'Despiértame para verte morir', una novela que aun siendo predecible, asombra

SARA ARANDA MARTÍNEZ.

Título: Despiértame para verte morir

Autor: Miguel Aguerralde

Editorial: Cazador de ratas

Miguel Aguerralde es profesor de primaria y escritor de una docena de novelas y varios relatos cortos. Su éxito reside en la capacidad que tiene para sumergir al lector en sus historias. Todas ellas llenas de misterio, siendo imposible no llegar hasta el final. Destacan sus novelas policiacas Claro de luna o Noctámbulo, pero también las de género de terror, Laberinto.

En Despiértame para verte morir se combinan a la perfección todos los ingredientes necesarios para obtener la novela negra por excelencia.

Ricardo Santoro fue condenado a la silla eléctrica por asesinar de forma atroz a la pequeña Penny Lane. El abogado Marcus Crane se encargó de condenarle al infierno.

Ahora, Crane vive acongojado por un pasado que no deja de revivir en sueños. Incapaz de olvidar la crueldad y la inmundicia a la que tuvo que hacer frente. Jamás debió implicarse tanto en el caso.

Un año después de que Santoro muriese jurando venganza, una serie de asesinatos entre los familiares y amigos de Marcus Crane le hará perder la cabeza. Tendrá que contemplar el fin de todos ellos.

Despiértame para verte morir arranca de forma atropellada. El autor quiere presentar todos los antecedentes, lo que provocó que el presente del libro sea el que es. De forma breve pretende transmitirnos la atrocidad del asesinato de Penny Lane. El caos que supuso el juicio posterior, así como la prepotencia y frialdad con la que el abogado Marcus Crane hizo frente al caso. Y lo más relevante, el tiempo que Ricardo Santoro pasó en prisión antes de morir en la silla eléctrica. Sin embargo, todos estos datos necesarios para entender lo que viene después no quedan claros. A mitad del libro debes releer los primeros capítulos, que entonces cobran sentido.

A través del personaje de Marcus Crane conocemos a su círculo cercano, así como a quien más teme, a Santoro. Todo está condicionado por la visión de un protagonista muy bien definido. Atormentado y depresivo, el caso que ganó le hizo perder todo lo que más amaba en su vida, su trabajo y su mujer. El personaje de Santoro aparece solo en los recueros del protagonista, y estos son tan gráficos, tan detallados que conseguimos imaginarlo a la perfección. El autor le dota de detalles muy concretos que nos aterran tanto como a Marcus Crane.

En cuanto a la edición del texto, aparecen algunas faltas de ortografía que en cierto modo descolocan al lector, sacándolo del hilo argumental. Sin embargo, el uso de recortes de periódico para mostrarnos la evolución que el caso tuvo es muy acertado. De forma clara se nos presentan los hechos, sin perderse en explicaciones sin importancia.

Una historia de lo más original. El punto de vista del abogado que condena al asesino. No cobra importancia la familia de la víctima, ni si quiera si realmente el condenado es culpable o no, si le pesa lo que hizo. Importa el abogado que dio todo de sí mismo para hacer bien su trabajo, y cómo esto le afectó en su vida personal. Sin embargo, toda esta originalidad se pierde al alcanzar un final, digamos, predecible.

Aún así merece la pena sumergirse entre las páginas de Despiértame para verte morir, Miguel Aguerralde consigue hacernos sentir vértigo. ¿Qué harías si un pitido te despierta en mitad de la noche para mostrarte cómo tus seres queridos son asesinados?

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