Quédate conmigo. Javier Ruibal

 

Ruibal

 

Por Carmen Moreno.

Los que seguimos a Javier Ruibal ya echábamos de menos tener en nuestras manos un disco nuevo del cantautor gaditano.

            Ruibal está considerado uno de los músicos más importantes en nuestro país. Sus canciones siempre tienen un guiño irónico, una belleza indiscutible y un genio poderoso. El Sur se agarra en cada acorde y El Puerto de Santa María, si ciudad natal, se balancea en cada una de sus letras.

            No es un músico que haga ascos a pronunciarse, a decir lo que piensa y lo que espera. Es un artista de esos que ya no quedan, que sueña en segunda persona del plural y hace magia para los que se acercan.

            Con Quédate conmigo estrena sello discográfico, Lo suyo, que, sí, es suya. De esta manera, hace una apuesta aún mayor para seguir creando desde la libertad que siempre le ha sido propia.

 

Han pasado dos años desde “Sueño”, ¿no tiene usted prisa?

La prisa es mala acompañante para la creación. Tuve prisa una vez cuando creí que el objetivo era abarcar al máximo público posible y, ya se sabe… quien mucho abarca…, el tiempo, ese ente relativo, estira o encoge según nuestra ansiedad y para la cosa creativa las dosis de ansiedad deben ser mesuradas, sobre todo porque uno no solo está escribiendo una canción, mientras lo hace, también está buscando respuestas a algunas cosas. Lo que afirmo en las canciones tiene que ver mucho con lo que siento, aunque la historia que cuente no sea un relato de hechos de mi vida.

¿Qué ha sucedido en estos dos años?

Pues nada y muchas cosas. Algún proceso emotivo personal que he tenido que resolver, alguna decisión profesional de calado como es el hecho de haberme independizado de discográficas y editoriales para correr yo el riesgo pero también obtener la justa compensación por mis creaciones, alguna decepción profunda acerca de la política que se decía de izquierda… en fin la vida que va pasando

¿Se cumplió tu sueño?

Mi sueño era y es la vida en libertad dentro de lo poco libres que ya nos van dejando ser. Me refiero a una libertad en lo creativo y en lo personal. Soñé y me vi haciendo lo que hago desde que tengo veinte años, así que puedo decir que sí, que he cumplido mis sueños, aunque habría que matizar que no siempre se sueña en colores y, el color de los míos no está mal, pero no es el perfecto.

JRAhora, ¿a quién le pides que se quede contigo?

A los que sienten como yo que vivir es emocionarse pero también partirse de risa. Yo no les pido un fervor incondicional sino que se sienten conmigo a ver la rueda de la vida y sacarle punta a sus cosas, unas veces con ironía y otras con apasionamiento.

En Quédate conmigo, tu nuevo disco, se nota una vuelta al sonido de aquel mítico Pensión Triana, pero también hay mucho más flamenco, ¿hacia dónde está evolucionando su música?

Mi música más bien se revoluciona que evoluciona. Hay idas y venidas hacia detrás o adelante según lo pide cada historia y cómo la estoy contando. Si hay dinamismo entramos al ritmo, si hay lirismo amanso los ímpetus para crear un clima adecuado. Los tintes de flamenco y otras músicas con las que me manejo se relacionan con esto que acabo de decir. Y no siempre decido yo, suele ocurrir que las historias y las formas del poema gobiernan por si solas el proceso y asisto sorprendido a lo que va pasando. Esas veces tienes la sensación de que algo mágico sucede y el resultado abre una puerta que antes estaba cerrada, como un camino que no decidiste tomar y de pronto te ves caminando por él descubriendo un nuevo paisaje que ignorabas.

¿Te molesta si te digo que también he rastreado el Carnaval, ese Carnaval gaditano?

Pues sí, yo tarde bastante tiempo en otorgarme la licencia de incluir el humor en mis canciones. Tardé porque, en mi exceso de formalidad adolescente, creía que si se pretendía ser profundo no había lugar para la broma. Conocer a gente que me enseñó lo contrario, entre ellos a Fernando Quiñones, no solo me hizo desandar esa senda de presuntuosa profundidad sino que además me dio una libertad nueva para componer y escribir. Cádiz con su chispa y su sal siempre estuvieron ahí pero a raíz de Atunes en el Paraíso que escribí para la película de Pablo Carbonell, ya esa puerta quedó abierta y buenos placeres que me ha dado traspasar ese umbral.

Además, te he notado un poco más nostálgico. De pronto, nos presentas a tu familia, ¿nos hacemos mayores?

En este año pasado subimos juntos al escenario en “Casa Ruibal” para evocar lo que es una casa de artistas de la bahía de Cádiz. Uno de pronto se encuentra con la halagadora sorpresa de que los hijos le salen artistas y de buena madera. Así que se me ocurrió que nuestras disciplinas podrían muy bien interactuar y lo llevamos a escena. Creo que el resultado es bueno porque es creíble y se sostiene por argumentos que están mas relacionados con lo artístico que con lo meramente emocional, aunque confieso que se me hace un nudo en la garganta en algunos pasajes del concierto. Los quiero y los admiro al mismo tiempo…

¿Crees que la gente que no es de Cádiz podrá entender el disco en toda su dimensión? Lo pregunto por canciones como “Cine Macario”.

Este disco es muy abierto, hay muchas propuestas para dejarse llevar, la del Cine Macario es un ejercicio divertido de nostalgia con sus gotas de amargura porque habla de un tiempo en que nadie era libre y la censura y sus secuaces nos estaban jodiendo la vida permanentemente. Todos los que vivimos esa época nos vemos reflejados en la historia que se cuenta, el deseo reprimido y la imaginación desbordada en un tiempo en que pasamos del blanco y negro al color mientras desobedecíamos a mil prohibiciones. España está llena de Cines Macario. Y hablando de desobedecer hay aquí tres historias de niños desobedientes “El Príncipe de los parias”,”El niño del Serengueti” y “Mi pequeño Buda” la reflexión que hay detrás de todos ellos es : “desobedece y crecerás”

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=G8H5OPDNVIc]

Nada más escuchar el disco ya tuve mi favorita: “Los huérfanos de la Pensión Triana”, un grito inconformista con la misma base que “Pensión Triana”. ¿Quiénes son esos huérfanos?

Somos todos los que hemos sido defraudados por aquellos que dijeron iban a defender los derechos de los débiles y no solo no lo han hecho, sino que además han metido la mano en la caja de lo público. Somos estafados moralmente y eso es imperdonable. ¿Cómo puede ser que altos cargos de la supuesta izquierda moderada terminen llevándole las cuentas a los ricos o terminen apoltronados en consejos de administración de los que sacan rentas obscenamente abultadas?, pues sí, nos han dejado huérfanos pero sobre todo nos han robado, mentido y estafado.

En general este disco es mucho más reivindicativo que los anteriores, ¿estamos ante una vuelta de la canción de autor como defensora de libertades más que como mera muestra de amores más o menos pasajeros que era en lo que estaban los nuevos en los últimos tiempos?

No estoy de acuerdo en que este disco sea más reivindicativo que los anteriores, siempre he dicho las mismas cosas sin perder el respeto al hecho de estar haciendo arte. Entre líneas digo lo que ya dije, probablemente soy más explícito esta vez en Los Huérfanos de la Pensión Triana y en Los Mares del Surf, pero intento no perder la compostura y pasarme al panfleto. Es verdad que el poder económico se ha adueñado de los estados y los políticos les sirven en bandeja de plata el recorte de nuestros derechos y libertades, así que se producirá un renacer de la canción que los denuncie. En mi caso espero que la reclamación no devore al arte y en ello me empleo con bastante rigor. Lo mismo sería exigible a los demás autores. 

Has montado tu propia discográfica, ¿no te gustan las de toda la vida, las convencionales?

No me gusta depender de personas que tienen estrategias meramente comerciales sobre lo que les entrego. Es verdad que los discos que he hecho con 18 Chulos Records han sido tratados con mucho respeto pero ha llegado el momento de independizarse y tener tus derechos editoriales a buen recaudo. Ser el propietario de tu obra es algo a lo que debe encaminarse todo el colectivo de creadores, por la libertad de acción que te otorga y, como no, por la compensación económica que mereces.

Ya sabes que nos quedamos contigo siempre, ¿nos montamos una fiesta?

Yo siempre estoy abierto a que mi entorno, mi casa, mi cocina, mi coche, mi escenario, mi… etc, se conviertan en una fiesta en cualquier momento. Quien se queda conmigo lo sabe, eso sí, no está de sobra que traigan consigo a más amigos y alguna botellita para brindar.

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=kD_v6_M5now]

 

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www.losuyo.es 

www.javierruibal.com

 

 

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