Entrevista a Catherine Cusset

Por Cristina Consuegra/Fanny Beaudoin (Traducción)

“Reconocer el amor y el odio es algo complicado”

La editorial El Aleph ha publicado Las Vidas de Lenush de la autora francesa, inédita en nuestro idioma, Catherine Cusset. Este libro obtuvo el premio Goncourt que otorga un jurado formado por estudiantes de los liceos franceses, galardón que quiso reconocer esta obra entre los quince libros finalistas “por la originalidad de su estructura narrativa y por la dimensión actual y a la vez intemporal de sus temas”.

En Las Vidas de Lenush, Cusset busca respuestas a un entorno inmediato e indaga en el pasado de Otros para poder entender cómo hemos llegado a construir este presente (un presente individual o colectivo). La autora francesa que reside en la ciudad de Nueva York llegó a esta historia, o mejor dicho, la historia llegó a ella, gracias a la vida difuminada de su suegra y la relación que esta mujer establecía con aquello que la rodea, lo cual condujo a la escritora francesa, de forma no premeditada, a reflexionar sobre su propia existencia.


-El exilio, ya sea real o imaginado, ¿es distinto entre hombres y mujeres?

Mi novela plantea únicamente la historia de una mujer. Ella emigra de Rumania a Estados Unidos pasando por Israel porque en ese momento la Rumania de Ceaucescu vendía, literalmente, judíos a Israel. En un principio, Elena, su marido y su hijo viven esa emigración del mismo modo. Pero luego la historia de Elena está ligada a su propio pasado, su conflicto con su nuera que surge posterior a la llegada a EEUU. Si hay un elemento particular que diferencia a hombres y mujeres es la maternidad. Ella es madre de un hijo único para quien sueña un brillante futuro. No sólo sueña con ello sino que además lo imagina con toda su fuerza, y luego ya no es capaz de relajar el control sobre su vida y su destino. El problema principal irrumpe con la ida natural del hijo quien necesita abandonar el domicilio paterno. A lo mejor un hombre no ejercería un control tan grande. Creo que la fuerza y el control vienen principalmente de ella.

-¿Cómo nace Las vidas de Lenush?

El origen inicial es personal porque estoy casada con un americano de origen rumano y he tenido que enfrentarme a una hostilidad muy grande por parte de mi suegra. Por tanto he querido entender de dónde venía esta agresividad y escribir sobre este tema. Pero cuando he empezado a escribir sobre este asunto me he interrogado sobre esta mujer que un día fue una niña y posteriormente una adolescente en Rumania. Así fue como entré en la piel de este personaje Elena y así fue como inventé esta historia.
Por otro lado llevo veinte años viviendo en Nueva York. No soy inmigrante porque es un exilio voluntario, puedo volver a Francia cuando quiero, pero he querido comprender qué significa eso de dejar su pasado atrás, de empezar una nueva vida con cuarenta años, de cambiar de página, de nombre, de hacer tabula rasa con su pasado. No es tan fácil y no se puede borrar todo el pasado.
Es un libro sobre un conflicto que conduce luego a un reconocimiento mutuo, es un recorrido del odio al amor.

-Lo que ata a la protagonista a su pasado es su propio nombre, Lenush. ¿Cómo influye esto en el personaje?

Es cierto, es el nombre que atraviesa todo el libro. Su abuela ya la llamaba Lenush, su marido la llama Lenush y su nieta la llama Nunush, un nombre que odiaba cuando era niña pero que le encanta cuando lo pronuncia su nieta. Ella que nació como Elena se trasformó en Helen en EEUU sin embargo Lenush sigue allí, ella no ha cambiado. La niñez no desaparece. Este nombre articula la vida de esta mujer.

-Ud. ha recibido el premio Goncourt de los Liceos Franceses otorgado por estudiantes, ¿le concede esto mayor valor al galardón?

Tiene mucho valor porque es un premio de lectores, y un galardón de lectores jóvenes. Lo otorgan dos mil alumnos y no me lo esperaba en absoluto porque no hay ningún personaje de la edad de los estudiantes en esta novela. Están la suegra y la nuera y el marido y el hijo en papeles secundarios pero a priori una historia de suegra y nuera no podía llegarles a alumnos. Sin embargo cuando explicaron porque habían elegido esta novela dijeron que se habían sentido muy cercanos a los personajes y que la suegra y la nuera permanecieron con ellos después de terminar el libro. Eso para mi es lo que más alegría me puede dar como escritora.

-Es su primera novela traducida al castellano, ¿qué le diría a los lectores españoles?

Creo que un conflicto entre suegra y nuera es muy universal por lo que creo que se encontrarán en este libro. No sólo las mujeres, es un libro que les ha gustado mucho a los hombres. Cualquier hombre es el hijo de una madre, por lo que también viven la maternidad. Por otro lado es un libro que les hará viajar mucho, a Bucarest, a Israel, a Roma, a París, a Nueva York. Así que les deseo un buen viaje.

-¿Conoce algún autor de nuestro país?

Conozco a Javier Marías, acabo de comprar todos sus libros traducidos al francés porque no quería leerlo en inglés. Podré hablar más de él la próxima vez que venga a España.

-Aún en nuestros días se debate sobre la posibilidad de una literatura para hombres y otra para mujeres. ¿Qué opinión tiene sobre este viejo debate?

No me interesa este debate. Creo en la diferencia entre los buenos libros y los malos, lo que cuenta es la escritura de un libro y eso no es particularmente femenino o masculino. Para mi no existe diferencia sexual en la escritura o en los sentimientos.

-Usted tiene una amplia trayectoria profesional, ¿de qué obra se siente, especialmente, orgullosa?

Me gustó mucho mi segundo libro que se llamaba En toute innocence, es un libro muy breve pero es mi primer éxito de crítica y luego Le problème avec Jeanne, La haine de la famille. Me interesan mucho los conflictos familiares, los conflictos en general, la relación con el otro cuando es difícil.

-¿Qué consejos daría a un escritor novel?

Mucha perseverancia. Sólo se puede ser escritor si se persevera. Todos pasamos por rechazos y dificultades, de hecho el trabajo de escritor es sólo eso. La perseverancia sólo viene del deseo y de la necesidad de escribir. Hay momentos en los cuales pensé que no merecía la pena, que ya no tenía nada que decir y sin embargo volvía y me cogía de nuevo por sorpresa. No obstante se pueden hacer muchas cosas más para ser útil. Sobrecargar las librerías no es una necesidad.

 

3 thoughts on “Entrevista a Catherine Cusset

  • el 15 abril, 2010 a las 1:20 pm
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    Una entrevista muy agradable de leer, con preguntas que no se quedan en lo superficial.
    Perseverar, perseverar… muy buena.
    Saludos.

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  • el 15 abril, 2010 a las 4:28 pm
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    Una entrevista maravillosa. Ya tengo ganas de leer el libro! Enhorabuena a la autora y a la periodista!!
    Saludos

    Respuesta
  • el 17 abril, 2010 a las 8:52 am
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    Esta mujer es un poco rara, tiene un halo como de misterio. Muy buena la entrevista.

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