Crónicas del multiverso, Joe Haldeman y 100 Balas

Víctor Conde en la Semana Negra

Por Laura Muñoz / Gijón – Fotografías cedidas por Pixel Madrid

 

Presentación del premio Minotauro, Crónicas del multiverso de Víctor Conde con Rodolfo Martínez 

Son las siete de la tarde del sábado y la feria donde se asientan las carpas de presentación está atestada de gente. Es el turno de Víctor Conde con Crónicas del Multiverso, una novela de ciencia ficción en la que nos trasladaremos a una isla de soles que se encuentra rodeada por un inmenso vacío cósmico y habitada por quince especies inteligentes que tratan de desarrollar sus civilizaciones al verse atrapadas allí, al saber que los soles de su isla se van apagando.

A pesar de tratarse de ciencia ficción en estado puro donde la imaginación no encuentra su límite, el lector se identificará con situaciones tremendamente cercanas gracias a los dilemas a los que se enfrentan los personajes que la componen.

Este tinerfeño presenta, en todo momento, una seguridad casi absoluta, como debe ser si uno cree en la calidad de su obra. La describe como esas historias que nuestros mayores nos contaban de niños mientras nuestros ojos se abrían abrumados por las vivencias narradas y defiende el género de ciencia ficción como lo que es, sin relacionarlo en absoluto con el “friquismo” de los últimos tiempos. 

Haldeman en la Semana Negra

Charlando con Joe Haldeman

Llegamos a la mitad horaria entre las siete y las ocho de la tarde para tener una charla con uno de los imprescindibles del género que exploramos en esta tarde. Frente al público vemos a un Joe receptivo acompañado por el director de la Semana Negra, Paco Ignacio Taibo, y Diego Cruz, un excelente traductor que, nadie sabe como, no pierde ni una sola de las palabras del escritor que traslada a nuestra lengua.

 

Taibo decide empezar esta charla de la más lógica de las maneras: por el principio, los comienzos de Joe como escritor, que describe como un luchador. Empezó escribiendo poemas y después se dedicó a escribir acerca de la guerra de Vietnam. Presentó la idea a su agente y, cuando fue a visitarlo a su oficina de Nueva York, éste le enseñó un hoja de papel donde se podían leer los 18 nombres de las editoriales que habían rechazado el proyecto porque, a pesar de ser interesante y de calidad, no le veían salida comercial.

Pasó el tiempo y Joe fue invitado a un coctel donde estarían presentes esos 18 editores que rechazaron su trabajo y, si no llega a ser por un buen amigo- nos cuenta Haldeman– hubiera cometido una tontería que, quizá, le hubiera traído problemas. Este mismo amigo optó por presentarle, únicamente y obviando a estos 18, al único editor presente en la fiesta que jamás había publicado ciencia ficción. No sólo fue consciente de su calidad sino que decidió editarla. Gracias a esta publicación, la editorial que se hizo cago del proyecto de Joe formó parte de la cantera de las más importantes de EEUU durante 15-20 años.

Realmente, Joe os cuenta algo que, de forma habitual, ocurre a muchos autores, por lo que quizá tenemos que dar las gracias a Haldeman por estas palabras de aliento. Joe termina su charla haciéndonos partícipes de su creencia: “la ciencia ficción resulta fascinante porque está libre de reglas a seguir”. 

 

Presentación 100 Balas

Presentación de 100 Balas y de cómo se convierte un casi accidente en un éxito

dentro de una maleta

 Ante mí y una Carpa Central llena hasta arriba se encuentran el guionista y el dibujante del cómic 100 BALAS, acompañados por Norman Fernández y Pepe Gálvez.

 21:00 horas… YO: He de confesar que no soy una lectora de cómics.

Brian Azzarello y Eduardo Risso,  guionista y dibujante del comic 100 Balas, están sentados tras 200 ejemplares de la “Guía de lectura de 100 Balas”, que será entregada a todos los asistentes tras la presentación así como en las exposiciones de 50 en 50 ejemplares por día, y que ha sido creada por Norman Fernández y Pepe Gálvez, también presentes en la mesa.

Con esta guía de lectura se pretende despertar el interés sobre la obra en sí: una colección de 100 comic-books de 22 páginas cada uno, a excepción de algún número de extensión especial, que ha sido editado entre 1999 y 2009 por DC Comics (Línea Vértigo).

 21:12 horas…YO:  He de confesar que empieza a picarme la curiosidad porque…

Brian nos explica cómo surgió 100 Balas, que más parece una novela que una explicación. Brian iba conduciendo su coche con un amigo al lado. Se les cruza otro coche en medio de la carretera y Brian reacciona como cualquiera de nosotros hubiera hecho y un poco más: lo insulta, claro está, pasa lista a todos y cada uno de los antepasados del tipo mientras su amigo le mira. Brian lo mira y le dice que, si supiera que iba a salir impune, “mataría a ese hijo de puta”.

Así nace la idea que se forma como proyecto durante 10 años de trabajo: Brian escribiendo y Eduardo dibujando.

Es el momento de preguntarle a Eduardo cuál fue su razón para embaucarse en ese proyecto con Brian y la respuesta no puede ser más elocuente: “El amigo de al lado era yo”.

 Todo claro.

 21:34 horas…YO:  He de confesar que esto… parece que  promete.

He de decir que Brian, a pesar de parecer una persona tímida, (y me jugaría la derecha que lo es bastante), no se corta un pelo en decir lo que piensa y, tras explicarnos que se siente orgulloso y afortunado de poder trabajar con Eduardo Risso, uno de los mejores dibujantes, nos dice que “bueno, también yo debo tener algo para que él y otros buenos profesionales hayan querido trabajar conmigo”. Nadie puede negar eso, desde luego.

Es la primera vez que trabajan juntos “codo con codo”, ya que siempre lo han hecho en la distancia. Se “conocieron” en San Diego y Brian le confesó a Eduardo que, antes de verse, tenía el temor de que se rompiera la magia que había entre ambos respecto a la creación por el hecho de conocerse personalmente. Por suerte, no fue así y hubo una necesidad por parte de los dos de querer crear propuestas enfocadas en la misma dirección.

Ambos nos explican su “modus operandi” con 100 Balas, muy dispares ya que Eduardo puede producir sólo dibujos para el proyecto mientras que Brian debe intercalar personajes de otros proyectos en los que trabaja. Eso sí, ambos coinciden al medir el grado de dificultad de sus respectivos trabajos en 100 Balas: “no es tan difícil. Los principios son duros para cualquiera y se va a prendiendo pero, no os vamos a engañar, es fácil porque nos gusta nuestro trabajo”.

 21:46 horas…YO:  He de confesar que ya necesito saber más… ¿qué es 100 Balas?

 Estaba esperando este momento desde las 21:34, cuando confesé que esto prometía.

El protagonista de la historia podría ser un ser inanimado como un maletín (y no es un ejemplo, es un maletín). Es entregado de manos de un hombre que viste como un funcionario de funeraria.

Lo abres.

En su interior una pistola.

100 balas.

100 balas imposibles de rastrear.

Inmune si es que decides usarlas.

Información y pruebas que la corroboran de quién es la persona responsable de que tu vida se haya convertido en una verdadera mierda.

¿Las vas a usar o qué?

 21:50… YO: He de confesar que quiero recibir un maletín de esos: Perdón, perdón… Quería decir que …Qqué complicado faltar a los deseos de uno, en fin… Quería decir que quiero saber más.

Los personajes de 100 balas son todos impresionantes pero todos con una enfermedad común: exceso de plomo en sangre.

“He matado a mis hijos, así que supongo que el enfermo soy yo” es la genial frase que surge de boca de Brian cuando se le pregunta si no ha sentido lástima de la enfermedad de los personajes, entregándoles de esa manera una carta de jubilación anticipada.

 22:00 horas…YO:  He de confesar que, aunque nunca he sido lectora de cómics, quizá este sea el momento de empezar.

 Y sólo puedo llegar a una conclusión después de asistir a esta presentación tan lograda: las cuatro personas que he tenido delante durante una hora de esta noche de sábado me han enganchado y tengo que confesar que, a las 22:01 horas yo quiero tener 100 balas.

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