Entrevista con la editora Mayda Bustamante: “Para las editoriales independientes el libro no es un producto, sino nuestro patrimonio“

Por: Vicente Arteaga

 

De nuestra entrevistada podemos decir mucho gracias a su dilatada carrera. Diremos que es cubana-española, nacida en La Habana, Cuba. Reside en Madrid, España, desde 1992. Licenciada en Filología Hispánica en la Universidad de La Habana. Máster en Artes Escénicas. Universidad Rey Juan Carlos, Madrid. Periodista. Promotora cultural desde hace más de treinta años. Fue vicepresidenta del Gran Teatro de La Habana, institución que presidió Alicia Alonso. Es Vicepresidenta de la Fundación Alicia Alonso en Madrid y académica de la Real Academia de las Artes escénicas en España. En 2017, el Ministerio de Cultura de Cuba le concedió la Distinción por la Cultura Nacional. 

 

Culturamas entrevista a Mayda Bustamante por sus dos editoriales Huso y Cumbres; ella, como gestora cultural de gran experiencia, tiene mucho que decir sobre la realidad de un sector que ha sabido resistir muchas crisis.

 

 

Pregunta: –  ¿Qué aprendizaje deja el año 2020 para el sector editorial?

 

Respuesta: – Hablar del sector editorial me parece demasiado pretencioso. Es un análisis que debe hacerse en profundidad entre todos los que de una u otra manera formamos parte de este mundo: editoriales, distribuidoras, librerías, autores, e incluir también la presencia de sociólogos que estudien el fenómeno que ha ocurrido y su afectación a cada una de las partes. Sin embargo, voy a darte mi opinión personal, como editora de Ediciones Cumbres y de Huso editorial.

Creo que la pandemia demostró que el sector no estaba preparado, igual nadie, para una catástrofe de esta naturaleza, por lo que se reaccionó muy tarde y ha dejado muchos cadáveres —o, como mínimo, moribundos— en el camino. Se potenció la venta online, aumentaron las ventas de ebooks, pero también dejó claro que hay un lector, mayoritario, que necesita de las librerías, de tocar el libro, de preguntar a su librero de confianza. Para este lector fue, y quizás todavía lo es, muy complicado. Para las librerías, también. Muchas son pequeñas. El miedo se instaló en todos. Y aún el sector transita por un terreno movedizo que urge estabilizar.

 

P: – Usted lidera dos editoriales, ¿nos podría dar un breve balance del recorrido de cada una de ellas en tiempos de pandemia?

R: – Nosotros, como todas, estábamos en plena promoción de los libros del último trimestre del 2019 y del primero del 2020. Todos excelentes, además. Fue un tsunami para mis editoriales. No había reacción posible cuando estábamos confinados, las librerías cerradas, los distribuidores paralizados…las ferias canceladas a excepción de la Semana negra de Gijón, durante todo el año. Las liquidaciones de pena. Nunca experimenté una sensación de devastación tan intensa en mi mundo profesional, incluso en otro ámbito diferente del editorial que también me ocupa, como es la producción y distribucíón de espectáculos especializados en artes escénicas, las presentaciones fueron canceladas en su totalidad.

Intenté, hice lo posible para que la venta online a través de nuestras webs vendieran más y lo conseguimos, produjimos ebooks para muchos libros y ha sido el año en que también más hemos vendido online. Fundamos  Palabras en vela.es, una tienda digital propia y ahí vamos, poco a poco.  Cuesta darse a conocer. Hicimos presentaciones online de varios de nuestros libros, incluso con mucha audiencia de público y llegué a la conclusión de que esta acción específicamente era buena para el autor, para mantener la visibilidad de las editoriales, pero no para la venta. Todos estos fueron y aún son paliativos, que, sí, nos han ayudado a no perecer, pero de ningún modo sustituyen los resultados que pueden tenerse en lo que es, sin dudas, nuestro mercado natural: las librerías.

 

P: – Se dice que las librerías han enfrentado unidas la situación de este año, ¿ha habido unidad en el sector de la edición independiente?

 

R: – No tengo información suficiente para afirmar que se ha producido una unidad en las librerías. Puedo afirmar que las librerías han vivido y viven su peor momento. Que las medidas restrictivas que deben aplicar inhiben al posible comprador, que ya se lo piensa, porque también tiene instalado el miedo. Que no es fácil para los distribuidores colocar las novedades, en particular de las editoriales independientes. Que las librerías intentan salir de los fondos adquiridos previo a la pandemia, que también han potenciado la venta online para servir las demandas de sus clientes. Pero ese libro, que puede ser excelente, pero que no corresponde a un autor con ventas garantizadas y perteneciente a uno de los grandes grupos editoriales,  y que depende del librero apoyarlo y convencer a los potenciales lectores, a día de hoy lo tiene muy difícil. Eso pienso.

Por otra parte, creo que el mundo editorial no es especialmente corporativista. Ojalá lo fuera. El gremio de editores de Madrid hace lo posible por apoyar a través de uno de sus departamentos inciativas a favor de las editoriales independientes, pero no es suficiente, y hay algunos impulsos; participo del proceso embrionario de uno de ellos, —y ojalá lo consigamos—, que nos permitirá constituirnos en un grupo desde el cual podamos compartir criterios y encontrar soluciones a nuestras demandas.

No cabe dudas de que seríamos más fuertes si estuviéramos más unidos, si formáramos, al menos entre algunas editoriales con perfiles comunes, distintos grupos editoriales. Ahí está la experiencia en su momento de Contexto. Ese ensayo fue bueno para la distribuidora, para las editoriales y para los autores. Al final no dejamos de ser una cadena.

 

P: – En España el libro se ha convertido en un producto de consumo, ¿eso beneficia o perjudica al libro pensado como expresión artística?

 

R: – Un libro que se publica tiene como objetivo que llegue a la mayor cantidad de lectores  Esto interesa a la editorial, a los distribudiores, a las librerías y a los autores. Es su fin. Este objetivo no significa que se convierta en un producto de consumo, tal y como entendemos esa expresión. Otra cosa son los que ven al libro y al autor como productos. Otra cosa son los que transitan por el camino del menor esfuerzo, y prefieren los libros de fácil salida. En esta pandemia hemos vivido una experiencia maravillosa a partir de una librera de raza, Almudena Ojosnegros, de un pueblo pequeño de Valladolid, con poco más de 5000 habitantes. Tuvimos la suerte de que uno de nuestros libros publicados en el segundo semestre de 2019, La tumba del Rey de Carlota Suárez, llamara su atención; de que Almudena se enamorara de Huso, de nuestro catálogo, y empezara a llevar nuestros libros a su espacio. Te puedo asegurar que hemos vendido más de 350 libros en menos de un año y en plena pandemia. Y que se ha creado un grupo de lectores voraces y humanamente extrardinarios con los que estamos en perenme contacto a través de nuestras redes, pero no solo conmigo, es una hermosa comunidad que hemos creado entre la librería, su gestora, los lectores del pueblo, los autores y Huso editorial. Esta vivencia ha reforzado la idea de que lo que publicamos, que es una apuesta por la buena literatura, tiene un público, si detrás hay libreros que apuestan por la calidad aunque puedan ser desconocidos algunos autores y aunque la editorial, que no llega a cinco años, no ostente a día de hoy una marca que la identifique a la primera.

Si las editoriales independientes que apostamos por la buena literatura, que editamos con mucho cuidado, contáramos cada una con diez libreros como esta que he mencionado, no necesitaríamos más. Esto que digo es una invitación a mantener viva la apuesta por la calidad por encima de cualquier otro condicionante. Una invitación a dedicar más tiempo a las editoriales independientes con la certeza de que igual damos una sorpresa y podemos conseguir muchos lectores que nos sigan y en consecuencia mejores resultados económicos para todos.

Quiero terminar volviendo a tu pregunta, y decir que para las editoriales independientes, el autor no es un producto, el libro no es un objeto, sino nuestro patrimonio, por eso los cuidamos, por eso los tenemos en cuenta todo el tiempo.

P: – ¿Podría adelantar algunos planes de Huso Editorial para 2021?

 

R: – Lo primero que pido al 2021 es que nos devuelva la vida. Lo he dicho mucho en estos días. Si ello ocurre, entonces te aseguro que todos nuestros sueños podrán realizarse.

Nuestro primer objetivo conjuntamente con nuestra distribuidora, es mantener vivos todos los libros del 2020, algunos quedaron aparcados, otros no fueron ubicados debidamente. Para esto necesitamos también el apoyo de los libreros. Que no vean los libros del 2020 como libros del año pasado, sino como  novedades que merecen lo que no tuvieron. Y, desde luego,  recuperar cuando sea posible las presentaciones presenciales en las librerías, algo en lo que creemos.

Pero te adelanto que tengo mi esperanza puesta en el 2021.

En enero salimos con nuestra primera colección Palabras Hilanderas:

“Palabras hilanderas en tiempos de hilos rotos y palabras vacías. Palabras hilanderas que, con todo el rigor de la imaginación, comparten una obra artística, un sueño creador, a una autora, a un autor, una intuición, un pensamiento”. No quiero hablar mucho de esto, porque me apetece que lo haga la directora de la colección, Marifé Santiago Bolaños. Solo anticipar que, en el primer trimestre del 2021, saldrán a la luz, dentro de esta colección, la obra de autoras de la talla de la propia Marifé, Laura Freixas, Mercedes de Vega y Luciana Prodan, y aclaro que no se trata de una colección dedicada a la literatura femenina.

La colección, a excepción de enero, donde saldrán dos, publicará cada mes un libro.

También haremos pública la novela de la autora malagueña Ada Valero, La vida cuando era frágil; en febrero, Poeta en Madrid de Justo Sotelo, y en marzo, Mientras mi mirada te busque, de la escritora de origen vasco, radicada en Cataluña, Arantzu Sumalla.

En abril, después de haber realizado en lo personal una antología conmemorativa para celebrar a Rulfo en su centenario, y junto a la escritora Gabriela Guerra, otra con el mismo fin, pero dedicada a Pessoa, vuelvo al placer que me producen estos trabajos, y será conmemorar el 85 Aniversario de la enorme poeta argentina Alejandra Pizarnik, quien recibirá el homenaje de más de setentas autoras (poetas, ensayistas, narradoras), básicamente de España y Argentina, aunque también estarán presente de otros países como Cuba, Uruguay, Perú, Italia,  Marruecos, Polonia, Israel, Portugal, Chile, México, Bulgaria y Rumanía. Con este tema estoy profundamente emocionada. Creo que, especialmente las mujeres, le debíamos este tributo a Alejandra Pizarnik. Soy de las que piensa que muchos abrazos a tiempo la hubieran salvado de un final demasiado trágico.

Otros escritores publicarán durante el 2021: Manuel Rico, Javier Valenzuela, Ángeles Corella, Ramón Caudet, la escritora checa Lucie Faulerová, el escritor rumano Gabriel Chifu, el argentino Martín Sancia, Mercedes de Diego, e igual se suma alguien más.

Y publicaremos además dos antologías: Aquelarre de cuentos: Antología de terror escrito por mujeres y Antología erótica del cuento checo.

En Cumbres, saldrá el Libro de ensayos de danza y ballet de Roger Salas, otro lujo que este importante especialista en danza le vuelve a conceder a esta editorial; La obra dramática de Gertrudis Gómez de Avellaneda de Jesús Rivera, y un compilatorio de reflexiones de Alicia Alonso que estará a mi cargo.

Y los días 9,10 y 11 estaremos nuevamente con Caseta propia en el Salón internacional del libro de las artes escénicas que se celebra como todos los años en el teatro Valle-Inclán de Madrid y el 9 a las 16:30 presentaremos nuestras dos novedades del 2020; Diálogo con la danza de Alicia Alonso y Bailar sobre el demonio del olvido de Marifé Santiago Bolaños.

En otro orden, en abril y mayo, si la vida sigue, tendrá lugar la Gira Centenario Alicia Alonso, que este año se canceló, por más de treinta teatros y ciudades de España, y más funciones de Carmina Burana y/o Requiem de María Rovira, con su compañía Crea Danza Company.

 

Me quiero quedar, sin embargo, con lo que me escribió una relevante escritora que publicará en Huso este año:

“Tengo una gran corazonada de que el año 2021 va a ser un gran año para Huso”: Ojalá sean premonitorias sus palabras, sobre todo, por la confianza que han depositado en nuestra editorial los autores y que tanto agradezco.

 

P: – ¿Espera algo de las instituciones culturales?

 

R: – No estoy acostumbrada a las ayudas. De hecho Cumbres, la única editorial especializada en artes escénicas (entíendase, teatro y danza) la merecería y no hablo de una subvención puntual a un libro, sino de una subvención que permitiera su continuidad. A día de hoy, hay en Cumbres cuarenta obras, todas referenciales. Es un esfuerzo muy grande: son libros voluminosos, de modo que tienen alto coste, y el público potencial es poco. Con esta editorial específicamente me mueve un sentido de responsabildad. Mi vida ha estado muy vinculada a Alicia Alonso, ella ha inspirado lo mejor de mí como profesional y como persona, y a la danza. Amo esta manifestación artística, y sé que estoy aportando con Cumbres una bibliografía

muy importante, prácticamente inexistente antes de la fundación de esta editorial.

No espero, pero no me da placer decir esto. La cultura necesita apoyos institucionales. A la cultura hay que protegerla, sobre todo si queremos contar con una ciudadanía culta.

Ya lo dijo José Martí: “Ser cultos para ser libres“.

 

One thought on “Entrevista con la editora Mayda Bustamante: “Para las editoriales independientes el libro no es un producto, sino nuestro patrimonio“

  • el 6 enero, 2021 a las 10:29 pm
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    Sigue tejiendo certezas “hilandera de palabras” el tapiz sera todo un exito como casi todo lo que emprendes Mayda Bustamante. Ni pandemia ni nada te frena. Gracias por los libros, esos de manosear.

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