Mi propia perdición

Poeta, mira bien por dónde andas y con qué piernas. Es posible, aunque ahora no te cerciores, que sea tu poema quien te acabe ayudando a encontrarte.

MI PROPIA PERDICIÓN

La falta de memoria es el peor
de todos mis obstáculos recientes.
Todo poeta pierde alguna vez
una idea sublime para un verso,
el lugar donde puso el adjetivo,
la palabra que tuvo que inventarse;
o descuida su nombre en cualquier párrafo
al lado de una imagen que ya existe.
La falta de memoria cambia el clima,
confunde a un asesino con un mártir,
hace creer al cura que es domingo
y al ateo que vive en democracia.
La falta de memoria es una joven
que sueña con besarme a cualquier precio.
Y aunque ahora comprendo mi pasado
no hay recuerdo capaz de consolarme.
Es tarde para ser alguien distinto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *