Charla con el poeta Gustavo Tisocco

Por Juan José Mestre.
 
Gustavo Tisocco es un hombre con corazón de níspero. Dulce y ácido a la vez,se convierte en un poeta dúctil, con muchos recursos ninguna concesión. He aquí una charla con él.
 
¿Por qué escribís?
Por que no puedo evitarlo. Escribir para mí es como la savia de los árboles, mí árbol, me secaría si no expresaría lo que fluye dentro de él. Escribir me salva desde niño, es además condena una bella condena.
 
Tu poesía es melancólica, casi una metáfora de la vida… ¿A qué se debe?
Como digo en un poema “El hombre es su infancia” y mi infancia fue bella y luminosa, siempre añoro mis calles de piedra, mi rio, mis naranjos y nísperos. Esa añoranza trae aparejada la nostalgia, la melancolía de aquello que fue, que fuimos y no puede ya retornar. Esta añoranza se adueño de mí, tanto cuando escribo un poema lírico, social o amoroso, siempre está empapando mi esencia.
 
Contame algo de tu infancia, tan presente en tu obra.
Una infancia hermosa y tierna allá en mi Mocoretá natal. Un pueblo pequeño, que aún sigue pequeño, pero habitado por duendes, leyendas, madreselvas y melodías. Un pueblo donde me acunaban mis padres, tanto como los sauces o las chicharras. Un pueblo que fue la casa de mis abuelos con sus glicinas y sus uvas maduras. Un pueblo compañeros de infancia y de la secundaria, tardes de guitarra y tortas fritas allá en la lluvia, primer amor prohibido y hermoso. Un pueblo con mis hermanos jugando a los indios, a las princesas o a las batallas con bolillas de paraíso.
 
Sos médico pediatra, ¿influye esto en tu poesía?
Pese a que no escribo sobre medicina creo que mi especialidad, neonatología, influye desde lo sensible. Un recién nacido, un niño que empieza a caminar en este suelo viene sumergido en belleza y armonía y eso creo me es transmitido. Creo que los recién nacidos me dan luz, al ser puro alma ellos invaden mi aura y me protegen un poco de lo cotidiano que a veces duele tanto, ¿no?
 
¿Qué son los derechos humanos en la poética de Tisocco?
Creo que el que escribe tiene la obligación de denunciar lo que duele, lo que nos pasa, lo que nos marca. Para que escribir tenga sentido se debe asumir el compromiso del amor, de contar nuestras historias pero también ponerle voz a los que sufren, a los que lucharon por sus ideales y fueron callados, desaparecidos, doblegados a veces como pasó en nuestra larga historia nacional desde la época de los pueblos originarios, hasta la época nefasta de la dictadura militar, tanto como la que hoy duele también con las mujeres desaparecidas por ejemplo para el trata de blancas.
La poesía sirve si es grito.
 
Esa pasión por la difusión de tus colegas, ¿puede opacar tu obra?
La enriquece ya que me induce a la lectura de otros colegas, me ayuda a conocer otras voces, me hace sentir dichoso por aportar un breve pedazo de mi para difundir a la POESIA que es la que realmente importa.
 
Por otra parte, ese mecenazgo tan sui generis, ¿es propio de esta época tan egocéntrica?
Hay egos públicos y clandestinos y en el mundo literario más de lo que pensamos. Yo trato de huir del ego y no me interesa mucho los conflictos del otro ser, cada uno tendrá su historia para ser de una u otra manera. Sí aprendí a escribir poesía sin esperar nada a cambio más que el placer de poder expresarme. No espero ser invitado a leer por ejemplo, no asisto casi ya a café literarios con el solo objetivo de que me inviten como lector y otras cosas (como alguna vez lo hice), si me invitan bien pero debe ser por mi Poesía y no por otros entretejidos tan comunes en nuestro ambiente. No invito a mi sitio para que me inviten, me apena enormemente ver a poetas que organizan algún festival por ejemplo para lograr después que en otros festivales se lo invite. Me apena eso y trato de desprenderme de esa situación.
 
¿Qué es Mis poetas contemporáneos para vos?
Un pequeño aporte al universo de la PALABRA.
Un encuentro de distintas voces que aman la POESIA, mejor alguno que otro en cuanto a calidad literaria pero todos con el amor y el compromiso que requiere la Palabra.
 
Sos muy amiguero, pero a la vez solitario, ¿a qué se debe?
Soy ermitaño, necesito mis espacios, mis tiempos, mi soledad para encontrarme conmigo mismo que es con la persona que más estoy. Me gusta reunirme con amigos o compañeros de la vida que transito pero en el fondo sé soy un ser solitario que busca crecer continuamente para ser un poco mejor.
Amo el silencio, la noche y mi casa que me cobija.
Debe influir un poco, pienso mi orientación sexual ya que, aunque los tiempos cambiaron, por suerte, de pequeño muchas veces me encerraba en mi mundo, en mis temores y dolores y tal vez así fui moldeando mi forma de ser.
 
¿Se puede hacer política con la poesía?
Poder se puede, pero no me gusta cuando se cae en el Panfleto.
 
¿Algún mensaje que quieras dejar para Culturamas?
Gracias a Culturamas por la posibilidad de contar un poco de mí y de lo que siento y gracias sobre todo al enorme ser que es Juan José Mestre, ser al que conozco hace tanto tiempo ya y que amo pues me enseñó muchas cosas de la vida, sin saberlo, sin proponérselo, me dio elementos para saber que cada instante que uno vive se debe disfrutar como un rayo de sol entrando por la ventana.
 
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Selección de poemas de Gustavo Tisocco

Esa mujer que me observa desde el cuadro
he sido yo.
Sin corset ni miriñaque.
sin senos combatientes,
sin el rubí ni esos guantes,
sin la herida entre sus piernas.
He sido
sin que ella ahora se me parezca.
Trascendiendo tiempos
habito este dèjá vu
que me devuelve gritos en el viento.
*********
Niña
afuera llueve,
no te acerques al aljibe
que puedes caer al foso.
El foso es penumbra,
humedad y tragedia.
Niño
afuera hay sol,
no te acerques al aljibe
que puedes caer al foso.
El foso es para suicidas,
ladrones y asesinos.
Madre estamos ya en el foso…
aquí hay cadáveres honestos,
sueños desechos, hermanos torturados.
Rescátanos
y desenmascaremos juntos a los duendes verdes
que habitan entre flores.
********
Mi madre pregonaba que en la siesta
habitaban los duendes, que del cielo rojo
de la tarde no esperemos agua,
que si comías sandía y te bañabas morías,
que el viejo de la bolsa no era el de navidad,
que el amor no elegía hogares.
Con mis hermanos fuimos tribus,
malabaristas, despistados brujos,
la princesa era mi hermana y el dragón a veces fui yo.
Sabíamos del ratón que coleccionaba dientes
y al pisar los charcos llegábamos a la luna.
Mi Padre me regaló su rostro de niño,
su infinita tristeza, su abrazo.
Condenado a huérfano construyó torres,
fue mártir, héroe de corazón íntegro,
pan fresco para nuestras bocas.
Desafiando olvidos llegó la noche.
Hoy la luna es inalcanzable.
Tengo todavía el rostro ajeno,
agrietado de melancolías.
Mi corazón decapitado no supo de amor
y quedé inconcluso. Solo respiro.
Allá en mi pueblo habita la infancia,
aquí, lastima el tiempo.
 
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Gustavo Tisocco nació en Mocoretá Corrientes, es médico pediatra – neonatólogo, escribe desde muy pequeño. Publicó en septiembre del 2001 su primer libro de poesías Sutil, participó en el 2003 de una antología internacional de autores del mundo de lengua castellana publicada en España y en el mismo año participó de la antología de médicos argentinos y brasileños. Fue mención especial en el congreso de médicos de Buenos Aires con su poema Abuelas blancas, obtuvo recientemente un tercer premio con su poema «ojos muertos» en el foro literario Azul y palabras. Participó recientemente con otros poetas de la antología Libertad bajo palabra. Presentó su libro Entre soles y sombras en marzo del 2004 y desde allí en diversas ciudades argentinas. En junio del mismo año fue Primer Premio de poesía del Congreso de médicos escritores argentinos, chilenos y brasileños. Fue seleccionado para participar de la antología Palabras urgentes de editorial Dunken al cumplir esta su décimo aniversario y en diciembre participó de la Antología Valle de Elqui patrocinado por la Embajada de Chile en Argentina. Fue publicado en diversos periódicos y en diversas páginas literarias de internet. Transita su vida entre luces y penumbras, sabe que vivir es la consigna mas allá de las tormentas.

2 thoughts on “Charla con el poeta Gustavo Tisocco

  • el 4 enero, 2012 a las 8:17 pm
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    Excelente entrevista, Gustavo: es como vos decís, se escribe poesía porque resulta imposible evitarlo.
    Felicidades en este nuevo año y un gran abrazo.
    Mariano Shifman

    Respuesta
  • el 16 enero, 2012 a las 4:40 am
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    Gracias Juanjosé Mestre, gracias Culturamas por difundir poesía, saludos, Gus.

    Respuesta

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