One Cut of the Dead (2018), de Shinichiro Ueda – Crítica

 
Por Jaime Fa de Lucas.
La primera media hora de One Cut of the Dead es como la típica película de zombis que harías con tus amigos en una tarde, a excepción del toque metaficcional y de la filigrana técnica de grabarlo todo en una sola toma. Más de uno dudará de la calidad de la película en ese tramo –y con razón–, pero estamos ante uno de esos casos en los que la paciencia recompensa.
Inevitables spoilers desde aquí… Lo que sucede después te pilla totalmente por sorpresa. Shinichiro Ueda lleva al espectador atrás en el tiempo para presenciar el proceso de creación de esa película de zombis hecha con una toma –que en realidad está hecha por encargo para una cadena de televisión y se retransmite en tiempo real–. Aunque el arranque es algo lento, poco a poco van surgiendo las primeras carcajadas, hasta llegar a una parte final de un nivel humorístico memorable.
Shinichiro Ueda demuestra mucha inteligencia en la dirección y la puesta en escena, además de ser capaz de equilibrar el lado cómico con los entresijos de un rodaje desastroso que acaba con final feliz. One Cut of the Dead da con la tecla exacta porque además de acertar con el humor, es un homenaje al cine con el que todo tipo de audiencia puede conectar. Un pequeño gran descubrimiento.
 

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