres malignos. Sus textos se nutren de violencia y tragedia para conseguir transmitir esa extrema sensación que se advierte cuando las cosas no tienen solución. Un escritor a seguir.

 

Kike Ferrari nació en Buenos Aires en 1972. Creció en el barrio de Almagro donde actualmente vive con su mujer y su hija. Ha recibido premios de Casa de las Américas (Cuba), el Fondo Nacional de las Artes (Argentina) y de la Semana Negra de Gijón, entre otros. Tiene, además de éste, cuatro libros publicados: las novelas Operación Bukowski (2004) y Lo que no fue (2009), el volumen de cuentos Entonces sólo la noche (2008) y la recopilación de artículos Postales rabiosas y otros juguetes inesperadamente literarios (2010).

 

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